En el sermón anterior transitamos juntos el camino de Moab a Belén junto con Rut y Noemí. Observamos como una tragedia cotidiana puede ser ordenada por Dios para que sus planes eternos se cumplan. Vimos como Noemí perdió a toda su familia, y quien la acompaño en el sendero a Belén fue nuestra heroína Rut. En medio de esos acontecimientos estudiamos ejemplos de entrega, servicio, hermandad y compañerismo cristiano. Pero como mensaje principal vimos como la amargura de nuestro mar de pecado se transformó en aguas dulces porque el buen Salvador vertió su preciosa sangre para cambiar nuestros destinos, y esa redención nos lleva a hacer un pacto con Él y su pueblo, renunciar a nuestros dioses, ya que la invitación que hace el cristianismo es a un viaje sin retorno, llevamos nuestra cruz morimos a nosotros mismos, las cosas viejas pasan todas son hechas nuevas en Cristo Jesús.

Ahora nos encontraremos nuevamente con nuestras amigas Rut y Noemí. ¿Recuerdan en donde las dejamos? Habían llegado a Belén en el inicio de la siega de la cebada.

Vamos al verso 1:

Tenía Noemí un pariente de su marido, hombre rico de la familia de Elimelec, el cual se llamaba Booz” (v.1)

Antes de iniciar la nueva travesía, el autor nos da información dejándonos algunas ideas:

  1. Noemí tenía un pariente vivo de Elimelec llamado Booz
  2. Ninguna de ellas sabe de la existencia de este pariente (sólo Dios)
  3. Booz es un hombre “hombre rico”, eso quiere decir, “valiente y esforzado”,

Así que recordemos durante toda la exposición del sermón que esta información es desconocida para Rut y Noemí. Por otro lado, el que Booz sea caracterizado de esta forma nos recuerda hombres de la misma época de los Jueces, como lo fueron Gedeón (Jueces 6:12) y Jefté (Jueces 11:1), era un hombre sólido, de ahí el significado de su nombre, que es “en él está la fuerza” y probablemente tenía entre 45 a 55 años por ser coetáneo a Noemí y Elimelec.

Desde el verso 2 comenzamos con las conversaciones de nuestros protagonistas, a diferencia del capítulo anterior, aquí se nos muestran muchos más diálogos.

Y Rut la moabita dijo a Noemí: Te ruego que me dejes ir al campo, y recogeré espigas en pos de aquel a cuyos ojos hallare gracia. Y ella le respondió: Vé, hija mía” (v.2)

El autor hace referencia a Rut como “la moabita”, como si fuera su apellido, y lo veremos a lo largo del libro, lo cual refleja su identidad de extranjera. Ella le pide permiso a Noemí para ir a los campos a recoger espigas, en pos de aquel en cuyos ojos halle gracia.

Antes de analizar estas palabras, es importante notar lo siguiente: Nadie de Belén le brindó hospitalidad a nuestras viudas. Era algo propio de la época, recordemos, “cada quien hacía lo que bien le parecía”. En el libro de Jueces se nos muestra un ejemplo similar:

Y él respondió: Pasamos de Belén de Judá a la parte más remota del monte de Efraín, de donde soy; y había ido a Belén de Judá; mas ahora voy a la casa de Jehová, y no hay quien me reciba en casa (Jueces 19:18)

Nadie salió al encuentro de esas dos mujeres cuando entraron a Belén, la hospitalidad era una marca del pueblo de Dios, sin embargo, nadie dijo: ¿Qué les sucedió?  ¿necesitan algo? No hubo un bocado de pan ni de agua, ahora son los Israelitas que se comportaron como los Moabitas con Rut y Noemí, aún seguían solas, pero el tiempo de la siega había iniciado.

Antes de iniciar su viaje a los campos, Rut pide permiso, y estando ya en los campos si observan el verso 7 también pide permiso para recoger las espigas. Demuestra la humildad y sencillez de una creyente. Hoy vivimos a mil por hora, pedir permiso es prácticamente una cualidad superlativa, hasta nuestros propios hijos muchas veces no son capaces de levantarse de la mesa pidiendo permiso. Los “por favor” han pasado de moda. Sin embargo, Noemí no era la madre de Rut, en cuanto a la sangre, pero lo era en cuanto a la fe, y eso hacía de ella una cristiana integral, la respetaba como una hermana y amiga en la fe. Lo segundo que se muestra es que ella ira a recoger espigas. Quizás eso no tenga mucha importancia, pero no es Noemí quien le está enviando a buscar comida o a trabajar, sino que Rut es la emprendedora. Ella toma la iniciativa de ir, trabajar, autosustentarse y proveer a su suegra. No era una ociosa, sino que está dispuesta a trabajar, y no se fija en el tipo de trabajo, ella naturalmente tiene la disposición, porque un cristiano puede realizar cualquier trabajo, porque lo hace para la gloria de Dios. A Rut no le importa que sus uñas se echen a perder, que sus manos se partan o que el sol quemara su piel y su pelo; y ni siquiera cuál será la ganancia, simplemente se aferra a la providencia de Dios, bajo el mandato cultural.

Y lo tercero es que aun su trabajo es un arrojo de fe: espigará en los campos de alguien que la vea con gracia y Dios proveyó un dador de gracia.

Detrás de escena Dios está reuniendo a Rut con su amado Booz. Pero, lo está haciendo a través de su palabra y sus leyes. Rut es consciente de que existe la posibilidad de recoger espigas porque era un derecho para las viudas, huérfanos y extranjeros. Ella hizo propia, tal cual lo prometió, esa tierra extraña, y al Dios de Noemí, lo abrazo amando sus leyes.

Porque Jehová vuestro Dios es Dios de dioses y Señor de señores, Dios grande, poderoso y temible, que no hace acepción de personas, ni toma cohecho; que hace justicia al huérfano y a la viuda; que ama también al extranjero dándole pan y vestido. Amaréis, pues, al extranjero; porque extranjeros fuisteis en la tierra de Egipto” (Det. 10:17-19)

Cuando siegues tu mies en tu campo, y olvides alguna gavilla en el campo, no volverás para recogerla; será para el extranjero, para el huérfano y para la viuda; para que te bendiga Jehová tu Dios en toda obra de tus manos. Y acuérdate que fuiste siervo en tierra de Egipto; por tanto, yo te mando que hagas esto” (Det.24:19,22)

Maldito el que pervirtiere el derecho del extranjero, del huérfano y de la viuda. Y dirá todo el pueblo: Amén” (Det.27:19)

Dios es misericordioso y desea que su pueblo sea como él, la palabra y por ende la cultura del pueblo de Israel estuvieron a favor de Rut, y ella era viuda y extranjera.

Hermanos cuando la sociedad no cuida a este tipo de personas caen maldiciones sobre las naciones, y este mandato lo vemos claramente en el nuevo testamento. Nosotros somos el Israel de Dios y debemos hacer frente a esta misión. Y pongamos atención que esto era un “derecho”, no era un bono, un beneficio o un regalo como lo es en nuestros días, al mismo tiempo la ley de Dios prescribía que estas personas deberían trabajar para obtener su sustento, es decir, ir a recoger las espigas. Dios no da comida sin esfuerzo:

Si alguno no quiere trabajar, que tampoco coma” 2 Tesalonicenses 3:10

La misericordia de Dios y su providencia no pasa por alto las habilidades humanas, no existe un concepto “de estado paternalista” en Dios como las de algunas naciones, él desea que su pueblo provea de posibilidades a los necesitados, y éstos por medio de su trabajo provean para sí mismos y para los suyos primeramente. Anhelamos líderes políticos que reflejen estos principios, pero debemos hacernos la pregunta si la Iglesia y cada uno de nosotros está llevando a cabo esta labor y la cultura del Evangelio está moldeando todas las áreas de nuestra vida.

Luego de ver la integridad de Rut, Noemí le permite ir. Y curiosamente por esas cosas de la vida Rut termina trabajando en los campos de Booz. ¿coincidencia? como dice el pastor Salvador Gómez: “Dios sincronizo las velocidades de Rut y Booz”, esto no fue un accidente Dios lo había decretado en la eternidad. Y por primera vez vemos a Booz entrar en escena:

Y he aquí que Booz vino de Belén, y dijo a los segadores: Jehová sea con vosotros. Y ellos respondieron: Jehová te bendiga” (v.4)

Imaginemos esa escena hermanos: Booz entrando como el varón de reputación que era, probablemente todos dejan de trabajar por un momento porque ha llegado el Jefe, la mirada de Rut se concentra en él. Y no sólo en él sino también en sus palabras. Se fija en el trato que tiene con sus empleados, es un hombre diferente. A pesar de la apostasía de esos tiempos, había aún un lenguaje cotidiano que glorificaba a Dios, Booz es cortés porque es piadoso, él le da dignidad a sus trabajadores por medio de un vocabulario impregnado del Evangelio: Dios sea con ustedes. Y por otro lado la respuesta de los segadores deseando bendiciones a su empleador nos habla de la integridad, bondad y misericordia de Booz. No es un tirano, es gentil y amable, por primera vez el amado de Rut habló y el aroma de sus palabras endulzaron el día laboral.

Booz llama al jefe de los segadores y le pregunta: ¿De quién es esta joven? Los ojos de Booz son lo que se posan sobre Rut de forma inmediata, era la nueva en sus campos ¿quién sería? ¿a qué familia pertenecía? el jefe de los mayordomos le cuenta que es Rut “la moabita”, quien regreso de Moab junto con Noemí. Y lo que le llama la atención al mayordomo de los segadores es una cosa de ella: su trabajo. Había segado durante todo el día, sin descansar ni siquiera por un momento. Por otro lado, el trabajador le revela a Booz que esta extranjera había venido con Noemí desde Moab. Booz sabe que Noemí es su pariente, sin embargo, no le revela esa información a Rut, y por otra parte Rut no le dice a Booz que es nuera de Noemí, por lo tanto, ninguno sabía que eran familiares.

Booz le dice:

  • Quédate en mi campo (provisión)
  • Estarás en compañía de mis criadas (trabajo en comunidad, adiós a la soledad)
  • Aprende de mis criadas el arte de la siega (síguelas)
  • Nadie te molestara (protección, presuntas violaciones e insultos)
  • Bebe agua junto con los criados (trato humanitario)

Ninguna de las cosas que Booz despliega sobre Rut eran obligatorias, todas nacen de la Gracia. A los espigadores a veces se les permitía, por la bondad y la caridad de los amos, participar de las provisiones hechas para los segadores, lo que nos habla de la dignidad que los amos y jefes deben ejercer sobre sus empleados. ¿Cómo son las cosas en nuestra actualidad? muchos trabajadores salen con pancartas protestando: ¡agua, pan y salario digno! ¡abuso de poder! ¡los hombres y su patriarcado nos explotan! ¡revolución por una reivindicación de género! Y por otro lado existen jefes y amos explotadores, abusadores y sanguinarios que oprimen a sus trabajadores y Dios habrá de pedir cuenta a ellos. El cristianismo viene a reformar estas áreas.

En nuestro país existe una empresa de colchones llamada Rosen. En sus inicios como empresa, cada año el sindicato realizaba una propuesta de mejoras para los empleados, sin embargo, cada año los dueños disponían de una oferta mucho mejor que la del sindicato, porque los dueños eran cristianos, es decir, llevaban la cultura del evangelio hacia su fuente laboral. Booz nos da un ejemplo de empleador y Rut un ejemplo de empleado, él es bondadoso y gentil, ella trabajadora y humilde, ya que vemos que acepta las misericordias de Booz, nosotros pensamos que merecemos lo mejor, los mejores tratos, sueldos, puestos pero Rut al igual que la mujer cananea (Mateo 15:27) se satisface de las migajas que caen de la mesa, y bueno sería que al igual que Booz muchos hombres ricos dejarán caer más migajas voluntariamente, porque mejor es dar que recibir.

Ante todo esto, Rut inclina su rostro en tierra, como una señal de adoración típica del Antiguo Testamento y pregunta: ¿Por qué he hallado gracia en tus ojos para que me reconozcas, siendo yo extranjera? Ella había salido de mañana esperando estas palabras, alguien que la mirara así, era extranjera, tenía el derecho a recoger espigas, pero a nada más, desde el punto de vista natural estaba en una gran desventaja, Booz la miro con gracia, como: El Señor miro a Noé, Potifar a José, los egipcios a los Israelitas y Amán a Ester.

El libro de Proverbios nos dice:

Nunca se aparten de ti la misericordia y la verdad; átalas a tu cuello, escríbelas en la tabla de tu corazón; y hallarás gracia y buena opinión ante los ojos de Dios y de los hombres (Prov. 3:1-4)

Al abrazar al Dios de Noemí, Rut abrazo la palabra de Dios, la escribió en su corazón y la puso en práctica en su vida. Ser receptor de la gracia de Dios nos llevará a una restauración integral de nuestras vidas. Booz reconoce todo lo que ha hecho Rut con Noemí, el abandono de sus dioses y su pueblo y la bendice:

Jehová recompense tu obra, y tu remuneración sea cumplida de parte de Jehová Dios de Israel, bajo cuyas alas has venido a refugiarte” (v.12)

La fuente de toda bendición para Rut es que ella ha venido a ampararse bajo las Alas del Omnipotente, es una figura que vemos constantemente en las Escrituras, los hijos de Dios refugiados bajo su sombra, Dios reuniendo a su pueblo, abrazándolo, cobijándolo, y un pueblo reconociéndose débil:

No se deleita en la fuerza del caballo, ni se complace en la agilidad del hombre. Se complace Jehová en los que le temen, y en los que esperan en su misericordia

(Salmo 147:10-11)

Y esa Misericordia es preciosa:

¡Cuán preciosa, oh Dios, es tu misericordia! Por eso los hijos de los hombres se amparan bajo la sombra de tus alas. (Salmo 36:7)

Rut y todo creyente han renunciado a sus dioses, su pueblo, su pasado no porque en sus fuerzas hallan podido encontrar a Dios, sino todo lo contrario, porque son débiles, indigentes espirituales, inconsistentes e insuficientes en lo que respecta a la esfera espiritual. Recordemos las palabras del Señor a Jerusalén:

¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas, y apedreas a los que te son enviados! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina junta sus polluelos debajo de las alas, y no quisiste! (Mateo 23:27)

¿Qué es lo que no pudieron hacer los judíos y los fariseos? Reconocer que necesitaban un refugio por la ira por sus pecados, que necesitaban bajar su rostro ante el Dios que les hablaba constantemente de su pecaminosa condición, que dejarán de confiar en ellos mismos y abandonarán su vanidad y gloria, cayeran sobre sus rodillas y reconocieran que Jesús es la luz del mundo. Refugiarse bajo las alas de Dios viene a crucificar nuestras pasiones, deseos y amar a Cristo por sobre todas las cosas. El hombre tiene la opción como Orfa de volver a Moab a refugiarse en su propio pueblo, en sus dioses, en el hogar de sus padres, o ampararse en las alas del Altísimo.

Rut responde a Booz diciéndole que la ha consolado, que ha hallado descanso en sus palabras, algo que había procurado Noemí (1:9), pero Dios vino a cumplir ese deseo por medio de Booz, él hablo a su corazón, a su necesidad, como José hablo a sus hermanos (Gén.50:21); consolándolos diciéndoles no tengan miedo yo sustentaré a ustedes y su familia, Booz dio alegría a la vida de Rut.

Al parecer pasan algunas horas y llega la instancia de comer, Booz le dice a Rut:

Ven aquí, y come del pan, y moja tu bocado en el vinagre. Y ella se sentó junto a los segadores, y él le dio del potaje, y comió hasta que se sació, y le sobró” (v.14)

Luego de la escena de consolación espiritual Booz se encarga de alimentarla con pan. Su Evangelio era un evangelio integral. Recuerdan que Moab no salió con agua ni pan a recibir a Israel cuando salió al desierto, Booz salió a recibir con agua y pan a Rut y se sacio. Booz es quien sirve a la mesa, el dueño del campo, el jefe se vistió de siervo y atendió a quien sería su futura esposa, una imagen de la Iglesia y Cristo. Sin querer queriendo esta es la primera cita de Rut y Booz, probablemente ella está sucia por el arduo trabajo, no son las mejores condiciones para un encuentro amoroso, pero Dios uso lo cotidiano, el trabajo, el día a día, Rut puede decir:

bajo la sombra del deseado me senté, y su fruto fue dulce a mi paladar. Me llevó a la casa del banquete, y su bandera sobre mí fue amor (C. de los Cantares 2:3 - 4)

Posterior a esto, Booz dio la instrucción que Rut recogiera espigas entre las gavillas, que no la avergüencen, dejaran caer manojos para que ella recoja y no la reprendan, confirmando la provisión y protección hacia la moabita. Rut trabajo hasta la noche, desgranó todo, y consiguió una efa de cebada (22 litros), volvió a la ciudad donde estaba Noemí, comió y su audacia para buscar comida sirvió para proveer también a su suegra, quien pregunta:

¿Dónde has espigado hoy? ¿y dónde has trabajado? Bendito sea el que te ha reconocido (v.19)

Sin conocer la identidad del benefactor Noemí ya lo bendice. Y Rut le narra que Booz era el dueño de los campos. Ahora su bendición se complementa:

Sea él bendito de Jehová, pues que no ha rehusado a los vivos la benevolencia que tuvo para con los que han muerto, él es nuestro pariente quien puede redimirnos (v.20)

Noemí alaba la bondad de Dios por medio de Booz, quien no se ha olvidado ni de los vivos ni de los muertos. De los vivos porque Booz fue la fuente de provisión para ambas mujeres y de los muertos porque su familia había vendido y al mismo tiempo perdido las tierras que habían pertenecido a Elimelec y sus hijos, ellas no tenían la posibilidad de recuperar dichos terrenos, pero Booz sí:

La tierra no se venderá a perpetuidad, porque la tierra mía es; pues vosotros forasteros y extranjeros sois para conmigo. Por tanto, en toda la tierra de vuestra posesión otorgaréis rescate a la tierra. Cuando tu hermano empobreciere, y vendiere algo de su posesión, entonces su pariente más próximo vendrá y rescatará lo que su hermano hubiere vendido. (Lev. 25:23-25)

Nuevamente Dios está restaurando a Noemí y Rut por medio de su palabra que es la base de la cultura Israelita. Dios resolvió el problema del hambre y la provisión,  el problema familiar, ya que había un pariente vivo y resolvió el problema de redención. Rut le cuenta que Booz la invito a ir a sus campos y quedarse ahí, y la respuesta de Noemí refleja una segunda intención: “Mejor es que estés en ese campo y no en otro”. Noemí se viste de “corazones service” y con su consejo desea que Booz y Rut se enamoren y se casen. Un paréntesis aquí, Noemí bien pudo ser la mujer que Booz recibiera en matrimonio, pero ella ha visto como la mano de Dios ha estado sobre su nuera, por lo que le resulta natural que ellos terminen en matrimonio. Por otra parte, ¿qué hubiera pasado si Orfa hubiese regresado con ellas? ¡qué conflicto! sin embargo, la mano de Dios hizo todo para que de Rut viniera el Salvador del mundo. Finalmente, la moabita estuvo toda la temporada en la siega de la cebada y del trigo en los campos de Booz y viviendo con su suegra, quizás esperábamos que terminara viviendo con Booz, pero aun no era el tiempo.

¿Dónde está el evangelio en este relato?

Durante este relato hemos podido ver el trabajo de Rut: diligente, constante, fuerte y conmovedor. Y en nuestras mentes pueden cobijarse pensamientos de merecimiento hacia esta mujer, ella fue la que busco trabajo, fue una emprendedora, merecía todo lo que le sucedió, trabajo y sudó por su redención, por eso es que Dios la ayudó, como diciendo “ayúdate que yo te ayudaré”. Sin embargo, el evangelio no es un ofrecimiento de esfuerzos, ni de merecimientos, es totalmente todo lo contrario. Como dice John Piper:

“La buena noticia es que Dios no necesita nuestra ayuda. El evangelio no es un anuncio de empleo” (Bajo la sombra de sus Alas, p. 72)

Por eso es que el mensaje de la Cruz es locura para quienes se pierden, ya que ellos están basando su forma de vivir, su salvación, su eternidad en su sabiduría, en sus propios esfuerzos, pero el Evangelio es poder de Dios para salvación. El Evangelio nos ofrece una redención basada en la obra perfecta del hijo de Dios, él ya hizo lo que nos era imposible hacer: agradar y complacer a Dios, cumplir perfectamente su ley y sus mandatos, amándole perfectamente. Como dice una autora: “No trates de impresionar a Dios, Cristo ya lo hizo por ti”.  Dios está buscando personas débiles, insuficientes en sí mismas para encontrar el camino a Belén, personas que caigan con su rostro en tierra como Rut, se humillen contritos ante la Cruz y reconozcan que hay un solo mediador entre ellos y Dios: Jesucristo; que dejen padre, madre, tierra y sus dioses para venir a refugiarse en él, bajo sus Alas. Tu puedes quedarte en Moab en lo supuestamente seguro, en lo supuestamente conocido, refugiado en tus dioses, justificándote a ti mismo como lo hacían los fariseos (Lucas 16:15), pero el Señor les dijo: Dios conoce los corazones, lo que tú tienes por sublime, delante de Dios es abominación.

Booz habló al corazón de Rut sin saber profundamente lo que le había sucedido, pero Cristo pesa los corazones, y sabe que lo que anidamos ahí son sólo falsos ídolos, que devoran nuestras vidas, él desea que vengamos a él a refugiarnos en su diestra, guardarnos como a la niñas de sus ojos, escondernos bajo la sombra de sus alas y ahí y sólo ahí estaremos seguros (Salmo 17:7-8; Salmo 91:4); él no se avergüenza de habitar junto a nosotros y cuidarnos:

Porque así dijo el Alto y Sublime, el que habita la eternidad, y cuyo nombre es el Santo: Yo habito en la altura y la santidad, y con el quebrantado y humilde de espíritu, para hacer vivir el espíritu de los humildes, y para vivificar el corazón de los quebrantados. (Is. 57:15)

¡Que paradójico! El que es Santo, habita con los pecadores, los quebrantados y humildes y a esos ama. Si no vienes a refugiarte en Jesús, bajo sus alas, su puño sigue alzado y sus alas de águila se extenderán contra ti (Jer. 48:40), y buscaras refugio en los montes y en las peñas de Moab, pero nada podrás hacer, no podrás sostenerte en pie ante su furor, tu pecado estará delante de él  y no habrá una roca eterna que te pueda proteger, morirás en tus propios pecados, y el justo castigo es la condenación eterna por no humillarte y  adorar al Salvador ni asombrarte por la gracia del dador de la vida. Él se dio a sí mismo para librarnos de toda iniquidad y purificar a un pueblo celoso de buenas obras (Tito 2:14); ¿estás refugiado en Jesús o en tus propios bunkers? Hermano, amigo la descendencia de Rut dice:

Señor, tú nos has sido refugio, de generación en generación (Salmo 90:1)

¿Qué lecciones podemos aprender de este sermón?

1.El trabajo nos ayuda a bien: Hemos aprendido durante este sermón que Dios uso el trabajo para bendecir a Rut y Noemí, por medio de la cultura del trabajo de Israel proveniente de las mismas Escrituras. Hemos visto en la escuela dominical que el trabajo es un mandato del Señor y nos podemos deleitar en ello. Dios trabaja, al ser imagen suya nosotros también lo hacemos, seis días Dios trabajó en la creación y el séptimo descanso, nosotros trabajamos seis días a la semana y el día del Señor venimos a adorarle; y por medio del trabajo nos transformamos en colaboradores suyos, en vehículos para la obra de Dios. ¿Cómo sería transformada nuestra sociedad bajo esto principios? Darrow Miller dice lo siguiente:

“Los historiadores de la economía han reconocido que la cosmovisión bíblica que enseñaron los reformadores fue el principal factor que sacó a  naciones enteras de la pobreza gracias al desarrollo social de las clases medias. Estas enseñanzas fueron tan intensas y duraderas que pasaron a llamarse la ética protestante”

John Wesley ofrece un marco sencillo de esta ética: gana todo lo que puedas, ahorra todo lo que puedas y da todo lo que puedas.

Gana todo lo que puedas: ¿qué significa? ¿avasallaré a quien se me cruce por delante? ¿explotaré los recursos que Dios me ha dado hasta exprimir hasta el último peso? En las palabras de Wesley significa:

“gana todo lo que puedas sin perjudicarte a ti ni a tu prójimo, en alma o cuerpo, aplicándote a ello con diligencia continua, y con todo el entendimiento que Dios te ha dado”. Es decir, nuestro trabajo debe ser sano y moral. Rut trabajo, todo el día, desde la mañana hasta la noche, sin perjudicar a nadie ni a sí misma, siendo de bendición para Noemí, se esforzó al máximo. Tengamos en cuenta lo que dice Martin Lutero:

“Dios no quiere que llegue el éxito sin esfuerzo. No quiere que me quede en casa sentado, que deje pasar la vida sin hacer nada, o le entregue mis asuntos y espere hasta que un pollo frito vuele y caiga en mi boca. Eso sería tentar a Dios”. Como dijimos con anterioridad, Dios no pasa por alto nuestros dones, él desea que los usemos para su gloria.

Ahorra todo lo que puedas: ¿qué significa? ¿no gastaré nada y seré un tacaño? no. En palabras de Wesley es: “Ahorre todo lo que pueda, pero recortando todo gasto que sólo sirva para satisfacer deseos vanos; para gratificar el deseo de la carne, de los ojos o el orgullo de la vida; no malgaste nada, en vida o muerte, en pecado o disparates, para usted o para sus hijos”.

Debemos ahorrar en las fuerzas de nuestras posibilidades, en tiempos de bonanza porque el Señor mismo en su creación no despilfarro nada, él nos da seis días para trabajar entonces debemos ahorrar para vivir el séptimo, también porque vivimos en un mundo donde debemos estar preparados como José en Egipto ante posibles escenarios adversos, no conocemos el futuro, sin embargo, la hormiga almacena provisiones para el duro invierno, el ahorro nos brinda la virtud de una vida sencilla y en contentamiento. Rut trabajo todo el día y de su trabajo ahorro para que su suegra comiera y les sobro. Conocía lo cambiante de la economía, ella misma había sufrido hambre, por lo que tuvo la oportunidad de mirar al futuro y ahorrar de lo trabajado.

Dar todo lo que puedas: ¿qué significa? ¿Qué daremos de tal forma de dejar a nuestras familias sin sustento, sin pagar nuestras deudas y ofrendas? no. En palabras de Wesley es: “Dé todo lo que pueda, es decir, dé todo lo que tenga a Dios. No escatime en una u otra proporción. Entregue a Dios no la décima parte, ni la tercera, ni la mitad, sino todo lo que es de Dios, sea más o menos, emplee todo en usted, su casa, la casa de la fe, y toda la humanidad, de tal manera que pueda dar buena cuenta de su mayordomía cuando ya no pueda seguir administrándolo” ¿quién dio todo lo que pudo? Booz. Él le dio fuente de provisión a Rut, protección, trato humanitario, palabras de consuelo y amor. Por otra parte, Rut dio todo lo que pudo a Noemí. Es un circulo virtuoso, no teórico, sólo puede ser llevado a cabo bajo las fuerzas del Espíritu Santo. Hoy hay gente que probablemente explota o una, o dos de estos principios, el creyente receptor de la gracia tratará siempre de abrazar estas tres reglas.

2.Booz la Iglesia de Rut: En el mensaje pasado observamos que Noemí fue la Iglesia de Rut y viceversa. A esa congregación se añade un nuevo miembro, Booz. Él procuro darse primeramente sirviendo, como los hermanos de Macedonia, no sólo se preocupa de la consolación espiritual de Rut, sino también del pan y la provisión. El mensaje del evangelio como hemos visto en las escuelas dominicales, abarca todas las áreas de nuestra vida, nuestra alma y cuerpo. Es la Iglesia la que posee esta misión y privilegio, miremos lo que dice Isaías:

He aquí que en el día de vuestro ayuno buscáis vuestro propio gusto, y oprimís a todos vuestros trabajadores… El ayuno … ¿No es que partas tu pan con el hambriento, y a los pobres errantes albergues en casa; que cuando veas al desnudo, lo cubras, y no te escondas de tu hermano? Entonces nacerá tu luz como el alba, y tu salvación se dejará ver pronto; e irá tu justicia delante de ti, y la gloria de Jehová será tu retaguardia. (Is. 58:3,7-8)

La benevolencia y actuar de la Iglesia nacen de su entendimiento de la Gracia de Dios. Una Iglesia es dadivosa en el sentido que ha comprendido cual ha sido el precio de su rescate, la sangre de Cristo, y él se ofrendó al 100% no parcialmente. Un buen ejemplo asombroso de la Iglesia la podemos encontrar en el mundo grecorromano, en donde Juliano escribió lo siguiente:

“La fe cristiana ha avanzado especialmente gracias al servicio de amor prestado a los extranjeros y al servicio ofrecido en el entierro de los muertos”. Y tenemos otros ejemplos como los hogares de huérfanos de Spurgeon, Müller, las iniciativas de Wilberforce, la obra de Carey, etc. Nos gozamos y asombramos con esos hombres, pero la pregunta es ¿ellos recibieron una gracia diferente a la nuestra? ¿no eran de carne y hueso como nosotros? Jesús nos dijo: De gracia recibisteis, dad de gracia.

¿Booz era diferente a nosotros? Él tenía un antecedente de la gracia de Dios en su historial familiar, su madre fue una ramera llamada Rahab, por la fe esa mujer recibió a los espías en paz y fue justificada, y habitó entre los Israelitas, al igual que Rut se cobijó a la sombra del Omnipotente. Booz y sus padres, Salmón y Rahab fueron receptores de la gracia de Dios, este pariente redentor sabía muy bien lo que significaba la palabra gracia, quizás recordó a su madre cuando vio a Rut desamparada y como ella fue recibida en los brazos de un pueblo que la acepto como suya, él ahora haría lo mismo. Nosotros amados también tenemos un historial familiar de la gracia, nuestro hermano mayor se dio por nosotros en la Cruz, nosotros nos ofrendaremos a otros como él lo hizo. Somos recibidos bajo la sombra del amado, pero la Iglesia también extiende alas sobre los menesterosos y afligidos.

3.Booz y Rut, un prototipo del matrimonio cristiano: Si estás buscando novio o novia, o si ya estas casado Booz y Rut son una gran ejemplo para hombres y mujeres. Rut, por una parte encarna a la mujer virtuosa:

Busca lana y lino, y con voluntad trabaja con sus manos. Es como nave de mercader; trae su pan de lejos. Se levanta aun de noche y da comida a su familia y ración a sus criadas. Considera la heredad, y la compra, y planta viña del fruto de sus manos. Ciñe de fuerza sus lomos, y esfuerza sus brazos. Ve que van bien sus negocios; su lámpara no se apaga de noche. Aplica su mano al huso, y sus manos a la rueca. Alarga su mano al pobre, y extiende sus manos al menesteroso. (Prov.31:13-20)

La mujer virtuosa trabaja, distribuye su tiempo, es diligente, esforzada, aun trasnocha para dar de comer a su familia y sus criadas, sabe administrar las finanzas, posee el don de mayordomía, hace buenos negocios y es misericordiosa con el pobre. Un hombre creyente debe fijar sus ojos en una mujer así, este es el perfil, no la foto, no tendrá las características al 100% , pero se notan estas cualidades y el ánimo de progresar en ellas. Rut no llego a Belén reclamando un campo para sí, sino que llego a trabajar, y sin saberlo llego a los campos que en el futuro serían todos suyos, dejando un legado para sus propios empleados  de sencillez, humildad y tesón.

Booz encarna al hombre virtuoso, si Proverbios 31 nos habla de la mujer virtuosa Job 31 nos habla del hombre virtuoso, allí se nos habla de un hombre que: hizo pacto con sus ojos en no mirar siquiera a las vírgenes, no anduvo en engaños y mentiras, considera el derecho de sus siervos y siervas, da abrigo al menesteroso y camina bajo el abrigo del Altísimo. Recordemos lo que se nos decía de Booz, era un hombre valiente y esforzado, los descendientes de Booz por la fe también lo son, un ejemplo es David: era valiente, vigoroso, hombre de guerra, prudente en sus palabras, y hermoso, y Jehová está con él.

(1 Sam. 16:18).

Querido hermano, quizás no seas hermoso como David, pero sin duda, si eres creyente lucha para ser un reflejo de Cristo, ser un hombre virtuoso.

4.Su palabra es suficiente: En el libro de Jueces vemos muchas manifestaciones sobrenaturales: el ángel de Jehová, jueces que son capacitados en poder militar y física por el Espíritu Santo, curiosos llamamientos como el de Gedeón o vemos en el libro de Reyes formas extraordinarias de alimentación como el caso de Elías en donde unos cuervos lo alimentaban. Sin embargo, en el libro de Rut Dios usa su palabra a través de la cotidianeidad para hacer cosas extraordinarias. Muchas veces deseamos que Dios se manifieste de forma especial en nuestras vidas, soñemos cosas, vivamos experiencias celestiales, pero él dejó su palabra como nuestra regla de fe y conducta. ¿Tienes algún problema en tu trabajo? ¿en tu matrimonio? ¿en tus finanzas? ¿en tu vida espiritual? ¿quieres saber cuál es la voluntad de Dios para tu vida? La biblia dice: “La suma de tu palabra es verdad” (Salmo 119:160). Toda otra fuente es falsa, engañosa y trae aguijones a nuestra vida. Su palabra es suficiente para restaurar nuestras vidas, la pregunta que debemos hacernos es: ¿por qué retrasamos nuestra obediencia? Sus designios son perfectos, abracemos su palabra con fervor.

5.Cristo nuestro pariente redentor: Nosotros al igual que Rut vagábamos en este mundo buscando saciar nuestra hambre, andábamos sin Cristo, alejados de la ciudadanía de Israel, ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza, sin Dios (Ef.2:12), teniendo un entendimiento entenebrecido (Ef.4:18), nuestro pariente más cercano era nuestro padre el diablo, porque nuestros labios rebosaban de sus mentiras, vivíamos muertos de pecado y rebelión, no había tratamiento para nosotros, las Escrituras dicen:

Incurable es tu quebrantamiento, y dolorosa tu llaga. No hay quien juzgue tu causa para sanarte; no hay para ti medicamentos eficaces. Todos tus enamorados te olvidaron; no te buscan. (Jer. 30:12-14)

No había quien se acordará de nuestra causa, todos los que proclamaban amor por nosotros nos dejaron, porque ¿quién podría defendernos?  Nuestros pecados eran un mar amargo de hiel y putrefacción, no había probabilidad ni posibilidad de salvación. Pero un redentor se levantó, un pariente mucho más lejano que Booz a Rut, porque este redentor vino como el pan del cielo, para alimentar nuestra hambre de Dios, fue el agua de vida que sacio nuestra sed, fue misericordioso porque se hizo semejante a nosotros (Heb. 2:17), ese es nuestro único vínculo con él, Dios en la segunda persona de la trinidad se encarnó para vivir la vida perfecta, él es nuestro segundo Adán, quien triunfo donde nosotros fuimos derrotados, se transformó en nuestro hermano mayor para invitarnos a la casa del Padre mediante la redención que tenemos por su sangre, él es un pariente más excelente que Booz.

Así que ya no somos extranjeros, advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de Dios, en él hay abundante misericordia, gracia y redención; aún hay espacio en la familia de la fe, el ejemplo de Rut es una invitación de que no hay barreras para la superabundante gracia de Dios, vamos a la Cruz juntos tal cual somos, a habitar al abrigo de Dios, no seamos como Orfa quien escogió a sus propios parientes, sus propios dioses para buscar consuelo, refugio y paz, humillémonos bajo su mano poderosa y cuando sea tiempo él mismo nos exaltará.