18 Porque también Cristo (el Mesías) murió por los pecados una sola vez, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, muerto en la carne pero vivificado en el espíritu. 19 En el espíritu también fue y predicó a los espíritus encarcelados, 20 quienes en otro tiempo fueron desobedientes cuando la paciencia de Dios esperaba en los días de Noé durante la construcción del arca, en la cual unos pocos, es decir, ocho personas, fueron salvadas por medio del agua.

21 Y correspondiendo a esto, el bautismo ahora los salva a ustedes, no quitando la suciedad de la carne, sino como una petición a Dios de una buena conciencia, mediante la resurrección de Jesucristo, 22 quien está a la diestra de Dios, habiendo subido al cielo después de que Le habían sido sometidos ángeles, autoridades y potestades.

NBLH 1 Pedro 3:13-17

Resumen sermón anterior.

Hasta aquí hemos visto básicamente tres cosas en los capítulos de esta carta: i.La maravillosa obra de Dios a favor de su pueblo, una salvación por gracia la cual estaba preparada desde antes de la fundación del mundo, la cual además esta llena de promesas eternas y reservadas en los cielos, esta maravillosa obra venía siendo anunciada por el espíritu de Cristo a través de los profetas del Antiguo Testamento e incluso los ángeles desean mirar desde el mismo cielo, también ii. El cómo debemos responder a esta obra de gracia, respuesta que tiene un énfasis primero interno con mandatos claros como estar siempre preparándonos para la acción, siendo sobrios, tener la vista puesta en la gloriosa gracia que se nos traerá en el día de Cristo y buscando la santidad de nuestro Dios, como él lo es, desechando toda malicia y alimentándonos de la pura palabra de Dios, acercándonos así a la piedra viva, en donde somos un especial pueblo, templo espiritual de Dios con un propósito especial; anunciar las virtudes de aquel que nos llamo de tinieblas a su luz admirable y iii. Anunciar las virtudes de Dios es algo que debe ser llevado a cabo de palabras, pero también con hechos, estos actos son muestras de una obra interna que Dios ha realizado, y de la cual nosotros tenemos parte activa ahora luchando contra nuestros deseos, para luego salir y mostrar esa obra al mundo a través de los mandatos que Pedro maravillosamente lleva todo esto, no al claustro de la iglesia, sino que a la vida cotidiana en el sometimiento a las autoridades gubernamentales, empleadores, las mujeres a sus esposos y estos al Señor a través de un amor sacrificial hacia sus esposas. Además, en conclusión,  todos deben vivir con el mismo sentir dentro de la comunidad de creyentes, para luego salir y presentar al mundo entero la razón de su esperanza, el porqué llevan esa vida sumisa, responsable, amorosa y llena de esperanza; EL evangelio de nuestro Señor Jesucristo, lo que traería persecución sobre ellos.

Es lo que hemos visto en la carta. Vamos a terminar una sección de la carta en la cual Pedro ha introducido en el tema del sufrimiento como consecuencia de anunciar las virtudes de Dios de forma integral, como consecuencias sufriremos persecución.

Debemos mirar estos textos que hoy estudiaremos sabiendo que son textos complejos, Lutero decía que eran los mas oscuros del nuevo testamento, por tanto es necesario que recordemos el propósito general de la carta y para eso quiero que me acompañen a Lucas 22:31-32

31 Simón, Simón, mira que Satanás os ha reclamado para zarandearos como a trigo; 32 pero yo he rogado por ti para que tu fe no falle; y tú, una vez que hayas regresado, fortalece a tus hermanos.

La palabra fortalece es importante en la tarea que Pedro esta llevando a cabo con esta carta hacia los hermanos del Asia menor, Pedro les escribe inspirado por el Santo Espíritu para traer esperanza eterna y gloriosa en medio de un sufrimiento minúsculo y pasajero. El propósito también es mostrar que no hay nada mejor que vivir bajo los mandatos de Dios, pues esta es la mejor medicina para el sufrimiento; el servicio, poniendo los ojos no en si mimos, sino que en sus prójimos. Pedro fue llamado a animar de esta forma a estos hermanos, pues él también lo había experimentado en Cristo.

Los peregrinos cansados, aburridos del dolor y del sufrimiento sabiendo que luego incluso las cosas serían peores, Pedro les muestra consideraciones básicas para que ellos puedan mantenerse fieles en medio del dolor por la causa de Cristo.

Varias posturas en relación a estos versículos, sin embargo al considerar varios factores y guardando un temor santo, así como respetando a hermanos en la historia que han realizado sus interpretaciones, me limitare a presentar lo que veo en el texto y no nos pondremos a refutar a otras interpretaciones. Todo esto tiene un propósito y es el centro de esta sección, no el hecho del desafío interpretativo. La escritura es una revelación de Dios a su pueblo, no un libro de enigmas, es lo que Dios muestra para su pueblo, y aquí se revela como Dios ayuda al peregrino en medio del dolor.

  1. ¿Por qué es mejor siempre sufrir por el bien, que sufrir por el mal, si así Dios lo desea?.

18 Porque también Cristo (el Mesías) murió por los pecados una sola vez, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, muerto en la carne pero vivificado en el espíritu. 

Verso anterior.17

En el último verso vimos que es mejor padecer haciendo el bien, sí Dios así lo quiere, que haciendo el mal. Pero…¿por qué?

Fue exactamente lo que vivió nuestro señor Jesucristo

Y ahora tenemos la respuesta. Siempre es mejor padecer, sufrir, llorar, incluso ir a la cruz, haciendo el bien, ya que fue exactamente lo que vino a hacer nuestro Señor aquí en la tierra.

Él fue perseguido, fue torturado, él fue despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebrantos… Vivir en el camino de Cristo es causante de ser también desechado, entregado, perseguido por el mundo entero. Sin embargo este es el único camino seguro, y con un fin glorioso para el ser humano es vivir conforme a la vida de nuestro Señor y salvador Jesucristo.

Recordemos las mismas palabras de nuestro Señor diciendo:

Acordaos de la palabra que yo os dije: ``Un siervo no es mayor que su señor. Si me persiguieron a mí, también os perseguirán a vosotros; si guardaron mi palabra, también guardarán la vuestra. Juan 15:20

Esto es claro hermanos amados, en el mundo tendremos aflicción, pero confiemos, pues el Señor ha vencido al mundo. Tus dolores debido a la causa de Cristo están en la soberanía de Dios y tienen propósitos claros, recordemos que al ser luz seremos perseguidos, pues es imposible que el mal acepte al bien. El sufrimiento es consecuencia del pecado, pero es necesario y por amor debemos pasar por la senda del sufrimiento, como nuestro Señor quien no abrió su boca.

Como dice el Pastor Sugel Michele: “Nuestra mejor vida no es ahora, sino que será en las moradas celestiales

Por tanto aquí en a tierra debemos tener consciencia de que vivimos en la causa de Cristo lo que implica persecución. Cuando nuestra vida se rige conforme a la palabra del Señor es cuando el mundo nos desea aborrecer y nos ataca. ¿Cómo vives el cristianismo?, ¿te ama el mundo, te sigue, adora o te rechaza?

Por amor el Señor sufrió, por amor se sometió a su padre y se entrego hasta la muerte de cruz, así también nosotros por amor nos sometemos al Señor y nos ponemos en sus filas, en su servicio, bajo sus órdenes entregando nuestros cuerpos por su causa para que los incrédulos alcancen salvación.

Es esa la causa por la cual Cristo abandonó toda comodidad, la adoración de seres celestiales, dejo las delicias celestiales, los limpios aires de las alturas, la gloria celestial para venir aquí, respirar polvo y vestirse de siervo, con el fin de morir en la cruz para que todo aquel que en él crea no se pierda, más tenga vida eterna, porque Dios no envió a su hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por medio de Él. Es por esto que Cristo sufrió.

Hermanos esto es también nuestro propósito vivir sufrimientos y padecimientos para que el mensaje de la cruz sea predicado a toda criatura y así otros sean salvados, y otros sean enviados, estamos llamados a ser parlantes de Cristo en todo lugar.

Nuestros sufrimientos no salvan a nadie, pero si son usados para guiar a los incrédulos al Salvador.

Dice el Ps John Macarthur “La razón por la que estás aquí en la tierra, es que no puedes evangelizar a nadie en el cielo”.

Estamos puestos aquí como parte del plan de Dios, siendo contados como esos benditos pies que salen y anuncian el evangelio. Ese es nuestro propósito y por eso sufrimos.

En segundo lugar vemos que es mejor siempre sufrir por el bien, pues Cristo lo hizo por nosotros muriendo en nuestro lugar.

murió por los pecados una sola vez, el justo por los injustos

Sufrir haciendo el bien es un privilegio siempre, pues es un acto de total adoración al Señor. Cristo murió amados hermanos. Esto no es un mito, no es poesía, no es una mera confesión, no es un rito simbólico; El murió entregando así su vida para que fuese desfigurada con el fin de salvar a su pueblo por medio de Él.

Hermanos Cristo fue divino, pero también un hombre, esto quiere decir que Él sentía cada uno de los dolores propios de los latigazos, que dicho sea de paso, desgarraban su espalda, muslos, hombros, brazos, cada vez que estos le golpeaban, pues el instrumento usado era parecido a una garra que se clavaba en su piel y luego era retirada con violencia, una y otra vez. El dolor de la cruz de espinas, que en realidad debe haber parecido más un casco de espinas, traspaso su cuero cabelludo, una de las zonas más sangrientas del cuerpo. Sintió cada tropiezo que dio con el madero cargado en sus hombros. Sintió la lanza atravesando su costado y los clavos que atravesaron sus pies y manos también. Pero esto no era nada hermanos, de verdad, esto no era lo peor. Lo peor era morir sin Dios, en total soledad, en total desprecio del Padre y además recibiendo de su propia mano su ira, la cual caería ese día en Cristo muriendo así el justo por los injustos.

Por esto el Señor oró previamente a la crucifixión, sabía que quedaría solo con la cruz y su dolor en ese lugar.

Cristo tomo el pecado de su pueblo, murió literalmente, su vida carnal se acabó, el peso del pecado fue puesto todo sobre él, el cuchillo de Abraham no fue detenido aquí, ya que fue degollado el cordero de Dios quitando así el pecado del mundo.

El justo, quien jamás cometió pecado, por nosotros se hizo pecado, por los injustos se entrego en la horrenda cruz, tomando mi lugar, tomando tu lugar.

¿Por qué es mejor vivir sufriendo por la causa del bien? Porque de esta manera imitamos a nuestro Señor, servimos a nuestro Señor, para que otros también conozcan a nuestro Señor.

¿El propósito de tanto sufrimiento?

para llevarnos a Dios

Esto es algo que escapa de nuestra mente hermanos, Él hizo todo esto con el fin de llevarnos a Dios.

El ser más hermoso y valiosos que puedas imaginar, murió para que un ser inmundo como tú y yo pueda ser llevado a Dios.

Debido al pecado nuestras vidas estaban preparadas con el fin de ser llevadas al castigo…

Pero Dios, que es rico en misericordia, por causa del gran amor con que nos amó, aun cuando estábamos muertos en nuestros delitos, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia habéis sido salvados), y con El nos resucitó, y con El nos sentó en los lugares celestiales en Cristo Jesús, a fin de poder mostrar en los siglos venideros las sobreabundantes riquezas de su gracia por su bondad para con nosotros en Cristo Jesús. Efesios 2:4-7.

Gracias damos entonces al Señor, pues sin merecer tanto amor él nos ha traído de tinieblas a luz, entregó su vida, perfecta, pura, santa, sublime, por nuestras vidas sucias, rebeldes, oscuras, despreciables, intolerantes y merecedoras de un castigo eterno, esto con el propósito de llevarnos a Dios.

Él se entrego para que ahora seamos aceptados. Justificados, pues por la Fe tenemos paz para con Dios, por medio de Cristo.

Entonces…

Tenemos que es mejor siempre sufrir por hacer el bien, pues así seguimos el ejemplo de Cristo, así adoramos al Señor entregando nuestras vidas por su causa,  y así imitamos a Cristo, no salvando con nuestro dolor a otros, pero si poniendo nuestros cuerpos en servicio con el fin de que otros conozcan al Señor, entregando el mensaje que también nos salvó a nosotros: El justo murió por los injusto, con el fin de que esos injustos fueran llevados a Dios.

Esto es un privilegio y nos anima en medio del dolor saber que nuestros sufrimientos no son en vano.

Pero también el texto nos muestra otra cosa maravillosa y que nos llena de esperanza Cristo resucitó. Él no perdió su vida, sino que la puso voluntariamente con el fin de tomar el lugar de pecadores malvados y así salvarlos y luego tomo su vida y así le fue dado un nombre que es sobre todo nombre.

Es así como nosotros seremos también llevados a Dios, nada inmundo entrara al cielo, nada inmundo puede estar en la presencia de Dios, cualquier cosa terrenal que se atreva a ponerse de pie en su presencia es inmediatamente enviada a los infiernos. El señor es santo, santo santo y ninguna cosa, por lo minúsculo que sea su imperfección, será aceptada en la presencia de Dios, pero en Cristo Jesús los injustos son transformados en justos, gracias a su sacrificio y su sangre derramada purifica absolutamente a toda criatura que se ha humillado ante Él, siendo presentados ante Dios con una nueva naturaleza, la de Cristo, somos santos, sin mancha alguna delante de Él.

Es por esto hermanos que siempre es mejor sufrir haciendo el bien. Si es la voluntad de Dios algún día también tendremos un cuerpo glorificado, ya no habrá más dolor, ya no habrá más sufrimiento y gozaremos eternamente con él solo gracias a la obra de Cristo.

Resumimos entonces que es mejor debido a que:

  1. Cristo así lo hizo.2.Cristo así nos justificó, y nosotros llevamos ese mensaje para que otros sean justificados. 3. Cristo resucito, y así algún día nos resucitara juntamente con él.

Los hermanos destinatarios originales estaban confiando, pues estaban entregando sus vidas, desgastándose, incluso esperando morir, por lo que verdaderamente importa; la eternidad. El hacer la voluntad del creador y dueño de todo, así como los siervos buenos, ¿puedes decir también estas palabras?

 He peleado la buena batalla, he terminado la carrera, he guardado la fe. En el futuro me está reservada la corona de justicia que el Señor, el Juez justo, me entregará en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman su venida. 2 Timoteo 4:7-8

¿Son estas nuestras palabras?, ¿Podemos descansar en esta verdad, con consciencia limpia, pues estamos santificando a Cristo en nuestros corazones?

Hermanos debemos por tanto no renunciar ante la obra del Señor, sea que esto nos cueste cualquier cosa, debemos estar firmes sirviendo al Señor, ofrendando nuestras vidas, para que otros sean alcanzados y puedan ser justificados, llevados por el espíritu de Cristo al Padre. Hermanos que esta sea nuestra razón de vivir, ser hombres y mujeres totalmente entregados a la misión del evangelio y que las afrentas que esto traiga sean tratadas y curadas con el algodón y el alcohol de la esperanza gloriosa que tendremos al recibir esa corona de justicia de manos de nuestro glorioso Señor y Salvador. A quien adoraremos por siempre.

  1. El espíritu de Cristo esta con su pueblo.

19 En el espíritu también fue y predicó a los espíritus encarcelados, 20 quienes en otro tiempo fueron desobedientes cuando la paciencia de Dios esperaba en los días de Noé durante la construcción del arca, en la cual unos pocos, es decir, ocho personas, fueron salvadas por medio del agua.

En cuanto a este texto debemos tener mucho cuidado. La Biblia no es un libro de crucigramas, sino que es una revelación, hay cosas que efectivamente son complejas, pero también hay otras, en su gran mayoría, que son claras. Si no entendemos un postulado bíblico no es culpa de la palabra, sino que algo mal está en nosotros y de tener dudas con un pasaje más complejo, u oscuro a nuestros ojos, debemos ir a los pasajes más claros para así poder tener más luz en los oscuros. No es bueno ni aconsejable tampoco especular o buscar algún significado llamativo o novedoso a un texto, sino que debemos ir al texto y a su contexto inmediato para así dar sentido a las palabras que están escritas, en dependencia del espíritu santo.

Al leer estos versos nacen varias preguntas, sin embargo les diré lo que este texto, digo con temor y reverencia, dice, de acuerdo a la misma palabra y al respaldo de hermanos del pasado que han interpretado de la misma forma.

El texto No dice.

El texto no está diciendo que Cristo en el espíritu, luego de resucitar, fue a predicar condicionando esta predicación a su resurrección.

El texto no está diciendo que Cristo predico a ángeles caídos que están encerrados en prisiones. No podemos asociar palabras espíritus y encarcelados a esto de acuerdo al mismo contexto.

El texto no dice que Cristo predico el evangelio a almas de hombres y mujeres en un lugar tipo “purgatorio” donde pudieron oír el evangelio, del Cristo resucitado y así ser salvos.

Lo que Sí dice el texto.

El texto si dice que Cristo predico a espíritus encarcelados en otro tiempo y en el espíritu.

El texto dice que estos fueron desobedientes a esta predicación, siendo que Dios actuó con paciencia.

El texto dice que de aquellos solo 8 se salvaron en el arca, a través del agua.

El texto nos enseña que:

Con ese mismo espíritu imperecedero, poderoso, omnisciente, eterno, santo, Cristo volvió a vivir. Pero también fue a través de ese espíritu de Dios que Cristo testifico, predicó a hombres y mujeres en los terribles y depravados días de Noé. Estos desobedecieron la voz de Noé, que en realidad era Cristo hablando, capacitando también a Noé quien vivía obrando conforme al mandato de Dios. Y solamente, por la gracia y obra del espíritu de Cristo, solo 8 personas fueron salvadas de ese terrible juicio.

Esto está en armonía con lo que Pedro ya ha mencionado en el Cap. 1:10-11

10 Acerca de esta salvación, los profetas que profetizaron de la gracia que vendría a vosotros, diligentemente inquirieron e indagaron, 11 procurando saber qué persona o tiempo indicaba el Espíritu de Cristo dentro de ellos, al predecir los sufrimientos de Cristo y las glorias que seguirían. 12 A ellos les fue revelado que no se servían a sí mismos, sino a vosotros, en estas cosas que ahora os han sido anunciadas mediante los que os predicaron el evangelio por el Espíritu Santo enviado del cielo; cosas a las cuales los ángeles anhelan mirar.

El espíritu de Cristo fue quien dio testimonio de sí mismo a los hombres a través de los profetas. Es ese mismo espíritu el que entonces reposa sobre los hijos que Dios que hoy predican el evangelio y que además sufren debido a llevar su fe, pues dice el Cap. 4:14

14 Si sois vituperados por el nombre de Cristo, dichosos sois, pues el Espíritu de gloria y de Dios reposa sobre vosotros. Ciertamente, por ellos El es blasfemado, pero por vosotros es glorificado.

¿Pero qué animo trae a estos hermanos saber que el espíritu de Cristo fue el mismo que predicó en el pasado, el cual también resucito?

¿Cómo esto ayuda al peregrino sufriendo por la causa de Cristo?

Pues bueno, a simple vista no se ve, pero si meditamos un poco más podemos ver que es una noticia tranquilizadora saber que si estoy viviendo conforme el Señor lo desea y que si incluso estoy padeciendo debido a esto, Cristo esta conmigo, así como estuvo en la resurrección y así como estuvo con Noé quien fue considerado heredero de la justicia y predicador de la justicia, esta hoy con nosotros cumpliendo la bendita promesa también en estos hermanos y en nosotros:

No temas, porque yo estoy contigo; no te desalientes, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré, ciertamente te ayudaré, sí, te sostendré con la diestra de mi justicia. Isaías 41:10

 y he aquí, yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Mateo 28:20

17 Cuando le vi, caí como muerto a sus pies. Y El puso su mano derecha sobre mí, diciendo: No temas, yo soy el primero y el último, 18 y el que vive, y estuve muerto; y he aquí, estoy vivo por los siglos de los siglos, y tengo las llaves de la muerte y del Hades. Apocalipsis 1:17-18

10 No temas en nada lo que vas a padecer. He aquí, el diablo echará a algunos de vosotros en la cárcel, para que seáis probados, y tendréis tribulación por diez días. Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida. Apocalipsis 2:10

Es el mismo glorioso y asombroso Jesús que dijo antes de Abraham Yo soy, el mismo que no tiene límites de tiempo. Esa es una esperanza, saber que el mismo espíritu de Cristo esta siempre con su pueblo. Quien protegió a Noé y a su familia en el arca, es el mismo espíritu  que hoy protege a su pueblo en medio de una inundación de dolor.

ÉL es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación. 16 Porque en Él fueron creadas todas las cosas, tanto en los cielos como en la tierra, visibles e invisibles; ya sean tronos o dominios o poderes o autoridades; todo ha sido creado por medio de Él y para Él. 17 Y Él es antes de todas las cosas, y en Él todas las cosas permanecen. 18 Él es también la cabeza del cuerpo que es la iglesia; y Él es el principio, el primogénito de entre los muertos, a fin de que Él tenga en todo la primacía. 19 Porque agradó al Padre que en Él habitara toda la plenitud, 20 y por medio de Él reconciliar todas las cosas consigo, habiendo hecho la paz por medio de la sangre de su cruz, por medio de Él, repito, ya sean las que están en la tierra o las que están en los cielos. Colosenses 1:15-20

Es él hermanos quien está con su pueblo ayer, hoy y estará mañana con toda seguridad, pues su palabra no pasara y dice:

Aunque mi padre y mi madre me dejaran, Con todo, Jehová me recogerá. Salmos 27:10

Dios es nuestro amparo y fortaleza, Nuestro pronto auxilio en las tribulaciones.

Por tanto, no temeremos, aunque la tierra sea removida, Y se traspasen los montes al corazón del mar;

Aunque bramen y se turben sus aguas, Y tiemblen los montes a causa de su braveza. Sela Salmos 46:1-3

Porque donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos. Mateo 18:20

No importa el lugar, Cristo estará donde sea con su amada manada, siempre, jamás falta, él está con nosotros.

No hay mejor lugar que este, fuera de Él nos espera la cárcel eterna, ese lugar de lloro y crujir de dientes. Pero con él estamos dentro del arca y las aguas no nos tocaran.

Aunque para el mundo seamos minoría, seamos objeto de ridículo, de persecución, sea cual sea el tipo de esta, hermanos recordemos que estamos en el lugar de Dios, él está luchando la batalla y a pesar de las apariencias somos más que vencedores.

“Un hombre con Dios siempre es la mayoría

John Knox

 

  • Fuimos bautizados, el pecado quedó atrás.

21 Y correspondiendo a esto, el bautismo ahora los salva a ustedes, no quitando la suciedad de la carne, sino como una petición a Dios de una buena conciencia, mediante la resurrección de Jesucristo.

Pedro ahora pasa a mostrar otro aspecto que es necesario tener en mente cuando las aflicciones del tiempo presente están nublando nuestra vista y nos confunden.

Recordemos que Pedro inició esta sección diciendo que es mejor padecer por la causa de Cristo, que haciendo lo malo, es decir al salvarnos de la condenación eterna, demostramos nuestra identificación en el sufrimiento de Cristo.

Estas 8 personas fueron salvadas no en el agua, sino que pasaron a través del agua, es decir, ellos fueron salvados en una inmersión, mientras otros quedaron ahogados, en desesperación, mientras tragaban las aguas del juicio de Dios, estas 8 personas, por gracia y misericordia, fueron salvadas de esas mismas aguas, estuvieron en las aguas, pero gracias a su arca no se quedaron en las aguas, sino que salieron de las aguas, sobre la condenación de las aguas, por encima del castigo y salieron a una nueva vida y en comunidad.

El texto dice que así como a ellos no fueron salvados debido al mega bautismo, sino que fueron salvados por el espíritu de Cristo, así es que los creyentes del Asia menor habían sido salvados por la resurrección de Jesucristo, es decir, por su obra completa incluyendo la esperanza de vida eterna que él prometió y que esta se manifestó en su resurrección. Ellos tenían plena certeza de que ya había atravesando las aguas y ya no estarían jamás bajo la condenación de las aguas.

Sin embargo Pedro dice que el bautismo les salva, pero también es cuidadoso en aclarar que este acto no es quién hace verdaderamente la limpieza de pecados, este acto representa lo que estos creyentes debían tener firmes en sus corazones; la salvación del Señor ya en ellos y firmes. En el bautismo ellos muestran lo que Dios ya hizo en sus corazones cuando les salvo, por lo mismo Pedro dice que salva, no quitando la suciedad de la carne, sino como una petición a Dios de una buena conciencia, mediante la resurrección de Jesucristo

Pero ¿Cómo esto anima a quienes ya se han bautizado y ahora están sufriendo persecución?   

Esto trae a la memoria de los hermanos otro motivo de ánimo en medio del dolor al recordar que sus vidas fueron dejadas atrás, esas vidas en las cuales se debía derramar el juicio de Dios han muerto ¡ya!, quedaron sepultadas en las aguas. Ahora son hombres y mujeres amados por Dios y que si bien están sufriendo, estos padecimientos no son debido a que Dios le volvió a odiar y ahora esta aburrido de ellos olvidando así su pacto, sino que tienen esperanza en saber que los sufrimientos actuales vienen debido a honrar al Señor.

“Cuando pasamos por el agua del bautismo, pasamos por la muerte y el juicio. Hemos sido enterrados con Cristo y hemos resucitado con él. Hemos pasado de la muerte a la vida. El juicio terminó. El sufrimiento que experimentamos no puede ser la condenación de Dios. Cristo ya lo ha experimentado por nosotros. Lo recibimos a través de la fe y expresamos nuestra fe por el bautismo. Este representa un recordatorio constante que se evitó el peor sufrimiento. Cristo lo sufrió por nosotros. Nunca tendremos que ir a juicio. Ahora no existe la condenación. Ya hemos pasado esa muerte en Cristo y resucitado en Él. Por consiguiente, nuestro sufrimiento actual no se debe a la ira de Dios, sino a la amorosa disciplina de nuestro Padre y la preparación para la gloria”.  John Piper

Esto nos recuerda el bautismo. Cuánto meditas en tu bautismo?...No hablo de lo lindo que estuvo la ceremonia, me refiero a cuanto meditas en ese mandato que llevaste a cabo y que fue un medio de gracia por el cual el Espíritu del Señor estuvo presente, pues realizaste un mandato dado por él y además te incluiste así en  la familia de Dios, tu iglesia. Recuerda que publicaste así tu nueva vida, dejando atrás ese hombre perverso y amante del pecado, para vivir ahora en novedad de vida, sometido al Señor y a su iglesia, adorando su nombre. No meditamos en nuestro bautismo, debemos hacerlo, pues no fue solo un acto, sino que fue el inicio publico de nuestra vida de nueva vida en Cristo.

  1. Cristo es victorioso

22 quien está a la diestra de Dios, habiendo subido al cielo después de que Le habían sido sometidos ángeles, autoridades y potestades.

Por último veamos que Cristo es victorioso. Él es antes que todas las cosas, Él estaba preparado desde antes de la fundación del mundo. Él predico sobre sí mismo para salvar a sus escogidos, Él cumplió con su promesa viendo perfectamente por su pueblo, cargando en la muerte de la cruz los pecados de su pueblo y resucitando con poder del espíritu, prometiéndonos así que regresará por su pueblo para llevarnos al Padre completar tangiblemente sus promesas en su glorioso día.

Pero además el texto nos dice que todo lo que hemos visto en la carta, TODO, está sometido a Él. Ángeles, autoridades y potestades, TODAS LAS COSAS.

Es a Él a quien servimos. Esto suena para el mundo como un salto al vacío, pero para quienes han creído, quienes han sido justificados por Cristo, quienes confían en él, quienes han sido bautizados, quienes además desean incluso sufrir por llevar su evangelio glorioso al mundo, ellos saltan, pues saben que caerán en los brazos amorosos de su Padre, pues el Señor esta a su diestra reinando con total autoridad.

El sufrimiento del cristiano esta en total control del Señor, su soberanía nunca se pone en pausa, siempre es algo que Dios tiene en total control y de estar viviendo diversas pruebas las cuales nos hagan dudar, debemos ir a Cristo, pero con esto en mente: Todo está en las manos del Señor, él nos ayuda a descansar incluso en el sufrimiento, sabiendo que somos parte de su pueblo, y que él estás con nosotros siempre.

Hermanos recordemos a Job quien no fue considerado por Satanás, fue Dios quien le dijo a Satanás que considerara a Job y fue así Dios quien usó la maldad de Satanás, el sufrimiento de Job con el fin y propósito de que Job aprendiera quien es Dios, por tanto Job termina concluyendo :

Respondió Job a Jehová, y dijo:

Yo conozco que todo lo puedes, Y que no hay pensamiento que se esconda de ti.

¿Quién es el que oscurece el consejo sin entendimiento? Por tanto, yo hablaba lo que no entendía; Cosas demasiado maravillosas para mí, que yo no comprendía.

Oye, te ruego, y hablaré; Te preguntaré, y tú me enseñarás.

De oídas te había oído; Mas ahora mis ojos te ven.

Por tanto me aborrezco, Y me arrepiento en polvo y ceniza.

Job 41:1-6

Un hombre con total abundancia siendo tratado por Dios, quien perdió sus posesiones, sufrió y fue afligido, pero Dios siempre estuvo con él y al control de todo haciendo de Job un siervo humilde, santo, similar a Cristo usado para los propósitos de Dios.

Esta declaración debe hacernos temblar hermanos, TODAS las cosas están sometidas a Él, tu esposo, tus padres, tus jefes, tus pastores, tu presidente, alcalde…Todo está puesto bajo sus pies, él es todopoderoso y no está sujeto a nada.

TODO es de Cristo. Y nuestros actos, ninguno quedara sin ser mirado atentamente por sus ojos, nuestro clamor no dejara de ser oído por el Señor, y además él no solo mira y oye, sino que está con nosotros, con el mismo poder que le levantó de los muertos, él está también hoy en día, por tanto debemos y podemos confiar en que Él hará justicia y además sabemos que todo cuanto estamos atravesando es parte de un  propósito glorioso, en el cual estamos siendo privilegiados al poder participar de sus padecimientos.

Hermanos todo lo que ocurre está en manos de Cristo, y sea lo que sea es por nuestro bien y para su gloria, por tanto no debemos temer y no debemos desesperar; Él está al control.

El mismo Cristo que tomó nuestro lugar en la cruz del calvario, muriendo en horrenda cruz, cargando nuestros pecados y recibiendo el terrible juicio de Dios, es el mismo que resucitó y que hoy no solo está sentado a la diestra de Dios, sino que es ese mismo Cristo quien esta con nosotros todos los días hasta el fin del mundo.

¡Gloria a Dios!