Continuamos con la nueva serie: Vida en comunidad. Hoy seguiremos estableciendo las bases de esta enseñanza. Profundizaremos en los cimientos  que sustentan nuestra comunión: el Sacrificio de Cristo. Por esto, es sumamente importante considerar que no podemos llamarle "hermano" a cualquier persona, sólo a los redimidos por Dios, ya que nuestra edificación mutua depende los unos de los otros. El encuentro en comunidad entonces, tiene como único propósito revelarnos mutuamente el Evangelio, y conservar nuestro vínculo espiritual por medio de reflejar en nuestras vidas la paz del Señor. Estudiaremos en qué consiste guardar este  vínculo, ya que nuestra comunidad es la fuente que Dios utiliza para enviar bendición y vida eterna (Salmo 133).

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