Esteban Gálvez

3.Filadelfia: Los vencedores siendo columnas de Dios, en el lugar de Dios y bajo el reino de Dios.

Texto bíblico Apocalipsis 3

Escribe al ángel de la iglesia en Filadelfia: Esto dice el Santo, el Verdadero, el que tiene la llave de David, el que abre y ninguno cierra, y cierra y ninguno abre: Yo conozco tus obras; he aquí, he puesto delante de ti una puerta abierta, la cual nadie puede cerrar; porque aunque tienes poca fuerza, has guardado mi palabra, y no has negado mi nombre. He aquí, yo entrego de la sinagoga de Satanás a los que se dicen ser judíos y no lo son, sino que mienten; he aquí, yo haré que vengan y se postren a tus pies, y reconozcan que yo te he amado. 10 Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia, yo también te guardaré de la hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero, para probar a los que moran sobre la tierra. 11 He aquí, yo vengo pronto; retén lo que tienes, para que ninguno tome tu corona. 12 Al que venciere, yo lo haré columna en el templo de mi Dios, y nunca más saldrá de allí; y escribiré sobre él el nombre de mi Dios, y el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén, la cual desciende del cielo, de mi Dios, y mi nombre nuevo. 13 El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias.   Introducción: Buenas tardes hermanos, continuamos con nuestra serie de predicaciones de Apocalipsis, estamos estudiando las iglesias de asía y específicamente estamos con la iglesia de Filadelfia. La semana pasada estuvimos revisando los versículos 9, 10 y 11. Hoy nos enfocaremos en el final de la carta, versículos 12 y 13. Terminaremos la carta a la Iglesia de Filadelfia para que la semana entrante iniciemos la Iglesia de Laodicea con nuestro hermano Álex Figueroa y terminando así las predicaciones sobre  las siete iglesias, hoy continuaremos con el libro del apocalipsis en la iglesia de Filadelfia. Resumen semana anterior: En los sermones  predicas pasadas estuvimos viendo varias coas y deseo que podamos brevemente hacer un resumen de ellas: Dispencacionalismo: Iniciamos con una decisión sobre el dispensacionalismo y de manera bastante panorámica y breve vimos que este ha influenciado bastante en el cómo se interpreta la escritura dejando varios vacios que han traído interpretaciones poco certeras sobre la escritura. Esta línea de interpretación tiene marcas claras y una de ellas es la diferencia en cuanto a propósitos, promesas, trato etc… entre Israel (pueblo étnico de Dios) y la Iglesia (pueblo espiritual de Dios). Además de una marcada interpretación excesivamente literal de la escritura. El dispensacionalismo se ve en toda la escritura, sin embargo se ha dado bastante énfasis en cuanto a la escatología (Estudio de cosas futuras o finales).- Esta definición se realizo con el fin de que podamos comenzar a familiarizarnos con esto ya que en nuestras mentes traemos esta “herencia” y toma mayor énfasis en este libro. En general hemos sido “culturizados” por la escuela dispensacionalista, sin embargo, podemos ver que esta línea de interpretación falla quedándose corta y sin fundamento bíblico en cuanto a sus conclusiones. El pueblo de Dios: Así es como se han mal interpretado versículos como por ejemplo las promesas del que Dios hizo  a su pueblo Israel, son cumplidas en su pueblo que es la iglesia; toda raza, nación, lengua y color. Dejando de lado las barreras divisorias de israelita étnico y de la  iglesia espiritual  que el dispensacionalismo se ha encargado de sustentar y nutrir. Por ejemplo vimos que la profecía en Isaías 60:14 se cumplirá no en Israel étnico, sino que en el Israel espiritual, esto es, en la iglesia, el único pueblo de Dios a lo largo de toda la historia y aquí en Apocalipsis 3:9 se confirma esto al dejar fuera de la promesa a los judíos y reafírmala en el pueblo de Dios; La Iglesia. No existe un rechazo de parte de Dios a los judíos debido a que su raza sea inferior, la desaprobación es debido a que quien rechaza a Cristo, el rey y señor del pueblo de Dios, no es un hijo de Dios, por lo tanto no es parte de los herederos y participantes del reino de Cristo Jesús. Quienes son parte del pueblo de Dios serán bendecidos y reconocidos como el pueblo de Dios, solo gracias a su señor. La promesa de Isaías 60 se cumpliría y quienes en algún momento habían rechazado a Cristo y bajo persecución  habían humillado e incluso asesinado a sus seguidores,  serían quienes se humillarían para reconocer al verdadero pueblo de Dios.- Por tanto, concluimos que el verdadero pueblo de Dios es el que tiene a Cristo Jesús como señor y rey, quien ha sido salvado por gracia y solo mediante el sacrificio perfecto de Cristo en la cruz sean judíos, griegos, mujeres, hombres, esclavos, libres etc… Independiente a nuestras tradiciones “cristianas”, a nuestras “obras cristianas” si no tenemos a Cristo seremos rechazados y deberemos humillarnos ante el pueblo de Dios pues El señor de Señores estará reinando. Debemos ir a Cristo, arrepentirnos y creer el evangelio. El inocente muriendo por culpables, pagando la deuda de nuestros pecados al recibir la ira de Dios que merecíamos, para darnos perdón y cuidados eternos de Dios padre. ¡Glorifiquemos al señor entonces y vivamos para El! Fieles bajo la persecución: Este pueblo, la iglesia de Cristo, se había mantenido fiel a su palabra, habían  atesorado, retenido, custodiado, cumplido la doctrina aprendida. Cristo acepta como verdadera al no presentar reproche alguno, diferenciando a estos hermanos con los de la iglesia de Tiatira. A pesar de la tentación de negar al señor la iglesia se había mantenido fiel soportando la tentación. Cristo, fue tentado en todo y por lo tanto se compadece tiernamente  de los fieles en esta iglesia y les entre una maravillosa promesa; El los guardaría también, los custodiaría, los haría preservar, el señor los guardaría como un tesoros en sus manos cuando la prueba viniera a la tierra. Serían hallados fieles, mientras que los incrédulos así como los falsos judíos serian hallados mentirosos y serían desaprobados por Dios recibiendo condenación. El señor no les promete ser quitados de en medio de la prueba, de la persecución y del dolor que vendría sobre todos los moradores de la tierra. Erróneamente la interpretación dispensacionalista enseña que aquí el señor se refiere a que los creyentes serían “arrebatados/raptados” previo a la tribulación sobre los creyentes. Lo que si promete el señor es un cuidado único y especial para su pueblo, confirmando lo solicitado a su padre en su oración previa a su sacrificio en  Juan 17:11; 14-15. Un mandato especial: Aférrate a lo que tienes, para que nadie robe tu corona. En armonía con la escritura, el señor Jesucristo exhorta a su iglesia para que perseveren, sigan siendo fieles a su palabra, viviendo sus vidas aferrados a lo que tenían, esto es al evangelio de Cristo, a la corona. Aferrarse de tal modo que nadie pudiera robarla. Aferrarse como si alguien viniera a robársela. Sin soltarse nunca de su mano. Sin Cristo, absolutamente nada podemos hacer, aferrémonos a él. Cristo Jesús es nuestra corona. Juan 15:4-5.- Hoy veremos una afirmación/promesa  de Cristo expuesta su  iglesia de Filadelfia en esta hermosa carta con promesas para los creyentes Apocalipsis 3:12-13 12 Al que venciere, yo lo haré columna en el templo de mi Dios, y nunca más saldrá de allí; y escribiré sobre él el nombre de mi Dios, y el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén, la cual desciende del cielo, de mi Dios, y mi nombre nuevo. 13 El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Veremos dos puntos que nos presenta el texto bíblico estos son:
  • Al que venciere. ¿Cómo llegar a ser un vencedor?
  • Las Promesas: Columnas y receptores del nombre de Dios.
  I- Al que venciere: ¿Cómo llegar a ser un  vencedor? Creo que esa es la pregunta que viene a nuestra mente. Sabemos lo que es un vencedor, podemos recordar triunfos deportivos, militares y recordamos siempre a los triunfadores o vencedores, los perdedores, los vencidos pasan siempre a segundo plano, al olvido. Todos quieren al vencedor, todos lo recuerdan… El mundo piensa así, diciendo: “Gracias a tus logros, conforme a tus capacidades, eres justo merecedor de tal o cual premio”. Sin embargo para Dios las cosas son totalmente diferentes. Cuando vemos este título, comúnmente nos confundimos y pensamos que Jesús está hablando aquí de seres humanos  especiales que serán los “vencedores” y que el premio de su hazaña serán las cosas que se pasan a detallar. La pequeña Iglesia de Filadelfia, los pocos, serían vencedores en medio de la total persecución judía y serían bendecidos con este tan hermoso titulo debido a haberse aferrado a el vencedor por excelencia; Cristo Jesús. Ellos serían llamados “vencedores” por lo que ningún vencedor se sentiría orgulloso, esto es mostrarse totalmente dependiente de otro  que es superior. “estar aferrados a Cristo, mostrando una total dependencia de Él”. El vencedor es quien se mantuvo aferrado a lo que tenían, en resumen esto es Cristo; la corona. Y así podemos ver que este versículo no es algo aislado, llegar a ser un vencedor es vivir siempre aferrados a las promesas, a la doctrina, estar en comunión con Cristo Jesús, mostrando una real dependencia de Él. Serian contados como vencedores, solo gracias a Cristo, gracias a vivir una vida en total arrepentimiento, cada pecado debe ser presentado/confesado, pues fiel y justo es Cristo para perdonarnos y limpiarnos de toda nuestra maldad. Quiero dar dos ejemplos a modo de ilustración de cuando era pequeño para este tema, nos podrán ayudar un poco entendiendo que las ilustraciones nunca van a ser totalmente completas en cuanto a la escritura: 1.Vencedor sin merito alguno. Mi hermano cuando tenía 18 años aprox, disfrutaba de un local de vídeo juegos con fichas, esos antiguos que hoy se pueden disfrutar en la costa u otros centros de veraneo. Yo tenía 6 o 7 años y lo acompañaba siempre. El usaba una ficha y me dejaba jugar con él. Cuando yo comenzaba a perder, Isaías me hacía a un lado y recuperaba la senda de la victoria. En ocasiones, mientras yo jugaba venían algunos jóvenes a desafiarme poniendo otra ficha y usando el control a mi lado. Yo comenzaba bien, pero después de un par de minutos todo se volvía oscuro y comenzaba a perder, Sin embargo allí aparecía mi hermano mayor, Isaías, y con un par de juego de botones y movimientos de palanca vencía a cuanto joven quisiera desafiarnos. Un día recuerdo que con una sola ficha venció a cerca de 10 o 15 contrincantes y no exagero. Eso era maravilloso a mi corta edad. Me sentía feliz, nadie le ganaba a mi hermano, era un vencedor, pero yo era parte de esos logros, no por mis méritos, ya que solo perdía puntos,sentía que era un ganador solo porque él era mi hermano y porque siempre el me daba la victoria. Recuerdo que todos lo respetaban dentro de esos lugares y después le invitaban a tomar bebidas o simplemente le regalaban fichas, yo recibía también esas atenciones. Isaías era un vencedor y yo era considerado también como tal cuando en realidad era un perdedor cualquiera. 2.El deporte y los vencedores. Comenzó el campeonato de Basquetball, mi equipo era conformado por varios compañeros del colegio. Recuero que iba a muchos partidos, pero en casi ninguno jugaba. Estaba en los entrenamientos y era parte del equipo, sin embargo no jugaba prácticamente nada. Eran cinco compañeros quienes ganaban casi todos los partidos. En la final del campeonato nos toco jugar en contra del mejor equipo, comencé jugando y no lo hice tan mal, sin embargo íbamos perdiendo. El director técnico me saco del juego junto a otros y varios de los titulares ocuparon nuestros lugares y así todo mejoro. Ganamos, entonces vino la premiación, todos pasamos adelante y junto a mi equipo recibí la medalla del triunfo, las felicitaciones…en fin…sin embargo no merecía absolutamente nada. Fui participe de este triunfo, fui parte de los vencedores, de los reconocidos ganadores…pero fue gracias a que otros hicieron el trabajo. Dice romanos: Romanos 8:35-39 35 ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? 36 Como está escrito: Por causa de ti somos muertos todo el tiempo; Somos contados como ovejas de matadero. 37 Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. 38 Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, 39 ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro. No debemos pensar que gracias a nuestras obras seremos contados como “vencedores”, jamás debemos tomar estos versos desde esa perspectiva pues caeremos en frustración debido a que somos pecadores. Sin lugar a dudas caeremos, pero tenemos a Cristo en quien tenemos segura victoria, el nos guía y así como en el somos presentados ante él santo sin manchas e irreprensibles, somos contados como vencedores.  Colosenses 1:22. ¡La victoria es del señor! En el contexto, de acuerdo al versículo 10, podemos notar que el vencedor es quien será guardado por Cristo en medio de la hora de prueba, en otras palabras las promesas que veremos hoy son para cada creyente, en todas las épocas, que son contados como vencedores en medio del desprecio y de la persecución, gracias a que Jesús los ha guardado en medio de todo esto. ¡Es una manda pequeña que recibirá el cielo, pero igual debe luchar! Pero esto no debe hacernos pensar como un soldado negligente diciendo: “bueno, soy vencedor gracias a Cristo y el triunfo está asegurado, por lo tanto dormiré y dejare a un lado la guerra”. Debes estar de pie, atento y siempre alerta…¡Lucha! Es verdad, la obra es del señor, sin embargo esto no es excusa para que nosotros no demos la pelea. Cristo nos pondrá en la esquina constantemente y nos dará agua, masajes y curara nuestras heridas recordándonos que él nos hará vencedores, pero luego nos volverá a enviar al ring. Somos nosotros quienes debemos pelear la buena batalla,  tomar la espada y luchar día a día, esto es; actuar conforme a las promesas de Dios. ¿Cómo pelear esta batalla? 1 Timoteo 6:11-16 11 Mas tú, oh hombre de Dios, huye de estas cosas, y sigue la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia, la mansedumbre. 12 Pelea la buena batalla de la fe, echa mano de la vida eterna, a la cual asimismo fuiste llamado, habiendo hecho la buena profesión delante de muchos testigos. 13 Te mando delante de Dios, que da vida a todas las cosas, y de Jesucristo, que dio testimonio de la buena profesión delante de Poncio Pilato, 14 que guardes el mandamiento sin mácula ni reprensión, hasta la aparición de nuestro Señor Jesucristo, 15 la cual a su tiempo mostrará el bienaventurado y solo Soberano, Rey de reyes, y Señor de señores, 16 el único que tiene inmortalidad, que habita en luz inaccesible; a quien ninguno de los hombres ha visto ni puede ver, al cual sea la honra y el imperio sempiterno. Amén. Tomando este hermoso, alentador y desafiante mensaje de Pablo al joven Timoteo notamos que Debemos vivir con gozo, pero también con expectativas la vida cristiana, enfrentarnos al pecado, a las pruebas y tentaciones aferrados  a Cristo y al enfrentarnos a ellas debemos salir a ganar, debemos  entonces procurar agradar a nuestro señor en todo y seguir la verdad de su palabra en cualquier circunstancia. Debemos perseverar en medio de un mundo oscuro.
  • Las promesas:
Podemos notar que en los versos anteriores que Jesús ya les ha dado algunas promesas gloriosas a nuestros hermanos en filadelfia.
  • Quienes los estaban humillando y persiguiendo (Judíos) se postrarían a sus pies y reconocerían que ellos son el verdadero pueblo de Dios. Versículo 9
  • Serian guardados/protegidos en medio de la prueba que vendría sobre todo el mundo. Versículo 10.
Y en este versículo 12 Jesús presenta otras promesas, las cuales son:
  1. Lo haré columna en el templo de mi Dios. Y nunca más saldrá de allí.
  2. Tendrán participación en Tres nombres.
1.¿Qué es ser columna en el templo de Dios? Esta es la promesa, quien sea hallado triunfador será contado también como una columna en el templo de Dios. Una interpretación común dice que: Apocalipsis es un libro de imágenes que simbolizan distintas cosas, por lo tanto podemos notar que “ser columna” es algo que va mas allá a estar en un lugar determinado para ser honrado. Gálatas 2:9 y reconociendo la gracia que me había sido dada, Jacobo, Cefas y Juan, que eran considerados como columnas, nos dieron a mí y a Bernabé la diestra en señal de compañerismo, para que nosotros fuésemos a los gentiles, y ellos a la circuncisión. Ser columna tiene que ver con un significado mas simbólico, es ser un participante de la gloria de Dios, estar en su presencia por siempre siendo participante de EL. Lugar y Posición: Ser una columna de Dios es tener un lugar y una posición clara. El nos hará parte de la adoración eterna del cielo, estaremos en presencia de Dios por siempre. ¡Nada ni nadie nos apartara de allí, ni nos moverá siquiera un milímetro! Estaremos firmes como una columna. El pueblo que estuvo sin lugar y sin la tierra, ahora tendrá un lugar eterno de donde jamás será removido. Apocalipsis 21:22 22 Y no vi en ella templo; porque el Señor Dios Todopoderoso es el templo de ella, y el Cordero. En resumen los santos serán honrados con esta participación dentro del “templo celestial” que es la comunión eterna y cercana con el mismo santo Dios. El señor Jesús lo enfatiza agregando la promesa que nunca más saldrán de allí. Siempre estaremos con nuestro Señor… Los Creyentes en Filadelfia estaban acostumbrados a las catástrofes naturales, terremotos y erupciones volcánicas . Los residentes constantemente se trasladaban del lugar, perdían familiares, volvían luego a la ciudad viviendo con mucho temor. Algunos decidían no vivir tan cerca del corazón de la ciudad y se quedaban fuera de esta. Sin embargo de este lugar jamás tendrían que salir, como verdaderas columnas monumentales, serían dejados dentro del lugar de Dios por siempre. Apocalipsis 21:4 Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron. No habrá mas lucha contra el pecado y contra los perseguidores. Ya no sentirás esa maldita voz del enemigo queriendo refregarte tus pecados pasados con el fin de hacerte caer, con el fin de que nunca más te levantes. Ya no lloraras mas por la impotencia que se siente el no poder agradar a Dios como deseamos, cual pablo luchando con el deseo de hacer el bien, pero actuando con el mal Hermanos, ¡estaremos eternamente con El! David Chilton "Primero, dice Cristo, le haré columna en el templo de mi Dios. Esto tiene que ver con las complejas imágenes del Tabernáculo y el Templo, cuyas estructuras arquitectónicas correspondían a las vestiduras sacerdotales. 10 Los dos postes laterales del Tabernáculo (las columnas del Templo) son llamados hombreras, mientras que la mitra del sacerdote, inscrita con el nombre de Dios, correspondía al dintel que tenía la forma de un arco sobre las columnas. 11 De la misma manera que las dos columnas del templo fueron llamadas Jaquín, Él establecerá, y Boaz, En Él hay fortaleza, las hombreras del efod del sumo sacerdote estaban inscritas con los nombres de los hijos de Israel (Ex. 28:9-12). Todo esto converge en Apocalipsis, donde el fiel vencedor es representado como una columna en el templo de Dios. Y ya no se alejará más de él: El pueblo de Dios se caracteriza por la estabilidad y la permanencia (comp. Jer. 1:181 Tim. 3:15). Hemos sido redimidos de nuestra condición errante". 2.Tres nombres. Dice el versículo: Apocalipsis 3:11 …y escribiré sobre él el nombre de mi Dios, y el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén, la cual desciende del cielo, de mi Dios, y mi nombre nuevo. Jesús enfatiza aquí subordinación a su Padre. A pesar de que el cuerpo de Cristo se encuentra glorificado, el sigue mostrando sometimiento a su padre. Esto no quita honor ni tampoco  gloria a Jesús  (2 Pedro 2:17, Juan 5:23). Tampoco quita autoridad a Jesús, lo que si podemos notar es que esta autoridad fue dada por su padre. (Mateo 28:18). Nos muestra el verso que incluso en la gloria existe un orden claro en donde el padre y el hijo son adorados y son personas con autoridad que interactúan entre ellos en armonía por el bien de su pueblo y solo para su gloria. La autoridad para escribir estos nombres solo la tiene Cristo. Pero ¿Que significa que Cristo escribirá el nombre de Dios, de la ciudad y también su propio nombre? Tim Conway dice lo sguiente: "Un niño es quien escribe su nombre en un juguete. ¿Por qué?...Porque Esta diciendo: ¡Es mío!.Esto es lo que Cristo hará. Cristo dirá: tú eres mío!".   Dice apocalipsis 14:1  1Y miré, y he aquí, el Cordero estaba sobre el monte de Sión, y con él ciento cuarenta y cuatro mil, que tenían el nombre de su Padre escrito en sus frentes. Apocalipsis 22:1.4 Después  me mostró un río limpio de agua de vida, resplandeciente como cristal, que salía del trono de Dios y del Cordero. En el medio de la plaza de ella, y de la una y de la otra parte del río, estaba el árbol de la vida, que lleva doce frutos, dando cada mes su fruto: y las hojas del árbol eran para la sanidad de las naciones. Y no habrá más maldición; sino que el trono de Dios y del Cordero estará en ella, y sus siervos le servirán. Y verán su cara; y su nombre estará en sus frentes.  Los creyentes, quienes han abrazado a Cristo son quienes serán reconocidos por siempre como pueblo de Dios, como posesión de Dios y de Cristo. Lo anterior contrasta con otro grupo quienes tienen otro nombre, es decir, no pertenecen  a Dios y al cordero. Apocalipsis 13:17-18 17 Y que ninguno pudiese comprar ó vender, sino el que tuviera la señal, ó el nombre de la bestia, ó el número de su nombre. 18 Aquí hay sabiduría. El que tiene entendimiento, cuente el número de la bestia; porque es el número de hombre: y el número de ella, seiscientos sesenta y seis. Los dos grupos marcados. Por un lado los creyentes serán parte de la gloria de Dios y del cordero siendo reconocidos como pueblo de Dios, pertenecientes al lugar de Dios e identificados por el nuevo nombre que solo Cristo puede revelar y que es algo tan personal que nos identificara con Jesús siempre. Pero otro grupo, no estará dentro de este bendito grupo de personas. Este otro grupo será condenado  e identificado con el diablo y la bestia. Muchos pueden decir: “yo no me caso con ninguno de los dos lados”. Sin embargo debo decirte que no estar del lado de Jesús, es estar del lado contrario, no existe neutralidad. Ven a él y arrepiéntete de tus pecados, aun hay tiempo. No esperes más y ven a Cristo en arrepentimiento y fe. ¡Te lo suplico, por favor…ven, no esperes mas, aun la puerta está abierta, la gracia del señor sigue siendo abundante para darte perdón y liberarte del pecado. Ven pide su perdón, pide su misericordia sobre tu vida!! Los creyentes de filadelfia tendrían una ciudadanía definitiva y real. El pasaporte, dice Simón Kistemaker, son los nombres que Cristo pondrá. El nombre de cristianos fue dado en Antoquia a los creyentes y en  modo de burla, sin embargo, este nuevo nombre del cual no tenemos detalle, será algo único y parte de la obra de Cristo, siendo no motivo de burla sino que de total sumisión y reconocimiento del verdadero y único rey de reyes. La ciudad es definitivamente lugar de Dios para el pueblo de Dios con el Rey eterno como señor absoluto. Los hermanos en filadelfia nunca más serian contados como extranjeros, como extraños, como huérfanos. La obra de Cristo con esta promesa es garantía de bendición, El estaría junto a su pueblo eternamente y para siempre. La ciudad de Jerusalén se encontraba totalmente desolada, el templo de salomón seria destruido y los judíos étnicos se encontraban dispersados y otros negaban el nombre de Jesús como Cristo. Se puede apreciar todo un desastre. Sin embargo, nuevamente, el pueblo de Dios esta conformado de  creyentes de toda raza, lengua y nación. El lugar de Dios es la nueva Jerusalén, esta es la tierra prometida. Y el rey eterno y soberano es Jesús. El identificara a los suyos y así permanecerán siempre a su lado.   Conclusiones: Quienes sean hallados vencedores, quienes hayan lavado sus ropas con la sangre de Cristo, quienes hayan  creído y se hayan arrepentido de vivir una vida contraria a la ley de Dios, quienes hayan dejado esa vida y con fe hayan abrazado a Cristo, ellos tendrán la bendición de:
  • Estar firmes y por siempre, como columnas, en el lugar de Dios; Su reino eterno por siempre.
  • Ser conocidos por Dios y por Cristo, siendo identificados también con la ciudadanía de los cielos.
Dios nos ayude hermanos a no dejar que el tiempo pase, a no dejar la toalla tirada, nos ayude a ponernos de pie y venir a Cristo para recibir su perdón, para vivir con el gozo de que en la cruz el venció y que aferrados a él, somos y seremos, contados como vencedores y merecedores de todas estas promesas, no por nuestros méritos, sino porque hubo uno que un día vivió una vida perfecta, una vida que nosotros no podíamos vivir y murió con la muerte del peor delincuente la cual nosotros si merecíamos, así nos compro, a precio de sangre y venció a la muerte en la cruz al resucitar entregándonos una esperanza eterna, haciéndonos parte de su bendición por siempre y para siempre. Amén. Quien tiene odio, oiga lo que el espíritu dice a las iglesias…en todo tiempo y lugar.