Rut 3: Amor que arriesga

Continuamos con nuestra serie el Evangelio según Rut. En el capítulo anterior observamos como Noemí y Rut habían llegado a Belén luego de recorrer el sendero desde Moab.

 Lamentablemente a su llegada, nadie las recibió con agua y pan, más bien el pueblo había quedado en estado de shock por la vuelta de estas dos mujeres en situación de indigencia y por la llegada a Belén de una moabita. Sin embargo, el texto nos daba a entender que Dios aún tenía para Rut un pariente que la podía redimir, quien se llamaba Booz, el cual era un hombre valiente y esforzado.

Dios utilizó su ley para proveer de comida, protección y redención a Rut: De comida porque los judíos debían ser misericordiosos con los pobres, extranjeros y las viudas; dejándoles recoger de las espigas que dejara la cosecha, sin dejar de lado las habilidades de trabajo que tenía Rut, era una obra de misericordia unida al trabajo del necesitado. El Señor dio protección a Rut por medio de Booz, él la cobijo, ayudó y sirvió; y al mismo tiempo, Dios por medio de este hombre, ofrece la posibilidad de redención a Rut y Noemí. Todo esto teniendo como telón de fondo los mandamientos de Dios, es su palabra la cual intercede a favor de Rut y Noemí, en lo cotidiano, en el día a día. Como decíamos en aquel sermón, no hay situaciones extraordinarias en este libro como sucede en Jueces, aquí observamos como Dios bendice a su pueblo a través de su Palabra y la obediencia a ésta. También estudiamos lecciones de humildad, trabajo y cortesía por medio de Rut; y lecciones de trato humanitario, bondad y consolación por medio de Booz.

Descubrimos que el Evangelio no es un ofrecimiento de empleo al cual podemos optar y trabajar por nuestra redención, más bien es un llamado a reconocer nuestra incapacidad y necesidad de refugio por nuestras maldades y pecados, recordemos: todos tenemos un refugio, la pregunta es: ¿Quién es nuestro refugio? Jesucristo o nuestros propios ídolos, ningún pecado quedará impune, no existen amnistías en Dios, o Cristo murió por tus pecados o morirás en los tuyos. Rut encontró su amparo en el Dios de Noemí, en Jehová, habitó bajo las Alas del Omnipotente, y fue justificada por medio de la Fe.

Al final de la historia esperábamos que Rut se quedara con Booz, sin embargo, ella vuelve a vivir con Noemí y trabajo durante la siega de la cebada y del trigo, es decir, trabajo varios meses al servicio de Booz antes de que ocurra lo narrado en el capítulo 3.

Algo que sucede en cada capítulo de Rut es como ella se acerca más y más al corazón de Booz, en el primer capítulo ella está en Moab y se dirige a Belén la ciudad de su redentor, luego trabaja en el campo de Booz y ahora se dirige a la era de Booz donde finalmente encontrara reposo en el corazón de su futuro marido. Este capítulo es el clímax de toda la historia del libro de Rut, podemos palpar la tensión, el drama y el suspenso que hacen subir la temperatura del romance entre Rut y Booz. Sabemos que en el capítulo 2 observamos el primer encuentro entre nuestros protagonistas, fue una cita inesperada, no planificada, pero ordenada en la eternidad en el plan de Redención de la Trinidad, fue una cita llena de compasión, amor, servicio y sencillez. En aquella situación estuvieron rodeados de gente: trabajadores, el mayordomo y las segadoras; se produjo a plena luz del sol, en un día laboral, pero ahora, se reúnen de noche y ya no hay segadores ni mayordomos, la intimidad en esta escena es total.

En el segundo capítulo ¿quién tomó la iniciativa? Rut, quien salió a trabajar. Sin embargo, ahora es Noemí (verso 1) quien elabora un plan, la misión era despertar el amor.  ¿Se acuerdan como Noemí saboreaba la amargura en el capítulo 1? Para ella sólo existía la soledad, muerte y desesperanza. En ese momento no había planes en sus pensamientos, ¿Por qué? Porque no había esperanzas, no había pariente redentor, tenía el conocimiento teológico correcto en su mente, Dios la afligía, pero no apoyaba su cabeza en las promesas de Jehová. Ahora hay planes, quiere decir que Noemí vislumbra un futuro, cuanto ha cambiado la suerte de nuestra querida Noemí sólo en unos pocos meses, su forma de vivir y pensar han sido transformados. Algunos llegan supuestamente a la Fe, pero su forma de pensar y vivir sigue siendo la misma, la amargura de la vida pasada les sigue consumiendo, su antigua vida y sus dioses les siguen atormentando, Cristo aun no es la fuente de su felicidad, sino un simple accesorio. Noemí ahora restablecida, con nuevas fuerzas es la líder del hogar, y se preocupa del futuro de su nuera y de ella misma, era tiempo de levantar cabeza y asumir responsabilidades, ¡sí! asumir responsabilidades, el amor está íntimamente relacionado a responsabilidades familiares, laborales, sociales, eclesiales, etc. Noemí, Rut y Booz en este capítulo las asumen y cumplen.

En particular ¿Qué busca Noemí? Hogar y bienestar para su nuera. Rut pensó en ella al ir a trabajar, ahora es Noemí la que piensa en su nuera y su futuro. Y estas bendiciones Noemí las quiere alcanzar por medio del pariente redentor (goel), utilizando nuevamente como medio la ley de Dios:

Cuando hermanos habitaren juntos, y muriere alguno de ellos, y no tuviere hijo, la mujer del muerto no se casará fuera con hombre extraño; su cuñado se llegará a ella, y la tomará por su mujer, y hará con ella parentesco. Y el primogénito que ella diere a luz sucederá en el nombre de su hermano muerto, para que el nombre de éste no sea borrado de Israel. (Deut. 25:5-6)

Si el forastero o el extranjero que está contigo se enriqueciere, y tu hermano que está junto a él empobreciere, y se vendiere al forastero o extranjero que está contigo, o a alguno de la familia del extranjero; después que se hubiere vendido, podrá ser rescatado; uno de sus hermanos lo rescatará. O su tío o el hijo de su tío lo rescatará, o un pariente cercano de su familia lo rescatará; o si sus medios alcanzaren, él mismo se rescatará.

(Lev. 25:47-49)

La ley de Dios prescribía soluciones para las viudas y la recuperación de la tierra. Por lo general los no creyentes exacerban acontecimientos bíblicos históricos denunciando a un Dios genocida y malvado, pero todas las leyes morales y sociales que son imitables para las naciones son ignorados y tenidos por basura, pero los mandamientos del Señor son buenos:

La ley de Jehová es perfecta (Salmo 19:7a)

Noemí conoce la ley que Dios le dio a Moisés, por ende Booz podía ser el pariente redentor (podía cumplir las dos funciones: casarse y recuperar la tierra), aunque el método utilizado no fue el tradicional ni del todo ortodoxo fue la estrategia correcta.

Noemí la envía a la era, pero antes le pide a Rut que se prepare, y esto consistía en tres elementos: lavamiento, unción de perfumes (hebreo: frotación con mirras) y vestimenta, ahora sus pasos se dirigen a la era no para trabajar, sino a buscar descanso, iría en busca de su futuro esposo. Bull dice lo siguiente en relación a Rut y este pasaje:

“ella fue a la era, no para seducir, sino para suplicar, no para comprometer su honor de mujer, sino para preservarlo. No fue en contra de la ley, sino para que las provisiones de la ley fueran respetadas”

Ahora el verso 4 nos dice que Noemí le indica a Rut que Booz se acostará en la era, ya que los hombres por costumbre dormían ahí para proteger los montones de grano de los ladrones posterior a la parva de la cebada, y Rut debía buscar a Booz y descubrir sus pies, ¿qué buscaría con esto Noemí? ¿qué pasa cuando se descubren nuestros pies mientras dormimos? Percibimos frío y desamparo. Todo esto es un símbolo poderoso para graficar la condición de Rut, para que Booz reaccionara ante la necesidad de refugio de la moabita. Y Noemí le pide a Rut algo sumamente extraño para nosotros: que se acostara allí y Booz le diría lo que tendría que hacer.

Hermanos, a nuestros oídos esto es demasiado peligroso y arriesgado, en dos sentidos, el primero porque Rut podría ser rechazada totalmente, lo cual probablemente no sucedería porque Booz ya estaba enamorado de Rut, pero en segundo sentido es que todo el ambiente propicia intimidad sexual, sexo prematrimonial, lo más intrigante para nosotros es que al parecer para los tres personajes esto es natural y para el autor también ¿por qué? para nuestros ojos estos actos son prematrimoniales, pero para los protagonistas son actos leviráticos, que quiero decir esto, que toda esta narración nos describe actos legítimos, por lo tanto, es posible que el matrimonio levirático podía consumarse en aquella era, ya que el primer matrimonio con Mahlón ya incluía todos los matrimonios leviráticos posteriores (Génesis 38:8-9); no hacía falta un matrimonio previo, por lo que si hubiese habido sexo en esta situación no hubiera sido un acto pecaminoso:

Cuando hermanos habitaren juntos, y muriere alguno de ellos, y no tuviere hijo, la mujer del muerto no se casará fuera con hombre extraño; su cuñado se llegará a ella, y la tomará por su mujer, y hará con ella parentesco (Deut.25:5)

Sin embargo, sabemos que el acto sexual no se llega a consumar, ¿por qué? existía un pariente redentor más cercano que Booz, sin embargo, si no hubiese existido este pariente redentor, el matrimonio levirático pudo haberse consumado esa misma noche, no sería del todo tradicional, pero hubiese sido lo correcto, la ley de Dios estaba a favor de esta redención. Al fin y al cabo, esto no sucede, Noemí no había previsto la existencia de otro pariente más cercano, así que Booz decidirá (nota: si el matrimonio se hubiese consumado, el texto estaría retratado de otra forma).

Un paréntesis en todo esto, esta historia bíblica no es un ejemplo para nosotros hermanos, como un prototipo de petición matrimonial, las hermanas no vayan a tomar esta narración como excusa para hacer algo similar, ni tampoco para decir que la mujer debe tomar la iniciativa en una petición matrimonial como regla, esto es un caso sumamente particular que se da en el contexto de matrimonios leviráticos.

El verso 5 nos muestra la obediencia de Rut hacia Noemí diciéndole que hará lo que le ha dicho, su fe es sencilla, no hay cuestionamientos al plan de Noemí. Es así como aquí surge una cadena de obediencia y entrega, Noemí realiza un plan de acuerdo a verdades bíblicas, Rut le obedece, y en el verso 11, se nos dice que Booz hará todo lo que Rut le pida en cuanto a su persona, no hubo obstáculos para la obediencia, como dice nuestro Pastor Álex posponer la obediencia es desobediencia, Rut no se quedó pensando si esto era de Dios o no, su obediencia esta direccionada por el amor, ya que el amor no es una cuestión solamente de palabras ni sentimientos, sino de compromiso, acciones, virtud y fidelidad.

La obediencia a la palabra de Dios y la toma de decisiones en un indicador de cómo esta nuestro termómetro espiritual, constantemente recurrimos a sitios comunes, declarando que él Señor es nuestro todo, pero nuestro actos reflejan nuestras inconsistencias, hermanos debemos traer a nuestra memoria las potentes palabras de Rut en el capítulo 1: “Tu pueblo será mi pueblo y tu Dios mi Dios”; no hay cavilaciones en la mente de Rut, durante todo el libro ella ama a su Dios, su agenda es la agenda de Dios, el Señor es su comandante y la palabra es su brújula.

Con todo esto Rut sale de noche en busca de quien ama su alma (Cant. de los Cant. 3:1-2); y va de buena gana, no es un robot, ella está enamorada de Booz y quiere casarse con él. Desciende a la era, y la época de la cosecha era un tiempo de embriaguez, desenfreno e inmoralidad; el plan era arriesgado, pero ella va por Fe, como ha sido la tónica a lo largo de toda la historia. ¿Qué habrá sido más difícil trazar? ¿el camino a Belén o el camino a la era? El nuevo viaje significaba redención o destierro, probablemente este sendero fue más difícil, debía ir sola al encuentro con su redentor.

El verso 7 nos dice que Booz comió y bebió; por lo que su corazón estaba contento. Había trabajado durante todo el día, era momento de descansar (trabajo/descanso). Su comportamiento es como el descrito en Eclesiastés 9:7

“Anda, y come tu pan con gozo, y bebe tu vino con alegre corazón; porque tus obras ya son agradables a Dios”

Booz había hecho misericordia delante de Dios para con Rut y Noemí, sus obras eran agradables delante de Jehová, podía comer y beber no como el mundo lo hace, como no hubiese mañana, sino con la satisfacción de descansar en las promesas de Dios, ya que el día de mañana tendría una esposa, aunque esto él lo desconocía. El vino produce regocijo, nos contentamos con un vaso de vino y disfrutamos mejor de los manjares de la mesa, pero también produce sueño, quizás por eso Booz demoró en reaccionar al ser descubierto por Rut, quien esta acostada a sus pies, muy atenta a la reacción de Booz, ella cuida de él mientras su amado duerme, muy contrario al ejemplo de Dalila en el libro de Jueces, quien con la ayuda de un barbero rapa a Sansón mientras éste duerme para aniquilarlo.

De madrugada nuestro pariente redentor despierta estremecido, Booz está en shock porque esta desprotegido y siente frío, el simbolismo de destapar sus pies cumple su cometido. Recordemos que es de noche, la incógnita para Booz está en el aire, ¿quién ha hecho esto? el autor mismo se refiere a Booz y Rut, como el hombre y la mujer (v.8), no pronuncia sus nombres propios, ya que la situación evoca a modelos o prototipos de hombre y mujer, la situación nos recuerda el jardín del Edén. Adán durmiendo, Dios saca una de sus costillas y crea a Eva, Adán despierta y se encuentra con su mujer, de la misma forma Booz duerme, despierta y a sus pies yace una mujer.

Booz pregunta ¿quién eres?, era lo lógico estaba oscuro, y Rut responde: Yo soy Rut tu sierva, pensemos en esas primeras palabras, recordemos que el verso 8 omite sus nombres, y en el verso 9 vuelven a surgir, ella le dice: yo soy tu amiga (Rut), tu sierva, si algo hace el libro cantar de los cantares es hacer notar que nuestras esposas son nuestras amigas, nuestras confidentes, las que saben realmente lo que nos pasa día a día, Rut está dispuesta a serlo, y no solamente es su amiga, sino también su sierva, está dispuesta a someterse voluntariamente a este varón, reconociendo su posición y función. Y le hace una petición, haciendo mucho más de lo que Noemí había especificado, le pide que extienda el borde de su manto, con este simple acto Rut le está diciendo varias cosas: necesito refugio, el calor de un hogar, deseo redención, resumiendo, Rut le dice a Booz ¿quieres casarte conmigo? ¿Recuerdan que Booz en el capítulo 2 alabó a Rut porque había venido a refugiarse bajo las alas del altísimo? Lo que ella está pidiendo es que el medio que Dios use como refugio sea el mismo Booz, es más aquí la palabra manto se puede traducir literalmente como ala, Rut pone en las manos del goel (pariente redentor) su futuro, y sólo le basta a Booz extender el borde de su manto, ella sabía al igual que la mujer del flujo de sangre, que si tan sólo era abrazada por ese borde sería redimida, sería aceptada, sería la mujer de Booz.

Ante la proposición de matrimonio Booz alaba a Dios (probablemente si a alguno de nuestros hermanos le pasara esto, también lo harían), la mujer virtuosa del pueblo puso sus ojos en él, Booz le dice hija mía, con esto nuestro Booz le dice que nunca se hubiese atrevido a pensar en ella como esposa, ya que él es viejo comparado con ella, pudo casarse legítimamente con alguien más joven o rico, pero ella había renunciado a sus dioses, ahora renuncia a los jóvenes, abraza al Dios de Israel y al mismo tiempo ella requiere un hombre de verdad, un hombre con todas sus letras, ella necesita a Booz, ella es moabita, pero necesita a un Israelita en su vida, esta proposición va en contra de las costumbres, es un riesgo total, ¿era la costumbre que las mujeres pidieran matrimonio? Pues no, podía ser tomado como un insulto, y además es una petición de una mujer joven a uno mayor en edad, el riesgo iba en contra de las tradiciones.

Booz añade: “mejor es tu postrera bondad que la primera”, es decir, lo que ahora haces conmigo, es mejor que todo lo que habías hecho por ti y Noemí, esto supera todo. En el primer capítulo habíamos visto la angustia de Noemí y Rut, y también profundizamos la esterilidad de 10 años de nuestra querida Rut, mes a mes veía como el sueño de ser madre se le escapaba, pero ahora pensemos en Booz, él ya es un hombre entrado en años, por las noches debía meditar en que quizás ya no había posibilidades de casarse para él, que no tendría hijos, que quizás Dios le había abandonado, y más aún, había llegado una mujer mucho más joven que él y se había enamorado de ella y no tenía idea como expresarle su amor, sin embargo, Dios insto todas las situaciones para que ella le declarara su amor de una forma maravillosa.

Booz reacciona al amor de Rut, viendo todo lo que ella había hecho, ahora era su turno, la responsabilidad estaba en sus manos. En el verso 11 le dice: “No temas”, él le habría de proteger, ¿de qué? si alguien hubiese entrado en esa era probablemente hubiera pensado que Rut entregó su cuerpo como el de una prostituta, ya que en esos lugares se cometían fornicaciones de este tipo (Oseas 9:1), sin embargo, Booz está dispuesto a proteger su honor, hará todo lo posible por redimirle (recordemos que Booz sabe que hay un pariente redentor más cercano) y además debía cuidar el testimonio de Rut ante el pueblo, reconocían en esta extranjera a una mujer virtuosa, como dice 1 Pedro 3:4 ella poseía un espíritu afable y apacible, era una hija de Sara, sin serlo sanguíneamente, para los habitantes de Belén significaba que ella poseía la capacidad para sobrellevar los mandamientos de Jehová, su devoción era un tema de conversación en la ciudad, Proverbios 31:31 dice que la mujer virtuosa es alabada en la puertas de la ciudad, cuando ella entra en Belén la ciudad está en shock porque una moabita había entrado a seducir a los hombres con sus dioses y su cuerpo, sin embargo, ella era una regenerada, había sido transformada por Dios, era una circuncidada del corazón, una Israelita y su llegada a Belén fue una bendición para sus habitantes.

Toda la historia pareciera que se encamina a un final feliz, pero aparece un “gran pero”, como en toda la historia de Rut la desesperanza nuevamente logra aparecer: Booz le cuenta a Rut que existe un pariente redentor más cercano, por lo que no podía tomarle por esposa. Podríamos decepcionarnos por esta noticia, pero pensemos en la integridad de Booz, él decide decir la verdad, aunque le costara perder al amor de su vida, ¡esto es impresionante! Él está dispuesto a abandonar la opción de ser su marido por guardar la palabra de Dios, el pariente redentor más cercano es quien tenía la prioridad de redimir a Rut, Booz lo sabe, su honestidad pareciera ser un problema, sin embargo, estos actos de sinceridad exaltan sus virtudes. Cuando un hombre quiere hacer la voluntad de Dios, muchas veces es un problema para los demás e incluso para sí mismo.

En el verso 13 Booz le pide que se quede durante la noche en la era, y esto tenía una razón lógica, Booz no podía exponer a Rut a los peligros de la noche, por lo que Rut accede a la petición. Por otro lado, Booz le pide que duerma y descanse durante la noche, como dándole un anticipo de lo que al otro día pasara, la redención traería descanso total a la vida de Rut, sea que fuese redimida por el otro pariente o Booz, el resultado final sería idéntico, Rut hallaría esposo, restitución y descanso. Booz está tan seguro de esto que firma sus aseveraciones con la frase “vive Jehová”. La redención de Rut vendría a la mañana, Booz era la garantía de ello, él también se arriesgará para obtener el amor de Rut, en ella había encontrado una mujer virtuosa, no la dejaría escapar, era difícil en este tiempo de los jueces encontrar a una mujer de esas características, recordemos que es una época de inmoralidad sexual donde cada quien hacía lo que bien le parecía, por lo que el valor de Rut era más alto que el de las piedras preciosas. Finalmente, la moabita obtiene un descanso placentero en la era, pero al mismo tiempo, mientras dormía, esperaba su redención más que los centinelas, más que los vigilantes en la noche nocturna.

Antes de que Booz despertara era Rut quien cuidaba de Booz, pero ahora es Booz quien cuidara de Rut, ambos se han brindado protección en la noche oscura. El verso 14 nos dice que ella se duerme a sus pies, ahí le convenía estar, bajo las alas de su amado, confortable, segura, y llena de calidez; al igual que María la hermana de Marta, quien escuchaba la palabra del maestro a sus pies, Rut posa su cabeza sobre los pies de su futuro pastor y esposo. Llegada la mañana, Booz sigue cuidando a Rut, protege el testimonio de su hermana en la Fe, él es bueno y generoso, pero no es ingenuo, quiere cuidar el virtuosismo de Rut, guardándola de las malas lenguas, por eso la despide antes que los demás varones despierten, recordemos que las eras eran lugares donde se promovía el oficio de las rameras.  Rut se prepara para irse, pero no vemos una despedida como la vemos en las telenovelas o Hollywood, no hay caricias, no hay besos, no existe ese romance dañino y superfluo de nuestra época, aun no era posible despertar el amor, Dios era su testigo, a pesar, de que nadie observaba la escena, los corazones de nuestros personajes temían al Señor y su Palabra. Sólo son dos creyentes esperando, por lo que Booz aun la trata como a su hermana en la Fe, y no la envía con las manos vacías a la casa de Noemí, le pide que se quite su manto y le dá seis medidas de cebada.

Recordemos que Rut le quito el manto de los pies a Booz para que experimentara lo que ella sentía, pero ahora Booz le pide que se quite el manto para seguir cuidando de ella, le brinda comida en el intertanto que él resuelve el problema del otro pariente redentor, y las 6 medidas de cebada traen una simbología muy fuerte: 6 días eran para el trabajo y el séptimo es el día de reposo, 6 son los años de servidumbre de un esclavo y el séptimo es de liberación, Booz le dice con esto a Rut que su redención y descanso están a las puertas, está muy cerca, que los días de amargura se acabarán, que Dios finalmente vindicara su nombre, que quien inicio la buena obra la terminará, así como Dios sostiene a la creación, Booz sostiene a Rut y le brinda esperanza de que pronto regresara a terminar lo que ha iniciado. En el capítulo 2 Rut obtiene comida gracias a la misericordia de Dios y su trabajo diligente, sin embargo, ahora el regalo es de pura gracia, Rut había encontrado un redentor lleno de gracia y verdad.

Con todo esto, Rut va de regreso, su vuelta es muy diferente a la ida, ella regresa con una promesa incondicional, con una sonrisa en el rostro, ese día sería redimida, sólo podía esperar, y su anhelo en lo más profundo de su corazón era que Booz sea su marido. Llega donde esta Noemí, y su suegra le pregunta: ¿Cómo te fue hija mía? En el original significa: ¿Quién eres hija mía? ¿Eres la esposa de Booz o aun la viuda de mi hijo Mahlón? ¿Eres judía o mabita? Y Rut le cuenta todo lo sucedido. El texto en el verso 17 destaca que le había dado seis medidas se cebada para no volver con las manos vacías delante de ella, recordemos que en el primer capítulo Noemí dijo que había vuelto con las manos vacías, en el capítulo dos Rut llego con comida fruto del trabajo, pero ahora en el capítulo 3 llega con sus manos llenas por pura gracia; esto para Noemí es sólo la confirmación de las oraciones que probablemente estuvo realizando durante la noche, la esperanza ilumina el rostro de Noemí que había estado en la amargura y el desánimo, Dios no las había abandonado.

Finalmente, Noemí aconseja a Rut, que sólo queda una cosa por hacer, esperar, y ver cómo se resuelve todo este asunto, ten en cuenta algo Rut, ese hombre no descansará hasta que esto acabe, hoy es él día de tu redención, Booz no se desanimará, no desfallecerá, él está enamorado de tí, lo que le ha pasado a Booz es lo que describe Cantar de los Cantares 4:9

“Prendiste mi corazón, hermana…. has apresado mi corazón con uno de tus ojos”

Booz está cautivado, esta prendado por Rut y usará todos los medios legítimos para ser su esposo.

Amados hermanos, el amor que arriesga no es un amor alocado, sin fundamento, inmaduro o adolescente, el amor que arriesga es amor que se basa en un pacto, es una promesa inquebrantable e incondicional, se relaciona profundamente con entregarnos al prójimo en bondad, bajo los límites de la palabra. No observamos la intervención de Dios de una forma increíble en este capítulo, pero el amor de Dios, el “jesed” (amor, lealtad, fidelidad, gracia o compasión), se observa en el carácter de nuestros protagonistas e identificamos muchas similitudes del amor descritas en 1 Corintios 13:

  • Es sufrido: porque Rut pudo soportar el dolor de alejarse de la casa de sus padres y amar al Dios de Noemí por sobre todas las cosas. Es sufrido también, porque Noemí experimento la pérdida de su primera familia para ganar una segunda mucho mejor.
  • Es benigno: porque vemos la bondad recíproca entre Rut y Noemí, y entre Booz y Rut
  • No tiene envidia: porque Noemí pudiendo casarse con el pariente redentor, legítimamente, sabe que Rut es la mujer virtuosa que Dios tenía para Booz.
  • No hace nada indebido: cada quien se movió en los marcos que Dios había establecido, Rut y Booz esperaron para despertar el amor.
  • El amor se goza de la verdad: ¡Cuanta verdad y honor había en los labios de Booz! Aunque le costara más casarse con Rut, fue fiel a la palabra de Dios.
  • El amor espera: Rut espera el retorno final de su amado, preparándose para su encuentro.

Sin embargo, este amor entre Booz y Rut es un opaco resplandor del amor derramado en nuestros corazones, no se compara con el Amor de Cristo, ni siquiera podemos describir cada característica del amor de 1 Corintios 13 en esta historia, porque el amor que cumple todos esos requisitos es el Amor de Dios. Rut y Booz son dos personas que a pesar de sus diferencias son mucho más cercanas en su relación que nosotros con Cristo.  Pensemos en esto: Rut bajo a la era no a prostituirse, sino a buscar marido, era una mujer virtuosa, sin embargo, nosotros vivíamos en la era, y nos prostituíamos, pero no por paga, sino que gratuitamente, levantábamos altares a nuestros enamorados, exhibíamos en las plazas,  hogares y ciudades los monumentos de nuestros ídolos, estábamos sucios, hastiados de fornicación y no había quien se compadeciese de nuestra condición, no habían parientes redentores, sin embargo, Dios se humanó, atravesó la ciudad, descendió a la era, paso junto a nosotros y nos vio, y nos dijo lo que dice Ezequiel 16:8

“extendí mi manto sobre ti, y cubrí tu desnudez”

Rut tuvo que destapar los pies de Booz para que éste le cubriera, tuvo que actuar, pero en nuestra redención no hay participación nuestra y nuestro Booz (Jesucristo) es un mejor redentor, porque él se acerca a nosotros, no debemos despertarle, él nos despierta de nuestro sueño de iniquidad, se despoja de sus ropas cubriendo nuestro pecado y nos viste de justicia, sus ropas blancas cubren nuestras faltas, pero el costo fue que él quedara desnudo en el calvario, sufriera el oprobio y el desamparo del Padre, sus vestidos fueron repartidos entre su pueblo para traerles consuelo y abrigo.

El texto de Ezequiel 16:8 también nos dice:

te di juramento y entré en pacto contigo, dice Jehová el Señor, y fuiste mía”

Booz entra en pacto con Rut, pero su pacto no posee la misma naturaleza que el nuevo pacto, el pacto de Booz es condicional porque depende de la respuesta del pariente redentor más cercano, pero el pacto de Cristo con su pueblo es más excelente, porque es un pacto cimentado en su sangre, que es mejor que la sangre de Abel, en el nuevo pacto, el Señor nos dice que él será nuestro Dios y nosotros su pueblo perpetuamente, incondicionalmente, este pacto depende exclusivamente del desempeño perfecto de Cristo y el cumplimiento histórico y objetivo de la ley en su nacimiento, vida, muerte y resurrección, nuestro verdadero pariente redentor posee virtudes mucho más excelentes que las de Booz.

Por otro lado, Rut se lavó, se vistió y perfumo por sí misma, para encontrarse con Booz, pero Cristo en Ezequiel 16: 9 nos dice:

“Te lavé con agua, y lavé tus sangres de encima de ti, y te ungí con aceite”

Toda la obra de salvación se centra en lo que el Padre por medio del Hijo hizo por nosotros, éramos incapaces de quitarnos la mancha del pecado, aunque nos lavásemos con lejía o con jabón o con cualquier sucedáneo a la sangre de Cristo, el hedor y la repugnancia del pecado permanecía en nuestras vidas, pero Jesús puso sus manos santas sobre nosotros, sus manos divinas, para prepararse una esposa sin mancha, ni arruga.

En el capítulo anterior se nos mostraba a Booz sin defecto, pero ahora el relato nos muestra un pariente redentor que se sentía incapaz de despertar el amor de la joven Rut, producto de su vejez, pero nuestro redentor Jesucristo es descrito en Efesios como un varón perfecto, en Hebreos como el más perfecto tabernáculo y sacrificio. Él despertó el amor en nosotros, un amor más fuerte que la muerte, un amor que no puede ser apagado por las muchas aguas del pecado, un amor pactal ¿Quién nos podrá separar de este amor? El apóstol Pablo dice que está seguro de que ninguna cosa creada nos podrá separar del amor de Dios. Miremos, regocijémonos, deleitémonos en el amor que nos ha dado el Padre para seamos llamados hijos de Dios, observemos la profundidad de la obra del evangelio en la persona de Jesús ¿Te arriesgarás a corresponder a este amor? ¿Harás un pacto de amor con Cristo y su Iglesia? ¿Serás parte de la novia de Cristo o seguirás prostituyéndote tras tus propios dioses? Pues arrepiéntete de tus pecados y cree en el Evangelio y serás perfectamente amado por Jesucristo.

En este capítulo observamos el triunfo sobre la tentación sexual en la relación de Rut y Booz. Todo era propicio para que hubiese sexo en aquella era, Rut se había arreglado y probablemente se veía muy atractiva, recordemos que Mahlón fue su marido, por ende tenía experiencia, sabía lo que era disfrutar del placer sexual. Por otro lado, Booz probablemente era un hombre virgen, y recordemos que él es mayor en edad que ella, por lo que no debieron faltar deseos de intimar con Rut, sin embargo, a diferencia de Sansón fue capaz de lidiar con sus pasiones y enseñorear su espíritu. ¿Por qué es importante la virginidad antes del matrimonio? ¿Nos hace especiales llegar vírgenes al matrimonio? Si nos mantenemos puros ¿eso sería garantía de un matrimonio exitoso? Pues no. Hay una razón mucho más profunda, y es que el evangelio es una invitación a entregar nuestra mente, corazón y cuerpo a Dios, Cristo es dueño de todo, incluido nuestros miembros, el Espíritu Santo habita en nosotros y

1 Corintios 6 nos dice que no nos pertenecemos a nosotros mismos, porque hemos sido comprados por precio, por lo tanto, dice el apóstol:

“glorifiquen a Dios en su cuerpo y en su espíritu, los cuales son de Dios”

Entonces la virginidad antes del matrimonio no es una práctica asceta y legalista impuesta por los hombres, sino una consecuencia del Evangelio, y difícilmente nos imaginamos que nuestra castidad sexual prematrimonial glorifica a Dios, pero lo hace, bajo una comprensión integral del Evangelio, el mundo nos cataloga como pacatos, moralistas, cerrados de mente, retrógrados, somos un organismo contracultural que vive en una sociedad donde cada quien hace lo que bien le parece, pero nuestra máxima es obediencia y santidad a Jehová, huye de la fornicación y sus consecuencias:

“porque si vivís conforme a la carne, moriréis; más si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis” (Romanos 8:13)

Quizás piensas, pero hay pecados más grandes, más destructores, ¿Qué hay de malo en que me acueste con la mujer o con el hombre que amo sin estar casados? El que no hayamos firmado un papel no nos hace pecadores. Te equivocas,  el amor no hace nada indebido, así que no llames amor bíblico a lo que el mundo llama amor, el amor entre dos personas de sexo opuesto se da en el seno del matrimonio donde los dos hacen un pacto de cuidado y respeto mutuo, en donde reflejan la gloria de Dios. El matrimonio no es un trámite, es una parábola viviente del evangelio, un reflejo del amor trinitario entre el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Si estás viviendo en fornicación es imposible que estés agradando a Dios, al fin y al cabo, la opinión de él es la más importante, morirás en ese pecado, la lujuria te aniquilará, la fornicación te llevará al infierno. Quizás hay otros que piensen yo no me he acostado con nadie, pero Jesús nos dijo que si deseamos a una mujer en nuestro corazón ya hemos adulterado con ella. ¿Quién no ha sido participe de este pecado? ¿Quién podría decir como Job he hecho pacto con mis ojos? Surge entonces una pregunta ¿Hay esperanza para aquellos que practican este pecado? ¿Hay redención para los fornicarios? Recordemos el origen de los miembros de la Iglesia de corintios:

¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, y se inicia una lista extensa de pecadores …  heredarán el reino de Dios. Y esto erais algunos; mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios (1 Corintios 6:9-11).

La Iglesia de Corintio tenía entre sus miembros, ex fornicadores, significa que hay esperanza en el evangelio para todo tipo de pecador, y esa esperanza esta cimentada en el lavamiento, santificación y justificación que ofrece el descendiente de Rut y Booz: Jesucristo. Confiesa tu pecado y alcanzarás misericordia, si has pecado recientemente de esta forma, busca consejo en tus pastores y abstente de todo tipo o apariencia de mal. Si estas en noviazgo y has pecado de esta forma, sigue los mismos consejos anteriores, si es necesario separarse momentáneamente háganlo, pero no descarten el matrimonio recuerden que la gracia de Dios es tan abundante que de relaciones con orígenes tan oscuros como el adulterio de David y Betsabé Dios proveyó por su gracia la línea sanguínea para el nacimiento del Mesías. Si en tu pasado fuiste esclavo de este pecado, y pensamientos acusadores vienen a ti, recuerda

2 Corintios 5:17:

“De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas”

Y hay un trasfondo teológico mucho más profundo en la historia de Rut relacionado a la pureza sexual y el matrimonio. Existe un paralelo en la historia de Rut y Booz increíble con la historia de Lot y sus hijas, vayamos a Génesis 19: 32-37:

Ven, demos a beber vino a nuestro padre, y durmamos con él, y conservaremos de nuestro padre descendencia. Y dieron a beber vino a su padre aquella noche, y entró la mayor, y durmió con su padre; mas él no sintió cuándo se acostó ella, ni cuándo se levantó. El día siguiente, dijo la mayor a la menor: He aquí, yo dormí la noche pasada con mi padre; démosle a beber vino también esta noche, y entra y duerme con él, para que conservemos de nuestro padre descendencia. Y dieron a beber vino a su padre también aquella noche, y se levantó la menor, y durmió con él; pero él no echó de ver cuándo se acostó ella, ni cuándo se levantó. Y las dos hijas de Lot concibieron de su padre. Y dio a luz la mayor un hijo, y llamó su nombre Moab, el cual es padre de los moabitas hasta hoy.

El paralelo es increíble, dos mujeres, vino, la noche, buscar descendencia, un hombre, sin embargo, estas dos mujeres las hijas de Lot, buscaron perpetuar su linaje basándose en inmoralidad sexual, engendrando a futuros enemigos del pueblo de Dios, los moabitas, mientras que Noemí y Rut lo hacen dentro de los marcos legítimos de las Escrituras, y de su descendencia, entre un Israelita y una Moabita, viene el Salvador del mundo. Por lo tanto, la pureza sexual vinculada al amor pactal, tiene grandes bendiciones, mientras que la inmoralidad sexual puede provocar guerras y enemistades entre pueblos.

Una de las cosas más impresionantes de este capítulo y de todo el libro es observar la regresión de la condición de estas dos mujeres. Hay una recuperación de lo que habían perdido, y esto es un eco de la creación, la caída y el evangelio. Recordemos los tres primeros capítulos de Génesis: Dios crea todo en 6 días y él séptimo es de reposo para disfrutar de él y lo creado, luego Dios le da trabajo y esposa a Adán (matrimonio) y luego viene la caída. El libro de Rut inicia con las consecuencias del pecado, vimos como el hambre y la muerte eran el encabezado en el primer capítulo, recordemos lo que el Señor dijo en Génesis,  si comieses de ese fruto morirás, y toda la familia de Noemí había muerto a excepción de sus nueras, Rut y Orfa, y en Israel había hambre, la tierra no producía los productos necesarios para poder ser sustentados, sólo había cardos y espinos, no había que sembrarlos, era natural que brotaran. Sin embargo, Dios a través de su palabra le da trabajo y comida a Rut, y en este capítulo le da un futuro marido y finalmente reposo, descanso. A diferencia del libro de Jueces en donde vemos la decadencia del pecado, en el libro de Rut vemos un cuadro del Reino revelado en Cristo, él vino a salvar lo que se había perdido: libertarnos del pecado, reconciliarnos con Dios, darle el real sentido al matrimonio y trabajo, y finalmente otorgarnos el reposo verdadero. Contrario a lo sucedido en el capítulo 2  de Rut vemos como el vocabulario cambia, en este capítulo hablamos de descanso, manto, acostarse, refugio, intimidad, en cambio en el capítulo anterior Rut había trabajado sin descanso, pero este era el día en que experimentaría un adelanto del reposo final. Las escrituras constantemente nos muestran una tensión entre el trabajo y el descanso:

Trabajo Descanso
Rut 2: Rut trabaja Rut 3: Rut descansa
6 días hay para trabajar 1 para descanso
Debemos trabajar por la comida y por la comida que no perece El Señor nos dice a los cansados y cargados, yo os haré descansar
Pablo trabajaba esforzándose, según el poder que actuaba en él El Señor les decía a sus discípulos: apartaos a un lugar solitario descansad un poco
Bienaventurados los muertos que de aquí en adelante mueren en el Señor. Sí, dice el Espíritu para que descansen de sus trabajos, porque sus obras van con ellos.

Constantemente pensamos que el día sexto de la creación es el punto culmine de lo que Dios hizo, centrándonos en nosotros mismos, pero el clímax de la creación fue el séptimo día, el de reposo. Recordemos lo que dice el catecismo menor de Westminster: El fin principal del hombre es glorificar a Dios y disfrutar de él para siempre. Cuando somos transformados por el Espíritu Santo el cristiano tiene la capacidad de disfrutar y deleitarse en él, a pesar de la presencia del pecado en el evangelio de Cristo tenemos una sinopsis de la gloria eterna.  En Cristo ya hemos entrado a la tierra prometida, estamos ya en su reino, quizás dirás: pero, hermano ¿Aun el Señor no vuelve? ¿Aún hay maldad, persecución hambre y muerte? Pues, sí. Pero nuestro Señor al igual que Booz con Rut nos ha dado un anticipo de lo que ha de venir, de la gloria de la cual seremos parte, es un ya pero todavía no. Dios está transformando ya nuestros corazones para ser partes de ese reposo final. Estuvimos muertos en nuestros delitos y pecados, pero el Señor nos regeneró, y constantemente nos santifica como un anticipo de la glorificación final que tendremos. ¿Somos conscientes de esta realidad gloriosa? ¿Vivimos y trabajamos como si ya estuviéramos en ese reposo final? ¿Nos esforzamos para vivir el día del Señor, el día domingo, como el ejemplo más cercano de lo que experimentaremos en la eternidad? Amados debemos ser conscientes de lo que significa este día, el propósito final de la redención es que vivamos este día para siempre, seamos la esposa de Cristo y disfrutemos íntimamente de la adoración a él. Como dice David Atkinson:

“nos debemos transformar en el hombre adorador y el propósito de la creación es que pertenezcamos al séptimo día y disfrutemos lo que él ha hecho”, es decir, vivir coram deo, vivir en su presencia.

La transformación que experimenta Rut, es la misma que experimenta la novia de Cristo. Si deseas pertenecer al día séptimo, si quieres hallar pastos en donde descansar, deberás ser transformado, como lo fue Rut y como lo fue David, los invito a esta último ejemplo:

Y al séptimo día murió el niño; y temían los siervos de David hacerle saber que el niño había muerto, diciendo entre sí: Cuando el niño aún vivía, le hablábamos, y no quería oír nuestra voz; ¿cuánto más se afligirá si le decimos que el niño ha muerto? Mas David, viendo a sus siervos hablar entre sí, entendió que el niño había muerto; por lo que dijo David a sus siervos: ¿Ha muerto el niño? Y ellos respondieron: Ha muerto. Entonces David se levantó de la tierra, y se lavó y se ungió, y cambió sus ropas, y entró a la casa de Jehová, y adoró. Después vino a su casa, y pidió, y le pusieron pan, y comió. (2 Samuel 12:18-20)

Las similitudes del capítulo 3 de Rut y esta narración son notables. Rut se lava, unge y perfuma para ir hacia la era de Booz en donde será transformada, en donde su status cambiará, era una etapa de transición, similar a lo que experimenta David. En su caso, el hijo producto del adulterio con Betsabé había enfermado gravemente, 6 días llevaba orando, extenuado, cansado, trabajando para que sus oraciones fueran escuchadas, pero llego el séptimo día y su hijo murió. Al igual que Rut se lavó, ungió, y cambio sus ropas y entro a la presencia de Dios (en el séptimo día) y adoró. Nadie puede entrar al reposo de Dios, contemplar su hermosura si no ha sido lavado en la sangre de Jesús, no puedes decir que eres un adorador si no has cambiado tus vestidos por la fragancia de Jesucristo, si no te has arrepentido de tus pecados ¿hoy has adorado a Dios en el poder de tus fuerzas o basado en las virtudes de nuestro redentor? Quien entra por sus puertas con acción de gracias es aquel que ha sido objeto de su amor, que ha venido a él con un corazón contrito y humillado.

Al igual que David y Rut nosotros podemos entrar gratuitamente en el reposo de Dios y comer manjares, grosuras y delicias a su diestra para siempre, pero eso tuvo un costo, Booz le dio 6 medidas de cebada a Rut, pero nuestro pariente redentor dio su vida para que gocemos de su reposo eterno. En la nueva creación, en donde somos formados a la imagen del Hijo, existe un más excelente día de reposo. Recuerdan lo que Noemí le dijo a Rut en capitulo uno verso 9:

“Os conceda Jehová que halléis descanso, cada una en casa de su marido”

Finalmente cada una obedeció a este mandato, Orfa volvió a Moab, donde estaban los dioses de su corazón, su verdadero marido, y Rut volvió, pero volvió a Belén, a la casa de su marido Booz a encontrar descanso verdadero. ¿A dónde iremos? ¿Dónde buscaremos? Sólo Cristo tienes palabras de vida. ¿Qué hacemos mientras nuestro Booz vuelve? Pues hacemos lo que hace Rut, esperar. La Iglesia de Cristo espera a su amado ataviándose para él como una novia virtuosa, que el mundo pueda ver en nosotros el ejemplo del virtuosismo de Rut, que hablen en las puertas de las ciudades de estos hombres y mujeres que han sido transformados, antes eran pecadores, pero ahora viven diferente en un mundo donde cada quien hace lo que bien le parece, esperando a su amado y cuando llegue el día de su venida, de su regreso,  su iglesia no necesitara más maquillaje ni más preparación ni lavamientos, el novio nuestro salvador Jesucristo, nos mirara a los ojos y nos dirá eres perfecta, porque seremos semejantes a él.