La lucha del Cristiano

1 Pedro 2:11-12 LBLA

Resumen sermón pasado.

Los hermanos del Asía Menor ahora saben, han refrescado sus mentes con la fresca y dulce agua que brota desde la cascada mas pura y bendita, la cruz de Cristo. Ellos ahora respiran recordando que son de Dios, tienen identidad, y saben que están en la tierra con un propósito; anunciar las virtudes de su Señor, ese que les llamo de las tinieblas a su luz. Sin embargo nace una pregunta ¿Cómo cumplimos con anunciar? Vimos que esto se hace siendo proclamadores, difusores,  de todas sus virtudes, predicando el Evangelio y en consecuencia mostrando al mundo lo que Él ha hecho en nosotros, con nuestra boca y con nuestros actos. Pero necesitamos más detalles, pues uno de nuestros problemas es precisamente repetir o vivir con frases generales, nos arrepentimos de forma general, pero Dios quiere que le confesemos en detalle pecados, agradecemos de forma general, pero Dios quiere que detallemos nuestras gratitudes, y aquí podría ocurrir lo mismo, debemos anunciar sus virtudes en nuestros dichos y con nuestros actos, pero Pedro no se queda con eso, el responde a la pregunta, pues además la tarea es contra corriente ¿Cómo hacerlo, sobre todo cuando el mundo es hostil al cristiano y todo lo hace de forma corrupta? Pues bueno, la respuesta de Pedro es  pastoral, tiene un tono amoroso, pero también tiene un tono de urgencia y de una seriedad total, es un mandato que debe ser cumplido con gozo.

La primera cosa que menciona Pedro es interna y la segunda es externa, son actos que vienen también a confirmar lo que está ocurriendo en lo interno del creyente.  Dividiremos el sermón en tres puntos principales I. Una lucha interior, deseos, II. Una lucha externa, actos, y el tercero es III.Participando en su gloria.

  1. Una lucha interior. Deseos. Vv 11ª

“Amados, os ruego como a extranjeros y peregrinos, que os abstengáis de las pasiones carnales que combaten contra el alma”. 

Si bien el mundo no es nuestro hogar definitivo, tampoco es nuestra nación, no es nuestra cultura la del mundo y a pesar de que el mundo es contrario a la piedad, que odia lo que tenga que ver con Dios y por lógica aborrece a sus hijos, el mundo no es nuestro enemigo principal.  Esto es algo que todo cristiano debe entender; existe una lucha interior que se debe enfrentar día a día. Nuestro enemigo principal está en nosotros mismos. El enemigo principal es nuestra carnalidad, esas pasiones intensas que nos desean dominar, desean guiar nuestras vidas y nos llaman para que las alimentemos, nos reclaman como si fuéramos suyos. Nos prometen paz, nos prometen placer inigualable, nos prometen vida, nos prometen tranquilidad, nos prometen riquezas, abundancia, nos prometen alegría, pero nada de esto es real, es un ataque directo a los sentidos. Es una batalla que solo el cristiano puede y debe enfrentar de la forma correcta. Esta batalla no se puede ignorar, ignorarla es perder, es ceder. No hay neutralidad, peleas o pierdes la pelea.  El incrédulo está muerto, es dominado por esto, deja que así sea, pues es enemigo de Dios, pero el creyente, como Pueblo de Dios, Nación Santa, Real sacerdocio vive con un propósito claro y no está ahora en tinieblas. ¡Soldado de Jesús, lucha por la gloria de Cristo, donde nadie te está mirando, en lo profundo hay una guerra que dar!

12 Así que, hermanos, somos deudores, no a la carne, para vivir conforme a la carne, 13 porque si vivís conforme a la carne, habréis de morir; pero si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis. 14 Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, los tales son hijos de Dios. 15 Pues no habéis recibido un espíritu de esclavitud para volver otra vez al temor, sino que habéis recibido un espíritu de adopción como hijos, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre!

Romanos 8

Es nuestra tarea llevar a cabo esta pelea. El es soberano y su gracia nos guarda, pero también somos responsables. Nuestra responsabilidad no es anulada por la soberanía de Dios, jugar con esto es pecado. ¡Haced morir los deseos carnales que batallan contra el alma!

Un Ruego amoroso, pero urgente y serio.

Pedro sabe que es fácil conformarse con declaraciones doctrinales, tener una teología correcta, pero no vivir conforme a esa doctrina correcta es una marca característica de los fariseos, de solo profesantes que no están verdaderamente en el pueblo de Dios, esto es terrible, venenoso y  trae vergüenza a nuestro Señor, es como un cáncer silenciosos que trae muerte. Pedro les ha dado una clase de las doctrinas de la gracia en los versos pasados, pero no basta con esto, pues debemos vivir conforme a esa teología en dependencia del Señor. Por lo mismo Pedro les ruega, con ternura, como un padre amoroso, pero también con gran urgencia y seriedad, pues la ternura, la dulzura del Evangelio no anula la importancia, la seriedad del Evangelio. Esto Pedro lo hace para que luchen, que no se queden simplemente con bonitas declaraciones doctrinales repitiendo el verso 9 y 10,  que no se confíen en sus corazones engañosos, sino que activamente vivan en su interior batallando, están en una guerra, los demonios no cesan, satanás no se cansa de luchar, el mundo sigue avanzando y tu carne tampoco dejara de reclamarte como su propiedad. No puedes quedarte de brazos cruzados diciendo “Dios me amó y ahora descansare”.  Hermano debes luchar, debes pelear, no importa el que dirán, no importa lo que tengas que perder, no interesa la vergüenza que tu familia sienta, debes agradar a tu Señor y dejar esas pasiones atrás. Aunque te tachen de legalista, de loco, es tu responsabilidad ¡lucha! Esta lucha es la primera que debemos dar antes de pensar en anunciar las virtudes de Dios. Sin dar esta pelea, no tendremos victoria en las otras batallas.

Extranjeros y peregrinos

Para salir victorioso de esta batalla debemos poner atención a lo que dice Pedro, somos Extranjeros y peregrinos: ellos están en el mundo, pero no son del mundo. Son extranjeros, es decir son de otro país, tienen otra cultura, tienen costumbres muy distintas, su forma de llevar la vida es otra, el extranjero es  distinto en costumbres, en cómo reaccionan al dolor, como es su alegría,  que hacen en la abundancia, en la escasez etc, pero también Pedro les dice que son peregrinos, es decir, ellos son un pueblo que está recorriendo un lugar el cual  no es su destino final, están de paso brevemente aquí, y en ese lugar tienen interacción con otros, pero repito están de paso, pues su destino es otro, uno incomparable.

Así sucede con nosotros hermanos. A pesar de lo que ahora estemos viviendo debemos atender a uno de los puntos repetitivos de las escrituras, esto es que nuestra nación, nuestro destino final, nuestras costumbres, nuestra cultura, no es de aquí, es del cielo. Nuestra ciudadanía es la celestial, la de Cristo, no terrenal y temporal, sino que celestial y eterna. Es esa nuestra verdadera casa, nuestro verdadero lugar final, y aquí estamos “prestados”, estamos solo de pasada, debemos no salirnos del camino y no tropezar, sino que mirando la recompensa debemos avanzar con gozo hacia nuestra casa.

20 Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo;21 el cual transformará el cuerpo de la humillación nuestra, para que sea semejante al cuerpo de la gloria suya, por el poder con el cual puede también sujetar a sí mismo todas las cosas. Filipenses 3

Atendiendo a esto es que podremos vencer en esa batalla interior. Cuando miramos que nuestra verdadera vida comienza allá, que nuestro destino eterno está en la gloria, que en su presencia hay plenitud de gozo y delicias a su diestra por siempre y para siempre, ¡oh hermanos que maravilla es pensar en que algún día veremos su rostro, algún día veremos esas moradas del padre, donde Cristo prepara lugar, pues estaremos allí, de forma completa con El! ¡Le adoraremos sin parar, besaremos sus pies tal vez, agradeceremos siempre su bondad, cenaremos con El!

Ese es nuestro lugar verdadero. Por tanto recordando esto debemos luchar. ¿Cómo vamos a dejarnos dominar por las pasiones terrenales y pasajeras? ¿Cómo vamos a conformarnos con basura podrida, cuando hay delicias en la presencia de nuestro padre?

La palabra del Señor nos ruega que atendamos entonces a esto hermanos

27 Oísteis que fue dicho: No cometerás adulterio.

28 Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón.

29 Por tanto, si tu ojo derecho te es ocasión de caer, sácalo, y échalo de ti; pues mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno.

30 Y si tu mano derecha te es ocasión de caer, córtala, y échala de ti; pues mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno.

Mateo 5

 

Recordemos a Cristo quien nos llama entrar al cielo, de ser necesario, al cielo manco o tuerto, enfermo, ignorante de muchas cosas, soltero, viudo, pobre, antes que llegar al infierno con un cuerpo integro, con salud, con mucho conocimiento, riquezas, con pareja perfecta. Ninguna de estas cosas es mala en sí mismas, es decir, el tener salud, pareja, conocimiento, riquezas etc…es más, son cosas que debemos procurar para el avance del reino de Dios, sin embargo cuando esas cosas son pasiones internas que desean ser satisfechas ocupando el lugar de Dios, son nuestros pecados ocultos y debemos dejarlos ¡Debemos extirpar esto de nuestras vidas!

Esta es la lucha del cristiano. Esto en el marco de que es Dios quien nos da la fuerza y la gracia para vencer, pero hermanos no nos quedemos en ese lugar, pero no debemos quedarnos cómodos con esto, si en cuanto a su salvación segura gracias a Él, pero si le amamos  lucharemos por Él. Esta lucha no es para ganar el cielo, Cristo ha sido quien ha derramado su sangre para que podamos ir a Dios. Esta lucha es para honrar su nombre y para vivir alejado de todo mal, deseando dar un fruto bueno para nuestro Señor. Si no lo estás haciendo de verdad por favor cuestiónate tu salvación, tu llamado al ministerio, tu posición, si no estás luchando contra el pecado, si te caracterizas por caer, de mal en peor, cada vez más profundo ¡examínate a ver si estas en la fe! No querrás ser de esos muchos, hay muchos así, no seas uno de ellos, quienes escucharan las frías y terribles palabras de Cristo diciendo ¡nunca os conocí! No pongas tu nombre en este grupo.

22 Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?   

23 Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad.

Mateo 7

Considera todo esto hermano mío y has tuyo el ruego de Pedro. Hoy es amoroso, pero al rechazar a Cristo recibirás palabras frías y de desprecio por parte de DiosSi tenemos vida en Cristo estamos inmersos en esta lucha, no hay otra opción. Es más, siempre hay una lucha. El incrédulo lucha en contra del Señor, aunque argumente inocencia, pues él no solo alimenta sus deseos carnales, sino que busca aumentar sus pecados con el fin de sentir placer, olvidando a Dios. Pero el creyente debe luchar, pues si ahora es hijo de Dios, ya no está muerto, él ahora está vivo y tiene la capacidad dada por el Espíritu Santo de oponerse a los deseos que van contra la voluntad de Dios.

“Si el pecado no es frenado, si no es continuamente mortificado, entonces producirá pecados dominantes y escandalosos que dañarán nuestra vida espiritual. Asegúrese de estar unido a Cristo por la fe, porque si usted intenta mortificar cualquier pecado sin esta unión, no tendrá éxito”.

 

John Owen

 

En Cristo podemos descansar, pero también por Cristo somos capacitados, y con Cristo debemos luchar porque gracias a Cristo tendremos victoria.

 

Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí. Gálatas 2:20 

 

¿Qué tiene que ver esto con anunciar las virtudes de Dios? Pues bueno, esto nos lleva a nuestro segundo punto, ya que si no estamos dando esa batalla, si no estamos luchando contra nuestros deseos, nunca llevaremos una vida de piedad en lo externo.

Si queremos verdaderamente anunciar las virtudes de Dios al mundo debemos entonces dar esta pelea, luchar en nuestro interior, activamente en esa batalla que incluso solo tú y Dios conocen. Así podremos entonces dar  otra lucha y esta es la externa.

II. Una lucha externa. Conducta.

12 Mantened entre los gentiles una conducta irreprochable, a fin de que en aquello que os calumnian como malhechores, ellos, por razón de vuestras buenas obras, al considerarlas, glorifiquen a Dios en el día de la visitación.

Al leer este segundo versículo podemos ver que existe una segunda lucha, no separada de la primera, sino que esta segunda lucha está condicionada por el hecho de haber luchado la primera.

¿Te has preguntado por qué no puedes relacionarte bien con tu vecino por ejemplo? (quizás ni siquiera tienes relación). O ¿Por qué no tengo una relación sana con mi esposa, con mi suegra, con mis hijos, jefe, con mis compañeros de trabajo? Etc…

Por el pecado…pero debemos ir más allá y ver cuál es el problemas de fondo, una lucha interior perdida debido a complacer a nuestra carne y vivir lejos de Cristo. Sí venimos a la iglesia y adoramos a Dios, pero en la semana aborrecemos a nuestros vecinos, nos tratamos mal, no respetamos a nuestros jefes,  hay un problema profundo en nosotros.

Cuando tratas de mala forma a tu esposo, a tus hijos, a tus jefes en fin, cuando todo lo haces de forma desordenada o por solo cumplir, estas mostrando lo que hay en tu corazón, esto es que los deseos carnales han ganado la batalla interna en tu vida. Has herido a tus seres queridos, has dejado en ridículo a tu Señor y su gloria la has tirado a la basura.

En algo tan cotidiano, que parece ser irrelevante, vemos la realidad de nuestro corazón. Pedro ha presentado una tremenda base doctrinal, luego nos manda a luchar internamente y así llega a lo cotidiano. No vivir conforme al Evangelio, es escupir la cruz de Cristo y tirar su gloria a la basura.

Pero amados hermanos, atendamos al llamado de Pedro y luchemos, en las fuerzas de Cristo, dependiendo de su gracia, sabiendo que Él nos escucha y que nada ni nadie nos podrá separar de su amor. Así, vayamos a vivir la vida, así salgamos a anunciar sus virtudes con la segunda batalla que debe dar el creyente. Si hemos caído recordemos sus promesas ¡Si confesamos a Dios nuestros pecados él es fiel y justo no solo para perdonarnos, sino que también para limpiarnos, no solo de algunas cosas, sino que de TODA nuestra maldad! 1 Juan 1

Ahora podremos dar una segunda batalla la de mantener una conducta sin reproches, no entre los creyentes, para Pedro eso es algo obvio, lógico, amar a quienes nos aman es algo que se dará de forma más natural, esto es en medio de los incrédulos. Debemos entre ellos mantener una conducta irreprochable.

Es nuestro deber diario vivir conforme al Evangelio, no somos perritos que actuamos de acuerdo a deseos. Somos hijos de Dios, linaje escogido, nación santa, pueblo adquirido, real sacerdocio.

Es nuestro deber diario mantener vidas que se comporten conforme a la verdad del Evangelio. Debemos ir al mundo y dar de gracia, debemos estar en el mundo y ser humildes, debemos estar en el mundo y andar como Cristo anduvo.

Nos acusan de malhechores.

Ellos son contrarios a la luz, son seres oscuros. Son personas que están aun  en tinieblas, por tanto cuando miran un poco de luz corren para apagarla. No pueden soportar que brille la gloria de la cruz en medio de un mundo oscuro. Esto no es justificación para dejar de hacer nuestra tarea, que digan lo que quieran, tu ocúpate en honrar a Dios, a través de mantener tu vida limpia, sin reproches, alejado de las formas, del actuar del mundo. Que ellos vean que si se puede cumplir con el trabajo entregado, aunque te acusen de ser patero, que vean que tus licencias medicas son reales, no inventos para no trabajar, que vean que puedes dar un examen sin copiar, que vean que puedes reír sin usar del doble sentido, que ellos vean que amas a tu novia o esposa sin verla como un objeto sexual, que vean que cumples con tu palabra, que pagas a tiempo tus compromisos, que ellos vean que puedes disfrutar de muchas cosas sin caer en vicios, que vean que el pecador mas asqueroso, corrupto, rebelde, soberbio, sucio, frío y oscuro, hoy es una oveja indefensa, débil, pero protegida por un gran y misericordioso del buen Pastor. ¡Oh hermanos honremos a Cristo con nuestra vida!

Separatista.

Mantenernos viendo televisión es fácil, mantenernos en whatsapp o facebook es algo fácil, mantenernos incluso con algunos creyentes en amor es algo fácil, pero ¿entre los incrédulos? ¿Acaso la traducción está mal? ¿No debería la iglesia estar en un lugar alejado, en algún monte aislado para poder allí guardar la santidad y así esperar hasta que venga el Señor?

Es notable ver como Pedro no hace con estos hermanos. Quizá cualquier consejero, psicólogo, el humanismo, o incluso muchos pastores y hermanos cristianos llamarían a este pueblo a vivir lejos, en un bosque, en una montaña. Los incentivarían a apartarse para la oración, la escritura y la comunión santa de hijos de Dios. Imagínense que maravilloso sería eso. Estar siempre, no solo el domingo y no solo un ratito los miércoles, sino que siempre, 24/7 y 365 días del año en comunión con otros cristianos, leyendo la palabra, orando, conversando de Dios, de sus atributos etc. Sin preocupaciones. Compartir unos con otros del amor de Dios y todo esto en un ambiente único, en un campo verde, con riachuelos, naturaleza pura. Alejados de la contaminación acústica de sonidos de motores, sin contaminación del aire y esos olores terribles del smog, sin ningún tipo de contaminación visual, sin imágenes pecaminosas presentes en anuncios, en la televisión, en el internet, en la radio, en los diarios etc. Imagínense no tener que trabajar para jefes malignos, quienes sabemos buscan el bien propio, corporaciones con fachadas hermosas, pero sabemos que son instituciones organizadas para enriquecerse sin pensar en los demás y nosotros debemos trabajar allí. Las mujeres imagínense teniendo la ayuda de sus esposos todo el día, sin descanso, él  y ustedes con tareas repartidas de lunes a domingo y juntos, no se irá a trabajar, como comunidad, sembrando y cultivando excelente comida. No tendríamos con tratar con nadie contrario a la piedad. Con nadie que odie a nuestro Señor. Nos mantendríamos lejos de todo pecado, lujuria, orgullo, envidia, celos, violencia…etc…

¡Imagínese que maravilla!

Pero… no es lo que Dios desea. No es lo que aquí Pedro ordena. A pesar de que estos hermanos estaban sufriendo, a pesar de que el mundo era contrario a la fe, ellos debían vivir en medio de ese mundo. Hemos sido escogidos por Dios para anunciar sus virtudes, a pesar del mundo y para que el mundo sea salvo así glorifiquen a Dios.

El reino de Jesucristo debe ser edificado en medio de tus enemigos. Quien rechaza esto renuncia a formar parte de este reino, y prefiere vivir rodeado de amigos, entre rosas y lirios, lejos de los malvados, en un círculo de gente piadosa. ¿No veis que así blasfemáis y traicionáis a Cristo? Si Jesús hubiera actuado como vosotros, ¿quién habría podido salvarse?

Martin Lutero

Este es nuestro llamado hermanos. Debemos y podemos, dos palabras usadas de manera repetitiva en esta serie, debemos y podemos gracias a la obra de Cristo. Debemos y podemos estar en el mundo, pero no ser del mundo. Levantando un templo para nuestro Señor.

III. Participando en su gloria.

El fin de todo esto, lo que debemos buscar es la gloria de Dios. En primera pareciera ser que el fin es el de salvar a los hombres. Pero en realidad el fin de vivir en el mundo, a pesar de sus ataques, de sus presiones, es la gloria de Dios. Dios debe ser glorificado, es eso lo que debemos buscar, toda la escritura lo demanda así. Cuando Dios es glorificado nuestros deseos carnales son ahuyentados, nuestra conducta es sincera y ejemplar, pues todo está en la voluntad del Padre; Ser muestras de su gloria. Eso es el fin de nuestras vidas. Cuando Dios es glorificado nuestros deseos internos son ahuyentados, ni siquiera luchan, ellos se aparatan ante la presencia del Rey.

23 solamente oían decir: Aquel que en otro tiempo nos perseguía, ahora predica la fe que en otro tiempo asolaba.

24 Y glorificaban a Dios en mí.

Gálatas 1

Queramos o no, el mundo nos está observando. El mundo está considerando nuestras obras. El mundo está siempre poniendo en duda lo que confesamos en contraste con lo que hacemos, hermanos el mundo está observándote.

Los cristianos viven en casas de vidrio; están en exhibición. Su conducta, obras y palabras son evaluadas constantemente por los no cristianos que quieren ver si los cristianos realmente viven según lo que profesan.

Simón Kistemaker

¿Qué observa el mundo en ti?, ¿Qué ve el mundo cuando tú hablas y cuando tú haces? Estas obras ¿son motivos de gloria a Dios?, ¿puedes dormir sabiendo que estas obrando bien? ¿Has vivido para la gloria de Dios? Nuestras vidas deben ser parábolas vivientes del evangelio. Nuestras vidas deben ser predicaciones del evangelio en todo lugar donde estemos. Es nuestro tarea hacer de nuestras obras instancias donde los hombres queden mudos, asombrados, por la alabanza que presentamos a Dios con nuestro comportamiento.

En este tiempo los cristianos eran acusados de ser caníbales debido a participar en la santa cena, eran llamados ateos por no tener al dios romano, eran también atacados como los que desordenaban a la sociedad y ser rebeldes ante el emperador, esto debido a que obedecían a Dios antes que a los hombres. Esto sigue de manera inmediata a la carta Nerón quien estaba siendo acusado de haber incendiado la ciudad, por tanto busco a un culpable, el calumnio a los cristianos diciendo que ellos eran quienes habían quemado todo. Sin embargo vemos que no era momento de ser revolucionarios, de tomar las armas y marchar por las calles del Asia menor, sino que Pedro les manda a bendecir a su sociedad mostrando diligencia, responsabilidad, el cumplimiento de sus compromisos, sumisión y esta conducta dice, Pedro, que esta conducta debe ser mantenida.

Porque esta es la voluntad de Dios: que haciendo bien, hagáis enmudecer la ignorancia de los hombres insensatos.

1 Pedro 2:15

Día de la visitación

Este es el fin, la gloria de Dios a través de nuestras obras, en primer lugar. Demos luchar por esto, es la razón de nuestra vida. Pero esto debe impactar las vidas de los incrédulos. Ellos, el mundo, glorificaran a Dios, sea con nuestras obras o las de otros cristianos, no te quedes de brazos cruzados siendo negligente al llamado. ¿Cuándo ocurrirá esto?, ¿acaso nuestras buenas obras salvan a otros?, ¿Que quiere decir día de la visitación?, ¿es ese día el momento en que ellos serán salvados?

Existen líneas aquí de pensamiento:

Uno es que “el día de la visitación” es ese día de juicio y de dolor por parte de Dios. Segundo se dice que el “día de la visitación” es un día de gracia y misericordia, día en el cual estos hombres recibirán el llamado del Evangelio y así ellos serán salvados, glorificando Dios.

Debido el contexto de estos versos y al hacer un paralelismo, juntos con leer algunos comentarios, creo que este día no es el día de juicio que vendrá sobre toda carne aunque sí lo incluye. Me explico, este día es cuando Cristo venga con un llamado de gracia y misericordia hacia estos hombres, en ese momento ellos, al recordar visto la conducta de otros cristianos, vidas de piedad, el evangelio modelado a pesar de las presiones, como ellos amaban a sus mujeres, como honraban a sus superiores, como trataban a sus hijos, como actuaban en sus trabajos etc… ellos recibirán el evangelio y además podrán recordaran la grandeza de este, el impacto que tenía en las vidas de estos simples creyentes que mantuvieron una conducta irreprochable a pesar de las circunstancias.

Hay un día de visitación que viene, en el cual Dios puede llamar al arrepentimiento por su palabra y su gracia; entonces, muchos glorificarán a Dios y las santas vidas de su pueblo habrán promovido ese gozo cambio.

Mathew Henry

Esta salvación es mérito solo de Cristo, sin embargo nosotros debemos promover el Evangelio a través de nuestra conducta.  La gracia del Evangelio no anula las buenas obras de los siervos de Dios. Que el Evangelio salve no quiere decir que nosotros no debamos obrar en consecuencia a ese Evangelio dando, también así, testimonio al mundo de nuestro Dios. Tito 2:9-10 Adornar la doctrina de Cristo.

Hermanos y esto es algo maravilloso, pues debemos tener conductas intachables incluso amando a esos incrédulos que están perdidos. Que todo apunte en nuestra vida, para que ellos crean para que ellos glorifiquen al Señor siendo salvados.

Estos incrédulos podrán participar de ese glorioso día, no debido a nuestras buenas obras, sino que debido al Evangelio, pero nuestras buenas obras fueron también parte del testimonio del evangelio de Cristo. Participamos así en cuanto a dar gloria a Dios.

Aplicación.

¿Cómo anunciamos las virtudes de aquel que nos llamo de las tinieblas  a su luz? Demostrando que somos linaje escogido, nación santa, real sacerdocio, pueblo adquirido por Dios.  ¿Y como se puede hacer esto? Primero luchando de forma interna, con nuestros deseos carnales.

¿Quieres vencer en la lucha interior de esos deseos que batallan contra tu alma?  Busca entonces la GLORIA DE DIOS, no busques nada para ti, has de la gloria de Dios tu propósito al despertar. Es su nombre bendito el que debe ser glorificado, hermano solo así podrás vencer.

¿Cómo glorificar a Dios? Luchando internamente y junto a esto dando una lucha externa; la de la conducta, así buscamos que su gloria crezca, por tanto haz todo de forma consciente para que todos puedan ver, para que su nombre, por causa de tu conducta no sea ridiculizado, que no sea pisoteado, que debido a tu forma de vivir la vida,  el nombre de nuestro Señor no sea escupido y no sea motivo de burlas por causa de nuestras obras, sino que ellos puedan ver nuestras buenas obras y glorifiquen a nuestro Padre que está en los cielos, que alumbre su luz en medio de nosotros hermanos amados.

Hermanos, como decía hace un rato, una conducta irreprochable que busca la gloria de Dios no vendrá de los deseos o pasiones desordenadas incorrectas. En otras palabras si tenemos una lucha ganada, la de abstenernos de nuestros deseos carnales, podremos tener una conducta correcta, es decir, podremos mostrar a los incrédulos una conducta que procede del Evangelio, amorosa, misericordiosa, justa, gozosa, perfecta.

Solo mediante la obra, los méritos, el sacrificio de Cristo podemos hermanos amados y debemos andar en estas buenas obras, Pedro pasara a mencionar algunas de ellas en medio de la sociedad, pero en este verso 12 se incluye TODA conducta.  Estas obras fueron decretadas por Dios, son buenas y están preparadas para que nosotros, sus siervos, las exhibamos en el mundo con el fin de que su nombre sea glorificado. ¡Adornemos el glorioso Evangelio de nuestro Señor Jesucristo!.

Esta es la forma en que anunciamos al mundo sus virtudes también. Separados de Él nada podemos hacer, le necesitamos, pues somos débiles e inconstantes.

10 Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para hacer buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviéramos en ellas.

Efesios 2