Continuamos con la serie Vida en Comunidad. Hoy exploraremos la importancia de ser edificados bajo el mismo fundamento. El crecimiento de la Iglesia depende de forma exclusiva del crecimiento de sus miembros. La Iglesia es un cuerpo, y cada uno de sus órganos, huesos, piel y extremidades debe crecer en armonía. Para esto es crucial que cada miembro de la congregación comprenda lo vital que resulta cada espacio de enseñanza que viva la Iglesia, es necesario moldearnos a las Escrituras, y que ella establezcan la cosmovisión que glorifica el nombre de Dios en nuestras mentes y corazones. Para esto profundizaremos en el ministerio de la Palabra y los beneficios que ella tiene para la comunidad. Los invitamos a ser parte de esta enseñanza.

Adjuntos