1 Pedro 4:15-19

15 Que de ninguna manera sufra alguno de vosotros como homicida, o ladrón, o malhechor, o por entrometido. 16 Pero si alguno sufre como cristiano, que no se avergüence, sino que como tal glorifique a Dios. 17 Porque es tiempo de que el juicio comience por la casa de Dios; y si comienza por nosotros primero, ¿cuál será el fin de los que no obedecen al evangelio de Dios? 18 Y si el justo con dificultad se salva, ¿que sera del impío y del pecador? 19 Por consiguiente, los que sufren conforme a la voluntad de Dios, encomienden sus almas al fiel Creador, haciendo el bien.

Veíamos en el sermón anterior que una de las consecuencias que arrastrara la vida santa de una iglesia es la persecución,  la prueba es algo que no nos debe sorprender, además este fuego de la prueba no es algo casual o algo al azar, sino que esta se encuentra en un plan de Dios para con nuestras vidas, Dios a través del fuego de la prueba esta purificándonos, quitando lo que no sirve, lo que ha de ser desechado y está haciéndonos a la imagen de Cristo Jesús.

También veíamos que debemos gozarnos debido a este tiempo, pues siendo identificados como pequeños cristos, estamos participando de los sufrimientos que nuestro Señor padeció y que vienen debido a andar como el anduvo.

También recordemos que tenemos una maravillosa esperanza de gloria, pues esto sería terminado en la revelación de su gloria donde gozaremos de gran alegría con nuestro Señor, y si bien ellos nos persiguen y ultrajan es debido a que el espíritu de nuestro Señor vive en nosotros, pero también recordábamos que ellos, quienes nos persiguen, serán juzgados pues blasfeman en contra del Señor al perseguirnos a nosotros.

Hoy terminaremos el capitulo 4 1 Pedro 4:15-19  y veremos que mientras  en el sermón anterior aprendimos que debemos gozarnos si estamos sufriendo injustamente, es decir, no gozarnos por las palabrotas, la discriminación, los golpes, las muertes etc de los cristianos, nadie debería reír o alegrarse cuando un cristiano a muerto o a sido violentado, sino que gozarnos debido a que eso es muestra de algo que pasa debido a que el santo espíritu del Señor esta en medio de su pueblo, no debemos sufrir persecución debido a pecar o a estar involucrados con pecadores, sino que debemos atender al inminente juicio de Dios viniendo primero a su propia casa para luego salir y juzgar al mundo incrédulo.

I. Un cristiano no puede ser estar ligado al pecado

15 Que de ninguna manera sufra alguno de vosotros como homicida, o ladrón, o malhechor, o por entrometido.

Vemos aquí otro mandato de parte del Señor a los creyentes.  Nos ha mandado Pedro a No sorprendernos del fuego de prueba,  Gozarnos en medio de la prueba y ahora a No sufrir debido al pecado. Para llegar a sufrir persecución debe existir una causa, y si bien sabemos que los hermanos que recibieron esta carta estaban en una estreches total, debido a su fe, ellos no debían simpatizar con el mundo, uniéndose a las causas del mundo. De ser así y de existir castigo o persecución, es algo justo y necesario. Recordemos que debemos honrar a nuestras autoridades, 1 Pedro 2:14, y además la espada fue puesta por el Señor en manos de las autoridades para castigar al malhechor Romanos 13:4, por tanto a pesar de presentarse como un cristiano, esta persona debe sufrir las consecuencias.  No puede el cristiano librarse del castigo que su gobierno le imparta.

Es por lo mismo que Pedro da 4 conjuntos de personas que debido al pecado viven sufriendo de forma innecesaria haciéndose víctimas de sus propios pecados.

Nos manda a no sufrir como homicidas. Quizás nunca has matado a alguien, nunca has quitado la vida de tu esposa, de tus hijos, de tus colegas, o hermanos en la iglesia de manera física, sin embargo no se debe limitar el homicidio al ámbito visible, pues el señor Jesucristo dijo que este pecado va más allá que eso.

21 Habéis oído que se dijo a los antepasados: “No mataras” y: “Cualquiera que cometa homicidio será culpable ante la corte.” 22 Pero yo os digo que todo aquel que esté enojado con su hermano será culpable ante la corte; y cualquiera que diga: “Raca (necio) ” a su hermano, será culpable delante de la corte suprema; y cualquiera que diga: “Idiota”, será reo del infierno de fuego. 23 Por tanto, si estás presentando tu ofrenda en el altar, y allí te acuerdas que tu hermano tiene algo contra ti, 24 deja tu ofrenda allí delante del altar, y ve, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda. 25 Reconcíliate pronto con tu adversario mientras vas con él por el camino, no sea que tu adversario te entregue al juez, y el juez al alguacil, y seas echado en la cárcel. 26 En verdad te digo que no saldrás de allí hasta que hayas pagado el último centavo. Mateo 5

Nos manda a  no sufrir como ladrones. El cristiano no puede vivir una vida de quejas debido al pecado. Eso es un sin vergüenza hablando. Ser un ladrón es robar, quitar de la propiedad privada las cosas a otro. Eso es aberrante y para un cristiano impronunciable, pero amado si seguimos la lógica de la palabra, este pecado también es del corazón. Ser codiciosos o envidioso anhelando siempre lo que tiene el otro y no gozarse por que el otro está bien, así como robar ideas, proyectos u obtener ganancias de manera deshonesta.  Esto es vergonzoso, y lo peor es que se sufre o se vive como una pobre víctima, cuando hemos sido los victimarios al pecar en nuestros corazones con estas acciones.

Nos manda a no sufrir por causa de ser un malhechor. Una persona que hace la maldad, que busca el mal, que no puede vivir sin hacer mal, no puede pasar de curso sin copiar, no puede lograr un trabajo sin mentir, no puede conseguir esposa sin dañar a alguien, no vive de acuerdo a la bondad de Dios, sino que esta persona está envuelta siempre en actos maliciosos. Dentro de la iglesia esto es común, aunque no lo creamos muchos lloran y se sienten desplazados debido a medidas que la iglesia a tomado, y comienzan a murmurar, a mentir, a inventar situaciones de sus hermanos o pastores. Personas que solo hacen mal, pero además se sientes ellos mismos como las pobres víctimas.

Y Pedro nos manada a no sufrir debido a entrometernos. Esta frase ha sido bastante debatida por traductores y comentaristas bíblicos. Se dice que se refiere a un espía, o quien se crea supervisor de los demás, un informante, un revolucionario. Al tomar estas traducciones vemos que hay un común  Pedro manda a que no se debe sufrir por ser una persona que está viendo siempre lo malo del otro para luego murmurar y así crear divisiones.  Al otrios: Lo que pertenece a otros. Epíscopo: Supervisor. No se metan en lo que nadie les ha llamado a hacer. Esto es triste, en la mesa del hogar luego del culto, es cuando más se aplica este triste ejercicio. Sufrir por esto no es sufrir por nuestro Señor, sino que es sufrir por ser un cahuinero.

Lo triste y que enfatiza el texto es que hay personas que sufren, lloran, etc…piden a Dios les quite ese dolor, sin embargo es debido a sus propios pecados.  Esta persona murmura y así crea divisiones en la congregación.

Porque oímos que algunos entre vosotros andan desordenadamente, sin trabajar, pero andan metiéndose en todo. 1 Tesalonicenses 3:11

12 incurriendo así en condenación, por haber abandonado su promesa anterior. 13 Y además, aprenden a estar ociosas, yendo de casa en casa; y no sólo ociosas, sino también charlatanas y entremetidas, hablando de cosas que no son dignas. 14 Por tanto, quiero que las viudas más jóvenes se casen, que tengan hijos, que cuiden su casa y no den al adversario ocasión de reproche. 1 Timoteo 5:12-14

Por lo tanto, he aquí uno más de los absolutos de la palabra del Señor, ¡El creador ha hablado! No es posible que el cristiano esté involucrado en pecados, junto a los incrédulos y además sufriendo por esto, es decir, siendo perseguido debido al pecado.

El Salmos 1 nos enseña que no debemos andar en sus consejos, estar en sus caminos y mucho menos sentarnos, tener comunión, con los malos, pecadores y escarnecedores.  Por muy duro y difícil que sea el tiempo que están viviendo estos hermanos, no podían ligarse a los incrédulos, aunque faltara el alimento, aunque faltaran beneficios sociales, aunque fueran a morir, no es posible que un cristiano se rinda al mundo uniéndose a él.  Esto es dejar de adorar el nombre de Cristo, es dejar de servir al Señor. Hacemos bien entonces en mirar nuestros sufrimientos, los cuales son agudos y muy dolorosos, trayendo incluso desanimo y frustración, lagrimas y desesperación, ¿pero esto a que se debe? no se cuestiona lo real del dolor y de la persecución que está viviendo esta persona, sino que la pregunta es simple ¿Por qué está pasando esto?

Estoy sufriendo discriminación, pasando por necesidad, separación de mi familia, mi jefatura me persigue, en mis estudios me discriminan y se burlan de mí…pero ¿Por qué? ¿Por la causa de Cristo o debido a mis murmuraciones, a homicidios de mi corazón o se debe a mi vida ligada en pecados constantes?

Sí  es debido a tus pecados, eso es parte del castigo necesario que Dios está impartiendo sobre sus hijos al ser disciplinados, hay dolor y debes confesar tu maldad, claro que hay dolor, pues así es la disciplina, confiesa tus pecados.

Nuestras formas de vida y de pensar nos llevan a generar lazos con el pecado y luego así acarreamos sufrimientos que vienen como consecuencias de nuestros pecados. Los hermanos del Asía Menor arrastraban la vida pasada, cosa que es común en el creyente. ¿Quién no se ve envuelto en formas de vida que tienen nuestras ideas del mundo en el cual vivíamos, como dice 1  Pedro 1:18 vana manera de vivir heredada de nuestros padres o 1 Pedro 4:3 Basta ya el tiempo pasado para haber hecho lo que agrada a los gentiles.  Sí, hay persecución, hay pruebas y esto trae dolor, angustia, tristeza…pero…

¿Será debido a días de descanso que quiero ampliar con licencias médicas falsas?

¿Será debido a cosas que he comprado y ahora no puedo pagar, pues lo hice con un crédito de papeles falsificado?

¿Será debido a que tengo una relación  que está llena de mentiras, de engaños y es no agradable a Dios?

¿O acaso será debido a que soy una persona entrometida, mirando el pecado de todos para luego murmurar de todos y esto ha traído  divisiones y problemas a mi vida personal? ¿O será este sufrimiento por la causa de Cristo…?

Si la causa que te hace sufrir no es la correcta, es debido que no es la causa de Cristo.

Deja de pecar así. Esto es algo que no cesara, pues la causa de tus dolores no es la correcta, no es la causa de Cristo, sino que es tu causa, es tu interés el que está en juego y esto siempre traerá juicio sobre tu vida. Deja las ideas del mundo, pues las consecuencias son claras. Pero si padeces debido a las causas de Cristo tendrás tu vida llena de verdadero gozo, olvídate de ti, vive para el Señor y encontraras el gozo que da el Señor.

No se avergüencen

16 Pero si alguno sufre como cristiano, que no se avergüence, sino que como tal glorifique a Dios.

Ahora bien, si en nuestra consciencia el Señor nos ha mostrado que en realidad nuestros dolores son debido a nuestros pecados debemos arrepentirnos amados hermanos. Sin embargo si esta persecución,  este dolor, viene por una vida santa, si viene debido a que el mundo nos identifica con Cristo, entonces no debemos sorprendernos, debemos gozarnos y ahora Pedro nos dice que no debemos avergonzarnos.

Recordemos que Pedro se avergonzó del Señor, el tuvo miedo de ser contado como uno de los discípulos de Cristo. Pedro incluso juro para negar a su Señor, así se trato de camuflar con el mundo, esto es vergonzoso muy triste por esto Pedro lloro afuera, solo, amargamente. Y es allí, en el traicionero, donde debe habitar la vergüenza no en quien vive como un hijo de Dios, haciendo el bien, sino en quienes viven en la sensualidad, en lujurias, en borracheras, en orgías, en embriagueces de todo tipo, en idolatrías, en mentiras, en hurtos, en odios, homicidio, en chismes, murmurando, usando la lengua para dividir al pueblo de Dios. De ellos es la vergüenza, ellos deben cubrirse de vergüenza debido a vivir lejos del Señor. Ellos deben avergonzarse pidiendo perdón al Señor, en ellos quienes niegan a Cristo, los que dejan al Señor por amor de las cosas materiales como la vida, la amistad, el dinero… que ellos se avergüencen, que el mundo se avergüence, no quien sufre debido a Cristo.  ¿De qué te avergüenzas?

El mundo está al revés y claramente la intención del mundo es que retrocedamos y que vivamos una fe personal, secreta, oculta, pues de lo contrario la maquinaria de babilonia nos aplastará. Desean que nos avergoncemos de nuestra fe en nuestros trabajos, en nuestros estudios, en nuestros hogares y en el vecindario, pero no debemos avergonzarnos, si desean aplastarnos ¡que así sea! Esto es ganancia para el cristiano. No estamos llamados a ocultarnos para vivir, estamos llamados a predicar el evangelio de nuestro Señor aunque esto nos signifique morir para vivir eternamente. Que no nos de vergüenza el hecho de ser políticamente incorrectos, no débenos disfrazar la verdad del evangelio y menos disfrazarla para que le agrade al mundo, si se hieren sus sentimientos, no es problema nuestro, si decimos que el homosexualismo es pecado y es aberrante a Dios, si decimos que el aborto no es interrupción, sino que es un asesinato arbitrario de un ser indefenso, si decir que los niños deben y tienen un padre hombre y una madre mujer, decir que solo existen hombre y mujeres, y por esto somos perseguidos y censurados ¡gloria a Dios!  No nos avergoncemos, suframos como cristianos y así glorifiquemos a Dios, honrémoslo, cantemos más fuerte a su nombre.

32 Por tanto, todo el que me confiese delante de los hombres, yo también le confesaré delante de mi Padre que está en los cielos. 33 Pero cualquiera que me niegue delante de los hombres, yo también lo negaré delante de mi Padre que está en los cielos.  Mateo 10

Esto es terrible. Hermano amado no nos avergoncemos de Cristo, temamos de quien puede enviar nuestra alma al infierno, no de los que solo pueden herir el cuerpo. Nuestro Señor no se avergonzara de llamarnos suyos en el juicio de Dios, es su promesa. Levantemos nuestros brazos, alabemos a Dios, con fuerte voz glorifiquemos al Padre en medio de la persecución y del sufrimiento con cánticos que exalten a nuestro amado Dios, con nuestras vidas sirvamos.

Los cristianos mártires con cánticos esperaban a los leones en el coliseo, Juan Huss cantó al Señor mientras el fuego se encendía en sus pies por sus captores. Nosotros también debemos levantar la bandera del evangelio alabando a nuestro Rey y Señor; Jesucristo, el Rey de gloria.

Reconoced que Jehová es Dios; El nos hizo, y no nosotros a nosotros mismos; Pueblo suyo somos, y ovejas de su prado. Salmos 100:3

¿Vergüenza de Jesús?, ¿de ese Amigo tan querido a quien la vida eterna siempre pido? No; ¡que de vergüenza mi rostro se encendiera si de reverenciar su nombre algún día yo dejara! —Joseph Grigg

  1. El juicio es inminente

17Porque es tiempo de que el juicio comience por la casa de Dios; y si comienza por nosotros primero, ¿cuál será el fin de los que no obedecen al evangelio de Dios? 18 Y si el justo con dificultad se salva, ¿que será del impío y del pecador? 19 Por consiguiente, los que sufren conforme a la voluntad de Dios, encomienden sus almas al fiel Creador, haciendo el bien.

Pedro inició este capítulo diciendo que el fin de todas las cosas se acerca, que Dios está preparado para juzgar. Y ahora nos dice que es tiempo, esto está dentro del plan soberano de Dios, el juicio del Señor caerá a su debido tiempo predeterminado.

Dos grupos se nos han presentado: Grupo de quienes padecen por la causa de Cristo. Y el otro de que padecen por sus propias agendas, llenas de pecado y de maldad.

Creyentes e Incrédulos, Cristianos y mundanos. Dos grupos, pero ambos serán juzgados.  Es por lo mismo que no debemos padecer por causas fuera de la palabra de Dios, sino que debemos padecer  debido a nuestra identificación con Cristo.

El juicio

Este juicio es claro para Pedro, vendría el juicio, es un hecho, y es ahora la conclusión de Pedro respecto al sufrimiento y a  los incrédulos. Tal cual viene Cristo desde las nubes, así viene el juicio del Señor.

Lo primero que aprendemos del texto y que se nos hace extraño es donde dice: que el juicio “comience por la casa de Dios” ¿a qué se refiere aquí el texto?

 Esto es algo claro que debemos atender, pues el cristiano no es tampoco intocable.  TODOS debemos comparecer ante el tribunal de Cristo, creyentes e incrédulos, nadie podrá escapar de ese día en que todas nuestras obras sean expuestas ante el Señor.

2 Corintios 5:10. Y de una forma los creyentes han sufrido el juicio de Dios, pues es el mismo Señor quien a través de las diversas pruebas, ya mencionadas, limpia a la iglesia quitando de en medio a los falsos creyentes y además saca a pecados de nuestra vida, como el fuego limpia el metal,  así mismo el Señor ha juzgado o en otras palabras a tratado a la iglesia, a cada uno de los suyos, con su juicio purificador para hacer a la iglesia a la imagen y estatura del varón perfecto: Cristo. Dios ya esta trabajando con su casa, incluso aquí en IBGS. El ya esta trabajando, el no esta inactivo, sino que el juzga nuestras vidas, nuestra iglesia. Es doloroso cuando el Señor nos prohíbe cosas que necesitamos y creemos necesitar, pero así nos esta purificando, quizás son vidas de familiares, deseos, intereses anulados por el propósito de Dios y esto con dolor en nuestra vida, sin embargo entendemos que fue juicio, disciplina de Dios y propósito claro de acuerdo a la palabra. En la iglesia hay hermanos que no están, pues decidieron amar las tinieblas y no a la luz y esto nos trae dolor, y quizás es debido a nuestras negligencias y el Señor así nos juzga, corta y quita y esto duele, sin embargo para los cristianos esto es un juicio con esperanza, es disciplina del Padre amoroso juzgándonos.  Si todo esto es doloroso para la iglesia, y a pesar de entender que es un trato amoroso de nuestro Dios,  ¿Cómo entonces sucederá con TODOS aquellos que no han obedecido al Evangelio de Dios, ¿Cuál será su fin?

Tú sabes la respuesta, seas creyente o no, tu sabes que la maldad debe ser castigada.  No sirve de nada hacerse el desentendido, aunque guardes tus pecados bajo tierra como Acán, tu sabes que es inútil, tu consciencia te acusa, y sabes que la maldad será condenada. Y eso te desespera, lo confieses o no, es así. ¿Cuál será el fin de los que no obedecen al evangelio?

Dios mismo te juzgara en sus manos. No dejes esto en el listado de pendientes, en algo a evaluar. Este es el fin, leamos Apocalipsis 21:

Entonces oí una gran voz que decía desde el trono: He aquí, el tabernáculo de Dios está entre los hombres, y El habitará entre ellos y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará entre ellos. El enjugará toda lágrima de sus ojos, y ya no habrá muerte, ni habrá más duelo, ni clamor, ni dolor, porque las primeras cosas han pasado. Y el que está sentado en el trono dijo: He aquí, yo hago nuevas todas las cosas. Y añadió*: Escribe, porque estas palabras son fieles y verdaderas. También me dijo: Hecho está. Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin. Al que tiene sed, yo le daré gratuitamente de la fuente del agua de la vida. El vencedor heredará estas cosas, y yo seré su Dios y él será mi hijo. Pero los cobardes, incrédulos, abominables, asesinos, inmorales, hechiceros, idólatras y todos los mentirosos tendrán su herencia en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda.

III.Viviendo a la luz de juicio de Dios

18 Y si el justo con dificultad se salva, ¿que será del impío y del pecador?

La noticia es terrible, es desesperanzadora, es algo doloroso. Pero es algo que debe ocurrir, pues ellos son quienes voluntariamente odian a Cristo y matan a sus enviados.

Pedro ahora habla nuevamente de la dificultad del creyente en la salvación, lo cual es difícil debido a que un injusto no puede auto justificarse. ¿Cómo es difícil?, ¿acaso no basta con creer? Esto es porque quien ha creído verdaderamente depositando toda su confianza en Dios tendrá que vivir también por fe, no solo confesar, sino que incluso poner su cabeza a disposición de esa confesión.  El cristiano necesita vivir por fe, es salvo por gracia un regalo inmerecido de Dios, y esto fue realizado por otro, una persona completamente justa, quien murió para que los injustos fueran llevados al Padre, como hijos amados, justificados totalmente y limpio de toda maldad, siendo amados por Dios. Somos salvos por gracia por medio de la fe en Cristo Jesús, sin embargo debemos vivir conforme a nuestra profesión de fe, la fe sin obras es muerta, una fe verdadera traerá esas obras conforme a la fe en Cristo y esto siempre será complejo, difícil y algo que costara trabajo hacer.

Simon Kistemaker   

“En su Epístola a los filipenses, Pablo insta a sus lectores con las siguientes palabras: “Seguid obrando vuestra salvación con temor y temblor” (2:12). Tras lo cual añade que “es Dios quien obra en vosotros el querer y el hacer según su beneplácito” (v. 13).Es decir, el hombre no puede ganarse la salvación, porque es un don de Dios. Pero la salvación del hombre es un proceso de desarrollo espiritual y de crecimiento en el conocimiento de Jesucristo como Salvador. En este proceso el hombre debe esforzarse hasta el límite de su capacidad”.

 

Sin embargo esa vida de fe en Cristo no es fácil, es muy difícil. Es una vida de abnegación, es una vida de sufrimiento, es una vida que esta entregada a la causa de Cristo incluso a la muerte, siendo considerados como ovejas de un matadero, una vida de tribulación, angustia, persecución, hambre, desnudez, peligro, espada. (Romanos 8:35-37)

Es por lo mismo que nuestro Señor dijo:

14 Porque estrecha es la puerta y angosta la senda que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan. Mateo 7:14

No hay promesas de riquezas materiales, de sanidad  física, de un mundo de rosas y de paz, sino que es un camino difícil, duro, un camino angosto, donde pocos, no muchos,  serán quienes hallen la vida eterna y gloriosa en Cristo Jesús.

La palabra difícil  la vemos en Hechos 27 donde a duras penas, con dificultad lograron mantener la nave en curso los marineros en un viaje de Pablo hacia Roma.

Es así como ocurre amados hermanos en la vida del Cristiano, sabemos que el Señor nos ha hecho hijos, sin embargo el vivir conforme a esa verdad, obedeciendo sus mandatos y  creyendo en sus promesas es un trabajo difícil, duro, agotador. No nos ganamos nada de la salvación con nuestro actuar, sino que demostramos que hemos creído  y que estamos confiando en Él, pues Él nos ha dado nueva vida y promesas que son superiores a nuestra propia vida terrenal.

¿Qué pasa con el impío y pecador, si con el cristiano es tan difícil?

Sí es así con el creyente, con quien Dios ya ha declarado justo mediante el evangelio de nuestro Señor Jesucristo, ¿Qué pasara con los que rechazan su nombre, con los impíos pecadores, hombres que se envanecieron en sus razonamientos, esos hombres sangrientos, hombres despiadados, hombres soberbios?

La respuesta es clara hermanos, lo veíamos en Apocalipsis 21.  Está preparada para ellos la condenación.  Oh amados no seamos necios, no pongamos nosotros, con la tinta de la indiferencia y de la soberbia nuestros nombres donde hoy no se ven, allí en ese lugar oscuro y solitario, el lugar de condenación eterna. No rechacemos al Señor hoy, para vivir mañana en un lugar oscuro, solitario y lejos de la paz del Señor.

Porque es justo delante de Dios pagar con tribulación a los que os atribulan,

y a vosotros que sois atribulados, daros reposo con nosotros, cuando se manifieste el Señor Jesús desde el cielo con los ángeles de su poder,

en llama de fuego, para dar retribución a los que no conocieron a Dios, ni obedecen al evangelio de nuestro Señor Jesucristo;

los cuales sufrirán pena de eterna perdición, excluidos de la presencia del Señor y de la gloria de su poder, 10 cuando venga en aquel día para ser glorificado en sus santos y ser admirado en todos los que creyeron (por cuanto nuestro testimonio ha sido creído entre vosotros).  2 Tesalonicenses 1

Todos nosotros hemos pecado, nadie puede levantar la mano en señal de inocencia ante Dios quien lee lo más profundo de nuestros corazones y conoce cada acto así como pensamiento de maldad, estamos desnudos ante él, por lo tanto no seamos necios y confesemos nuestros pecados al Señor, creamos solo y únicamente en Cristo Jesús, el inocente que tomo el lugar de los impíos y pecadores, recibiendo el castigo de Dios que nosotros merecíamos para que pudiéramos ser salvados, pero además quien resucito al tercer día dándonos esperanza de vida eterna y de dicha futura.  La vergüenza es solo quitada por Cristo, pues el llevó también en la cruz la paga de nuestra vergüenza.

Arrepentidos al Señor vengamos al Señor: Isaías 55:6-7

Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano.

Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar.

Nuestra esperanza

19 Por consiguiente, los que sufren conforme a la voluntad de Dios, encomienden sus almas al fiel Creador, haciendo el bien.

Este verso concluye este capítulo, mandándonos a descansar en el Señor. El propósito de todo lo expuesto, la esperanza en medio de la persecución y del sufrimiento es encomendar nuestras almas a quien es fiel y verdadero.  No encomiendes tu alma a nada terrenal, sino que al Señor.

Por lo tanto no debes desesperar. No debemos caer en un mar de aflicción y de desanimo, pues si estamos sufriendo por la causa de Cristo, debemos gozarnos, pero además debemos descansar en que es Dios quien guardara nuestras almas, así lo dice 1 Pedro 1:5 que sois guardados por el poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la salvación que está preparada para ser manifestada en el tiempo postrero.

Dios nos ayude entonces a cumplir con su deseo, que podamos vivir haciendo el bien, vivir a pesar del dolor y del sufrimiento, sirviéndole a Él.  Algún día Él vendrá por su pueblo, no habrá más lagrima ni dolor, no habrá mas sufrimiento, por tanto esperémosle ahora haciendo el bien, sirviendo a Cristo con integridad de corazón, sin vergüenza, sino que con valentía.

Dios nos guía amados hermanos.