En esta clase veremos la importancia de los dones en acción en medio de la congregación. Cada uno de los que han nacido de nuevo poseen, al menos, un don espiritual que debe ser utilizado para la edificación del cuerpo de Cristo. Este don debe ser cultivado y ejercitado en la fuerzas del Espíritu Santo. Resulta una constante en medio de las congregaciones preguntarnos ¿Cuál es mi don? Esta clase tiene por objetivo contestar a tal interrogante y nutrir al cuerpo de Cristo con la finalidad de reconocer que todos los talentos que él nos ha dado tienen como finalidad su Gloria y equipación de los Santos.

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