Un llamado a la humildad.

1 Pedro 5:5:7

Asimismo, vosotros los más jóvenes, estad sujetos a los mayores; y todos, revestíos de humildad en vuestro trato mutuo, porque Dios resiste a los soberbios, pero da gracia a los humildes.

Consejos para la iglesia

Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que El os exalte a su debido tiempo, echando toda vuestra ansiedad sobre El, porque El tiene cuidado de vosotros.

Pedro ha exhortado a los pastores de las congregaciones en el Asia menor, esto ya que el juicio de Dios comienza primero por la casa de Dios purificándola, quitando lo que no sirve sacando a los incrédulos de allí, pero  luego por los incrédulos quienes tendrán condenación y castigo eterno. Pero en la iglesia inicia primero en los ancianos, los pastores quienes deben entender que sirven al Señor al entregarse a un pueblo que es de Dios, sin avaricias, sin señorío, sino que supervisar y cuidar de las ovejas, como hombres dignos de el privilegio de ser siervos fieles del Señor.  Pero veíamos que también la iglesia es responsable respecto del cuidado de sus ancianos, ellos viviendo para que sus ancianos puedan desarrollar su ministerio con alegría y sin quejarse.

Dentro de la complejidad que es pastorear en medio de la tribulación, y preparándose para el fin de todas las cosas, los ancianos deben animarse sabiendo que el Señor no olvida sus trabajos y un día glorioso el príncipe de los pastores, el Cristo resucitado, reunirá a sus ovejas y a sus ministros les dará la corona incorruptible de gloria.

Hoy  Pedro realiza una exhortación con énfasis primero en los jóvenes de la congregación del Asía menor y luego lleva esto a toda la congregación, tocando dos temas opuestos, la humildad y el orgullo.

Ser humildes es algo que no debe ser masificado de acuerdo a la lógica del mundo. Promover la humildad es llevar a la banca rota a cualquier empresa. Si la mercadotecnia promoviera la humildad se acaban los negocios, todo está hecho para alimentar el ego. Todo tiene que ver con el “yo” quien merece todo placer, quien debe dejar toda carga, pero además este “yo” tiene un valor único, es alguien que está en el trono del conocimiento, quien tiene todo poder, y es tratado como un intocable rey superior.

La razón de esto es muy simple de identificar; el hombre es su propio dios. Satanás se los dijo, serán como dioses, esta es la doctrina del corazón humano.

El hombre vive con la voz de Satanás, y convencido de esa mentira;  seréis como dioses… es así como el hombre vive en orgullo creyéndose este ser superior y además amándose por sobre todas las cosas  como algo valioso y sin igual, totalmente contrario a la humildad.

La palabra del Señor nos muestra claramente cuál es su voluntad en nuestra vida, no la voluntad de los hombres, nos muestra que somos criaturas necesitadas, no dioses autosuficientes. Es por lo mismo que Pedro llama a los hermanos del Asia menor con una palabra que se repite tres veces en estos versos; La humildad.

Esta exhortación es para toda la iglesia, pero Pedro inicia con los jóvenes.

  1. La humildad es para los jóvenes

Asimismo, vosotros los más jóvenes, estad sujetos a los mayores. Asimismo, es decir, así como los ancianos deben pastorear el rebaño de Dios, muriendo completamente al yo de la pereza, al yo de la avaricia y al yo del autoritarismo de la soberbia, ahora Pedro les habla a los jóvenes a sujetarse a sus ancianos, pastores,  y a los ancianos, mayores de la iglesia. Un grupo dentro de la congregación que tiene ciertas características que los hacen ser el primer foco de soberbia y de orgullo es precisamente el grupo de la juventud.

En términos generales los  jóvenes están más expuestos al orgullo y a la soberbia, pues desean siempre dar su opinión y no solo darla sino que imponerla con mucho ímpetu,  saben cómo deben ser las cosas. El conocimiento abunda, la información está en un clic, por lo mismo los jóvenes saben todo, pasan por encima de los demás, pero los mayores han aprendido a callar, a esperar, no a rechazar la verdad, sino que a no generar conflictos innecesarios, mientras que el joven es capaz de quemar todo por “defender la verdad” . Mientras los mayores están luchando con el “saber, pero no hablar” los jóvenes luchan con el “no saber y hablar”.

"Los jóvenes de hoy aman el lujo, tienen manías y desprecian la autoridad. Responden a sus padres, cruzan las piernas y tiranizan a sus maestros. Los jóvenes hoy en día son unos tiranos. Contradicen a sus padres, devoran su comida, y le faltan al respeto a sus maestros." - Sócrates. 399 a.c.

“¿Qué les pasa a nuestros jóvenes? No respetan a sus mayores, desobedecen a sus padres. Ignoran las leyes. Hacen disturbios en las calles inflamadas con pensamientos salvajes. Su moralidad decae. ¿Qué será de ellos?” – Platón 427 a.c.

"No veo esperanza para el futuro de nuestra gente si dependen de la frívola juventud de hoy en día, pues ciertamente todos los jóvenes son salvajes más allá de las palabras… Cuando yo era joven, nos enseñaban a ser discretos y respetar a los mayores, pero los jóvenes actuales son excesivamente ofensivos e impacientes a las restricciones." – Hesíodo 700 a.c.

Esto no es nuevo amados hermanos, la naturaleza del hombre es esta, y existen claramente rasgos en nuestras edades que nos  muestran la profundidad del pecado. El problema de la juventud no tiene que ver con una época histórica, sino que es algo del corazón humano, es el pecado que en esa edad de la vida desea salir de manera más impetuosa.

El texto llama a los más jóvenes primero a someterse a los mayores. Suena simple, pero es una lucha vivir así. Sobre todo cuando la juventud es el foco de la sociedad, y esta parece ser la edad de oro, mientras que la edad de los mayores es lo indeseable, lo aburrido, lo pasado de moda, lo que debe ser desechado. ¿Acaso nos son los mayores quienes no saben de tecnología, quienes a todo le ponen obstáculos, que son muy relajados, además de ser muy lentos, además son débiles físicamente y para hablar demoran mucho en emitir juicios, son lentos…?

Los jóvenes desean pasar simplemente por arriba y hacer conforme a sus casi nulos estudios y experiencia en materias donde los mayores han pasado más de 500 veces y más…

A pesar de todo cuanto sepas jovencito hermano, a pesar de todo lo que hoy puedas manipular en materia tecnológica, a pesar de conocer incluso más doctrina, historia de la iglesia, miles de nombres de ciudades, de reformadores, de cristianos del pasado y de haber leído miles y miles de libros, debes sujetarte a los mayores de tu congregación, siendo ellos de esa “vieja escuela” esos hombres y mujeres simples que vivían con una dieta blanda de palabra de Dios y oraciones, día a día, noche a noche…,  Ancianos que incluso lo único que saben, tal cual dijo John Newton, quien lucho por la libertad de los esclavos en Inglaterra en el 1700 y quien se dice escribió el himno Sublime Gracia,

“Aunque mi memoria casi se ha ido,

dos cosas recuerdo muy claramente:

que soy un gran pecador,

y que Cristo es un gran Salvador.”

(John Newton)

Es a ellos a quienes debes someterte y someterse es ponerse debajo para servir a otro, para honrar a otros.

Cuando la persecución en muerte física, es inminente, y además se está viviendo ya con el dolor de la discriminación, de la burla, del abandono familiar, social, la iglesia debe ser un refugio de verdad, pero también de amor, es allí donde los mayores, ancianos quizás solteros, viudos, abandonados por sus familias, deben encontrar un sustento, el respeto y deben encontrar familia que les honrara.

Son ellos quienes solo con una palabra o un acto nos dan clases más valiosas que años y años de estudio universitario. Oh amados hermanos valoremos lo que Dios hace en medio de su iglesia, pues si en el mundo los mayores han de ser desechados, aquí deben ser cuidados y además valorados como regalo de Dios, oídos como nuestros padres. Rodéate de ellos, si eres joven, no te alejes pensando “en esta iglesia no hay tantos jovencitos como yo, me voy…” No seas necio, busca amigos, consejeros, mayores en edad, y esto incluye a hombres maduros que están en esta iglesia, quienes tienen un testimonio de madurez cristiana, rodéate de ellos y olvídate de los jovencitos de tu edad.

Mientras más honres a los ancianos de tu congregación el Señor ira transformando más y más tu vida a la imagen de un hombre bíblico.

Es triste ver como el mundo odia a los ancianos, a los mayores, a los más experimentados y podemos ver las consecuencias de esto, la sociedad entera se derrumbara. Veamos la experiencia de Roboam el hijo de Salomón, quien rechazo el consejo de los ancianos que aconsejaban al sabio Salomón, no a cualquier hombre, pero Roboam siguió el consejo de los jóvenes quienes actuaron sin discernimiento, todos sabemos que el reino fue dividido y nunca más volvió a ser como antes.

Pero por otro lado tenemos también a Josué el humilde y sumiso comandante de Moisés, era más fuerte, más joven, más preparado para liderar que Moisés, sin embargo el no dejo de someterse al viejo Moisés sirviendo con humildad al pueblo de Israel y en silencio prácticamente por 39 años en el desierto, sin pedir el púlpito, sin pedir un lugar especial, este joven fue preparado por Dios para luego ser el sucesor de Moisés como líder del pueblo de Israel y llevar al pueblo a la tierra prometida.

  1. La humildad para todos.

y todos, revestíos de humildad en vuestro trato mutuo

Esta humildad también debe verse en “toda la congregación”. Y Aquí tenemos dos palabras claves que componen esta exhortación, miremos primero la palabra humildad.

Es también peligroso en los mayores creerse más sabios, su orgullo y soberbia también crece, con un énfasis menor que los jóvenes, pero es peligroso también, pues al mirar a la juventud y al mirarse a sí mismos los mayores creen que ya saben todo, sus errores, sus pecados, e incluso sus decisiones aún en ocasiones se imponen como si se tratara de un tirano, pues al ser mayor él lo sabe todo. Es por lo mismo que la exhortación a la humildad es también para TODOS.

Ser humildes es algo repetitivo en las escrituras, es más, ser humildes no es pecado o algo de menor rango, pero solo teniendo el Espíritu Santo es que podemos perseverar en la humildad, fuera de esto no hay verdadera humildad. Quien dice ser humilde es una persona orgullosa.

La humildad no se argumenta, sino que debe brotar desde un corazón regenerado.  Por lo mismo el texto nos manda a “tratarnos” con humildad, no a argumentar nuestra supuesta  humildad.

“Yo soy la persona más humilde del mundo y no me importa lo que digan, pues Dios ve mi corazón” Esto es lo que razona un orgullosos y soberbio, esto se vive, brota de un corazón que efectivamente Dios no solo ha visto, sino que ha cambiado.

Sí Dios ve mi corazón deberíamos temblar, no enorgullecernos.

Mientras el orgullos se puede definir como el amor a si mismo que se incrementa de manera desbordante y se manifiesta al presentarse como una persona superior, auto convencido de que esto es así, mirando siempre a los otros como menores criaturas, lo único que en realidad hace el orgulloso es disfrazar la verdad, esta persona es alguien solitaria, un gusano miserable ante los ojos de Dios. Una cascara que oculta la verdad del corazón.

La humildad no es ser pobre necesariamente, tampoco es ser calladito y tampoco es ser un objeto del autoritarismo  del cual se debe tener compasión como “el pobrecito”.  La humildad es poseer ciertas cualidades, poder desarrollarse, pero tener un concepto claro de sí  mismo, sabiendo que todo cuanto se tiene es por la sola gracia de Dios, por tanto hay humillación y servicio sin esperar algo a cambio. Esta persona sabe de donde fue recogida por Dios, y su motivación hoy es el servicio.

En una iglesia bíblica se debe manifestar la humildad entre sus miembros por lo tanto, para que esto ocurra debemos mirar solo en una dirección;  Cristo quien se puede definir como el hombre humilde y así lo hizo, lo vemos en Mateo 11:29, diciendo que no solo era manso y humilde, sino que lo era de corazón, es decir, verdaderamente, de naturaleza humilde.

¡Para entender lo que es la humildad debemos mirarlo a Él!

El vino a servir, no ha ser servido. Cristo no vino a reclamar reconocimiento, no vino a exigir nada, no vino a que miren sus atributos a través de presentarse como un ser lejano, indolente, soberbio y además orgulloso, sino que él fue humilde, pues vino a entregarse, vino a poner su cuerpo para que fuera molido, y su sangre para que fuera derramada. Como un simple cordero en un matadero fue puesto en la cruz, sirviendo así como una ofrenda perfecta y aceptable a Dios para que otros sean salvados, limpiados, y perdonados.

Salmos 113

Este es el ejemplo de humildad, nuestro Dios quien está por encima de los cielos, fuera de lo creado, fuera del tiempo y del espacio, sin necesidad de nada, sin deterioro, con total paz, bondad, felicidad, comodidad, armonía, gozo, quien está por sobre toda autoridad, reyes, príncipes, naciones enteras, pero él vino al mundo, respiro el asqueroso polvo de esta tierra, se humillo para mirarnos y desde lo más bajo, desde el mismo polvo levantar a quien tienen necesidad de todo, de lo más básico, y lo saca desde allí, del muladar, ese lugar donde estaban todos los discriminados, los desechados, las basuras humanas y también donde se dejaban  montones y montones de excrementos humanos, ese era el muladar, donde además estos pobres y menesterosos buscaban algo que comer, allí fue nuestro amado y bendito Cristo humillándose, para sacarnos, lavarnos, y sentarnos a su mesa como príncipes. ¡Qué ejemplo de humildad tenemos en Cristo!

Es de esta humildad de la cual debemos revestirnos.

Esto quiere decir que nos quitamos nuestra ropa con la cual nos gusta que nos identifiquen, como ingeniero, profesor, doctor, pastor, abogado, etc… No amados hermanos, si vamos a vestirnos con algo, este algo debe ser la ropa de Cristo, la de un siervo, la del humilde. Cuando el mundo ve a la iglesia la debe ver así, en su trato mutuo y en sus vestidos debe estar la marca de humildad de Cristo. Así anduvo vestido el Señor. EL uniforme corporativo de la empresa de Cristo era el uniforme de la humildad, es por lo mismo que debemos ahora nosotros revestirnos de humildad, somos parte activa de su empresa, de sus negocios y lo representamos en todo lugar.

Es por lo mismo amados hermanos que Filipenses 2 dice que Cristo, la segunda persona de la trinidad, se hizo hombre, y se humillo, dejo la gloria y el servicios que le daban justamente y merecidamente los ángeles, para vestirse de siervo humillándose hasta la muerte de cruz. Este es nuestro llamado, tenemos distintos roles, distintos puestos, pero todos debemos vestirnos de la de la humildad.

  • Motivaciones para perseverar en la humildad.

porque Dios resiste a los soberbios, pero da gracia a los humildes.

Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que El os exalte a su debido tiempo, echando toda vuestra ansiedad sobre El, porque El tiene cuidado de vosotros.

Los jóvenes deben ser sumisos, en humildad,  para con los mayores, y todos estamos llamados a vestirnos con la humildad que Cristo nos da a través de su obra, al morar el Espíritu Santo en nosotros y con su ejemplo muriendo en dicha humildad.

Algunos cristianos tienen problemas con las recompensas objetando que nuestra obediencia a Cristo debe ser pura y desinteresada sin estar motivada por tales crasas motivaciones como una recompensa futura. Esta objeción se entiende y ciertamente el caso de muchos cristianos es que en el fondo traen consigo una mentalidad egoísta y calculadora al servicio del Señor preguntándose ¿Y que hay para mí?, pero la contemplación de las recompensas celestiales aparece a todo lo largo del nuevo testamento como un estimulo a nuestra fidelidad en las circunstancias difíciles que hay aquí en la tierra. Mantener nuestros ojos en el premio puede motivarnos a mantener integridad espiritual cuando estemos enfrentados con las tentaciones y sufrimientos de la vida terrena, Más aun las recompensas son de tal tipo que solo un verdadero cristiano es capaz de apreciarlas correctamente.

No debemos tener miedo de ver las promesas que Dios claramente presentes en su palabra para quienes le honran, debemos tomarlas y ponerlas en nuestra mente en medio del dolor, de la persecución, de la angustia, debemos predicarnos el evangelio, sabiendo que nuestro Dios ha engrandecido su misericordia sobre nosotros y su verdad es para siempre.  Mirar las promesas o recompensas de Dios no hace de nosotros merecedores de estas debido a nuestros deseos por poseerlas, sino que hacen a Dios aun mas grande en que sin nosotros tener un mérito, el no solo se complace en salvarnos y declararnos sus hijos y herederos.

Y aquí vemos motivaciones para vivir en esa humildad y hay también una razón para alejarse de la soberbia.

Las primeras son:

  • Da gracia a los humildes: Es maravilloso pensar que la humildad es donde la gracia de Dios tiene siempre cabida. No porque el hombre posee humildad sin Cristo y esto atrae a Dios, sino que esta humildad es la que el cristiano obtiene por medio de la fe en Cristo Jesús. Es allí donde la gracia de Dios obra, en quienes han sido transformados por la obra del Espíritu Santo y quien ahora se humilla a Dios, reconociéndole como Señor.  Dios lo hará sobreabundar en gracia, y más gracia, en perdón, misericordia, en amor y en eterno cuidado.
  • Exaltara a los humildes: Esto nos hace gozarnos amados hermanos. Por servir al Señor nos olvidamos de nosotros mismos, seremos perseguidos, blasfemados, discriminados… Bienaventurados los humildes, pues ellos heredarán la tierra. Mateo 5:5. Así él fue  a prepararnos morada, en los lugares altos, allí, por gracia, será exaltado quien vive en humildad para con Dios y sus prójimos.
  • Cuida a los humildes: Las manos de Dios, están al cuidado de sus ovejas. El tiene cuidado de quienes viven en humildad, es decir, dejando toda ansiedad, no creyendo que puede, sino que declarándose débil, dependiente y totalmente insuficiente. El Señor es el castillo fuerte, roca, escudo, fortaleza, Señor,  refugio, protector, vencedor, victorioso rey de reyes y padre amado de quienes viven perseverando en la humildad, no así de los que viven en orgullos y soberbia. Es por lo mismo que dejar toda ansiedad en el Señor es una muestra de humildad.  La persona que constantemente está preocupada de cómo llegara a fin de mes con el dinero, de cómo lograra rendir bien el examen, donde vivirá, que comerá etc… es una persona orgullosa y soberbia, que no está acostumbrada a vivir en dependencia del Señor, a ir en oración a Dios, cuando ya ha hecho todo lo necesario, lo que está a su alcance, esta persona, si ha obrado así, debe descansar en Cristo, debe aprender a encomendar su alma al fiel creador, y a echar TODA ansiedad sobre, nada más y nada menos, que Dios. Pues aun que la higuera no florezca, ni haya vides en los viñedos, falte el producto del olivo, los labrados no den mantenimiento, sean quitadas las ovejas de la majada con TODO me alegrare y gozare en el Dios de mi Salvación, Habacuc 3:17

Segunda:

  • Dios resiste a los soberbios: Pero también amados hermanos, debemos mirar el texto y enfrentarnos a esto. Dios resiste a los soberbios. No hay nada más necio que enfrentarse al todopoderoso y soberano Señor, dueño del universo. El orgullo y la soberbia son aborrecidos por Dios, como todo pecado podemos decir, sin embargo este pecado tiene un tinte diferenciador, ya que es ir directamente en contra de Dios diciéndole que él no es necesario, sino que el hombre  puede sin dios. Salmos 10:4

El impío, en la altivez de su rostro, no busca a Dios. Todo su pensamiento es: No hay Dios.

  • Este pecador se atribuye la obra de Dios haciéndose independiente:

Deuteronomio 8

11 Cuídate de no olvidar al Señor tu Dios dejando de guardar sus mandamientos, sus ordenanzas y sus estatutos que yo te ordeno hoy; 12 no sea que cuando hayas comido y te hayas saciado, y hayas construido buenas casas y habitado en ellas, 13 y cuando tus vacas y tus ovejas se multipliquen, y tu plata y oro se multipliquen, y todo lo que tengas se multiplique, 14 entonces tu corazón se enorgullezca, y te olvides del Señor tu Dios que te sacó de la tierra de Egipto de la casa de servidumbre. 15 El te condujo a través del inmenso y terrible desierto, con sus serpientes abrasadoras y escorpiones, tierra sedienta donde no había agua; El sacó para ti agua de la roca de pedernal. 16 En el desierto te alimentó con el maná que tus padres no habían conocido, para humillarte y probarte, y para finalmente hacerte bien. 17 No sea que digas en tu corazón: “Mi poder y la fuerza de mi mano me han producido esta riqueza.”

  • Este pecador desecha los mandatos de Dios y sigue a su propio corazón:

Jeremías 13

Entonces vino a mí la palabra del Señor, diciendo: Así dice el Señor: “De la misma manera haré que se pudra la soberbia de Judá y la gran soberbia de Jerusalén. 10 “Este pueblo malvado, que rehúsa escuchar mis palabras, que anda en la terquedad de su corazón y se ha ido tras otros dioses a servirles y a postrarse ante ellos, ha de ser como este cinturón que no sirve para nada.

  • Este pecador desea siempre el lugar de Dios, es el pecado de Satanás. Con altivez de corazón desea ser igual a Dios. Este pecado es abominado por Dios:

Proverbios 6:

Seis cosas aborrece Jehová, Y aun siete abominan su alma:

17 Los ojos altivos, la lengua mentirosa,

 

El orgullo y la soberbia.

He usado alternadamente estos términos, pues son gemelos, o siameses, una persona orgullosa siempre será soberbia. Ambos se definen como  auto convencimiento de ser superior a los demás, pero además esto genera un trato lejano y de desprecio hacia los demás incluidos Dios, el autor de la vida.

Ahora este orgullo o soberbia como dice el texto se ven prácticamente en la vida del hombre, aquí algunas características del pastor Sugel Michelen:

-Produce autopromoción y auto exaltación. Antes que la gloria de Dios, y que promover las capacidades de otros, el hombre gobernado por su orgullo montara una agencia de publicidad personal, esto puede ser bien notorio, o también bien sutil bañado de piedad. De una o de otra forma esta persona se va a encargar de que vean cuáles son sus logros y sus capacidades.

-Se las arregla para ser el centro e atención de un modo o de otro. Sus temas de conversación serán sus logros, sus problemas, su familia, su esposo, sus hijos, sus planes, sus achaques, sus intereses, constantemente estará hablando de sí mismo o de lo que tiene que ver con él. Siempre es quien está más cansado que el otro, el que tiene más tareas que otros, el que tiene más dolores que otros, etc… Lo que importa es hablar de él, no del otro. Es el centro de atención.

- Es hipercrítico,  siempre está listo para encontrar faltas en los demás, es muy escaso en sus comentarios positivos y en alabanzas a otros, hasta se hiere cuando no tiene la atención, cuando nos es alabado o promovido. Con tal de construir su propia reputación es capaz de construirla en los escombros que ha dejado la vida del otro.

-Promueve un espíritu independiente y autosuficiente. Muchas veces el orgullo torna los dones de Dios en méritos personales.

-Se pone por encima de la instrucción. No necesita ser enseñado, jamás pide consejos, el sabe cómo se hacen las cosas, todo lo sabe, nadie tiene que venir a decirle como.

-Autodefensivo, siempre está listo para defenderse, para argumentar y justificarse, culpando a otros de sus propios fracasos y errores. Nunca pide perdón, busque a una persona que siempre se está justificando, que siempre esta culpando a otros y usted encontró a un orgulloso y aun soberbio de corazón.

-Procura siempre el primer puesto y lo visible, como los fariseos aman los primeros lugares, puestos, etc…

-Aspira alcanzar el lugar de Dios.

-El orgullosos confía en sí mismo, no en Dios.

Dios resiste a estos hombres, soberbios y orgullosos que se ponen en el lugar de Dios.

  1. Nuestra humillación nos hace descansar en Él

Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que El os exalte a su debido tiempo, echando toda vuestra ansiedad sobre El, porque El tiene cuidado de vosotros.

Los incrédulos se olvidan de Dios, Romanos 3 nos muestra que  Dios los entrega a su soberbia y a su orgullo. ¿quieren ser sus propios dioses? Adelante, háganlo, si quieren olvidarse de mí, háganlo…Ellos restringen la verdad, sin embargo no tienen excusas, pero como no tuvieron a bien reconocer a Dios, Dios los entrego a su mente depravada, en sus razonamientos se pierden el cual es entenebrecido, así la familia tiene fecha de caducidad, el aborto predomina y el homosexualismo avanza, sin embargo Dios no está con ellos, pueden gritar y alegrarse por sus logros, sin embargos la realidad es que Dios los resiste.  Pero el creyente no debe vivir así, el cristiano debe reconocer quien es Dios, quién es él mismo, mirar el muladar y saber que Dios le tomo desde allí, vivir echando toda ansiedad sobre quien tiene cuidado de sus almas.  Así debe vivir el cristiano.

 El soberbio y orgullosos no depende Dios, es por lo mismo que es resistido por Dios.

El texto está finalizando con un llamado claro a la dependencia absoluta de Dios.

Esto es una muestra de sumisión, humildad, de confianza y de conformarse al saber quién es Dios, cuáles son sus tributos.  Que nuestra vida dependa de Dios, como la vida de Cristo, humilde hasta la muerte de cruz por amor a Dios y a sus hermanos.

Oh amados hermanos nunca ganara nadie contra el Señor, pues el siempre gana, nunca pierde. No podemos ser necios y seguir viviendo resistiéndonos a Dios.  Ven al Señor, deja tus soportes, mira tú realidad, eres un simple hombre y morirás sin nada, y te enfrentaras al dueño y Señor de todo lo existe. No imparta si has vivido así, como un soberbio y orgulloso rebelde, ahora ven en arrepentimiento y fe al señor, confesando tus pecados y confiando solo en Cristo Jesús en quien hay salvación, en quien hay perdón, en quien hay nueva vida y así humíllate la Señor y el cuidara tu alma en sus manos donde nada ni nadie la puede arrebatar.