1 Pedro 4:7-11

Los hermanos del Asia Menor, quienes estaban en medio de una persecución mental, con discriminación, amenazas, hostigamiento, abusos, denigraciones, han sido llamados a mirar la esperanza que existe solo para quienes han sido renacidos a una esperanza viva en Cristo, también han sido animados a vivir conforme a la voluntad de Dios, a luchar en contra de los ataques de Satanás y vencer solo manteniendo la mente de Cristo, aunque deban  sufrir de ser necesario debido a presentar la palabra de Dios, glorificando así al Señor y así exponiendo el evangelio para que los muertos en delitos y pecados puedan ser salvados por el glorioso evangelio de Cristo.

El tiempo de pecado ha pasado, el tiempo que nos queda de vida debe ser redimido para los fines de nuestro Rey, sin embargo este tiempo debe ser vivido a la luz de la gloriosa venida de nuestro Señor, ese día en que todas las cosas se acabarán, así como lo dice Apocalipsis  21

Y vi un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existe. Y vi la ciudad santa, la nueva Jerusalén, que descendía del cielo, de Dios, preparada como una novia ataviada para su esposo. Entonces oí una gran voz que decía desde el trono: He aquí, el tabernáculo de Dios está entre los hombres, y El habitará entre ellos y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará entre ellos. El enjugará toda lágrima de sus ojos, y ya no habrá muerte, ni habrá más duelo, ni clamor, ni dolor, porque las primeras cosas han pasado. Y el que está sentado en el trono dijo: He aquí, yo hago nuevas todas las cosas. Y añadió*: Escribe, porque estas palabras son fieles y verdaderas. También me dijo: Hecho está. Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin.

¿Cómo debemos esperar ese día?, ¿debemos encerrarnos, olvidarnos del mundo, y así esperar al señor con una vida apartada de todo peligro, mal, daño,  pues el ya viene etc? ¿Debemos aferrarnos a lo que poseemos, pues Cristo vendrá, pero eso es algo lejano aun?...Bueno Pedro exhorta a los hermanos a vivir a la luz de ese glorioso día, pero con una mente controlada, nítida, dentro de la lógica, de manera sobria, no adormecida, no emborrachada e incontrolable.

La mente del cristiano debe estar siempre sobria, como Cristo dijo “Velad y Orad” Mateo 26:41…Es así como debemos esperar al Señor, atentos, despiertos, lucidos y luego debemos y podremos orar, esto es, ir a ese lugar donde somos consolados y capacitados para vivir, a la luz de la espera del día de Cristo, sirviendo, trabajando, es una espera activa, atenta y una espera como la del hijo al padre, quien al ver que la hora se acerca que comienza a prepararse para que su padre lo encuentre en las cosas agradables.

La espera del cristiano no es sinónimo de descanso, tampoco de activismo, pero sí de servicio y de preparación para el retorno de su rey, pero no en cualquier cosa, sino que Pedro dice que esto debe ser demostrado en servicio al prójimo con amor ferviente, que se extrema, se estira, y ese amor es visible en compartir con nuestros hermanos incluso nuestra casa, amándonos así hermanos en la familia de la Fe.

Y hoy veremos otra directriz que entrega Pedro y si en la semana pasada vimos que estos directrices a cumplir mientras viene el fin fueron la de vivir en sobriedad, para la oración y así amarse unos a otros a través de la hospitalidad, esta segunda parte  Pedro menciona otro punto que el cristiano debe guardar con gozo mientras que espera la venida de su señor y además realizar esto sabiendo que así se está glorificando el nombre del Señor.

  1. Dios capacita a su iglesia.

10 Según cada uno ha recibido un don especial, úselo sirviéndoos los unos a los otros como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios.

 Los hermanos del asía menor no tenían excusa, servir al Señor es un mandato que debemos guardar a pesar de las circunstancias, hemos dicho que los sufrimientos del cristiano no invalidan los mandatos de Dios, y sí Dios te ha llamado, si has sido salvado, de tinieblas a luz, ha sido también para que le sirvas en su obra. Por otra parte hemos hablado de que también servir no es una carga, sino que debemos entender que es un privilegio el hecho de participar intencionalmente sabiendo que con nuestro servicio estamos participando en el cumplimiento de los decretos de Dios, esto es algo que debe hacernos vivir con gratitud de corazón.

Y al hablar de servicio Pedro  muestra tres cosas. Primero vemos que cada uno ha recibido un don especial: Es imposible que Dios te haya llamado y no haya puesto en ti, aunque sea UN don. Cada uno de nosotros tenemos en nosotros un rol que cumplir dentro de esta congregación y para que ese rol se desarrolle Dios nos ha equipado de forma individual, pero para provecho de todo el cuerpo. Cada uno de los dones que cada hermano tiene es especial, necesario y de bendición para la iglesia local. No existe tal cosa como un lugar para “el santo ministerio (pastores-diáconos)” y otro lugar para los “laicos (hermanos en general)”, cada uno tiene un don santo que debe ser desarrollado con santidad, con consagración a Dios y por el bien del prójimo. No hay tal separación en la iglesia bíblica, todos somos llamados y capacitados con un don para servir en la congregación. Tenemos misma dignidad que hermanos con un llamado pastoral por ejemplo, por lo mismo la tarea en la iglesia local es de todos, no solo de los oficiales.

Lo segundo es que Dios soberanamente entrega los dones.  Vemos que es Dios quien pone el don en cada miembro de la iglesia. No podemos exigirle a pastores o a decretos del presidente, sino que el mismo creador de todo el universo es quien nos ha regalado un don. No podemos tampoco reclamar a Dios que no nos gusta el don que ya nos ha dado, debemos ser humildes y entender que aunque seamos la pieza más pequeña dentro del engranaje del reloj, nuestra tarea ha sido diseñada y ordenada por Dios y por tanto con gozo y con esa consciencia debemos someternos al Señor y  avivar el fuego del don que hay en nosotros.  De manera gratuita, así como la salvación, Dios te ha dado un don específico. Nuestra tarea ha sido diseñada por Dios, y con gozo en el señor debemos someter nuestras vidas a Dios a través del servicio a su iglesia con los dones.

No desgastemos nuestro tiempo en reclamar o incluso en exigirle a Dios algún don especial para el cual creemos estar hechos, así como tampoco vivamos envidiando a hermanos que si tienen dones que a ti te gustaría tener. Como dice Pablo en Corintios 12 11 Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, distribuyendo individualmente a cada uno según Su voluntad.

Es la voluntad de Dios la que siempre prevalece, no la nuestra.

Lo tercero es que nuestro enfoque es trabajar el don que Dios ya nos ha dado.

Enfócate en usar de manera excelente el don que ya está en ti.  Pablo le dice Timoteo ( 2 Timoteo 1:6) que “avive el fuego del don que estaba en él”. Dios es quien  nos entrega el don, pero somos nosotros los responsables de usarlos, Dios soberanamente ha dado dones a los hombres, pero ¿para qué? dice Efesios 4:

Pero a cada uno de nosotros se nos ha concedido la gracia conforme a la medida del don de Cristo.

12 a fin de capacitar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo; 13 hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento pleno del Hijo de Dios, a la condición de un hombre maduro, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo; 14 para que ya no seamos niños, sacudidos por las olas y llevados de aquí para allá por todo viento de doctrina, por la astucia de los hombres, por las artimañas engañosas del error; 15 sino que hablando la verdad en amor, crezcamos en todos los aspectos en aquel que es la cabeza, es decir, Cristo, 16 de quien todo el cuerpo (estando bien ajustado y unido por la cohesión que las coyunturas proveen), conforme al funcionamiento adecuado de cada miembro, produce el crecimiento del cuerpo para su propia edificación en amor.

Por tanto, y para cumplir con este propósito debemos entender que la responsabilidad de desarrollar los dones es de cada uno de los miembros de este cuerpo.  Es muy básico, pero muy profundo y de atención primaria; Dios nos da un Don de manera soberana, capacita a su pueblo y llama a hombres y mujeres para desarrollar tareas, lo hace soberanamente, sin embargo esa responsabilidad en cuanto al desarrollo de estas tareas, al uso de los dones, es de nosotros, de quienes han sido llamados por Dios.

Es por lo mismo que Pedro está diciendo y es por lo mismo que manda a USAR los dones, a ejercer, a dejar la negligencia, a dejar la comodidad, a dejar el yo y ponernos a servir a otros, ponernos a trabajar de tal forma que otros sean servidos a través de una buena administración (diácono) bien ejercida, de una mayordomía. Es así que la iglesia se fortalece, que hay consuelo, que hay gozo, que hay hermandad, que el cuerpo puede funcionar. Todos soñamos con una iglesia bíblica, pero recordemos que sin vidas bíblicas no hay iglesias biblias. Debemos servir por tanto para que la iglesia sea fortalecida, consolada, para que haya una hermandad, una familia viva de la fe.

Por último veamos que los dones son variados y nada debe ser desechado, pues vienen del Padre de las luces y han de traer crecimiento al cuerpo de Cristo.

Hay una multiforme gracia, distintos colores, formas, aromas, diseños, etc…los cuales hacen, de manera unánime, un hermoso jardín que muestra la hermosura de Dios.

¿Qué es un don?

Un don (Griego kharisma, Kharis; Gracia) es un regalo de Dios, el cual es puesto por la operación de la persona del Espíritu Santo en cada uno de los creyentes, quienes  son habilitados de forma especial  para que la iglesia sea edificada a través de ejercicio de este don.

Es necesario hacer una diferenciación aquí. Existen lugares donde se encasillan a los creyentes de acuerdo a sus habilidades que traen de nacimiento o que aprendieron en su vida, por ejemplo; Si yo soy gerente de administración y finanzas, entonces tengo el don de administrador, si yo soy un profesor, entonces tengo el don de pastor o de maestro bíblico. Cuando hablamos de don, estamos hablando de algo especialmente entregado por Dios al ser creyente y existe un llamado especial a esa persona para que comience a desarrollar ese don. No es tampoco obtenible por horas y horas y horas de trabajo, claro que un don debe ser usado, perfeccionado y administrado, pero el don no es dado por Dios debido a nuestros méritos, o a nuestro intelecto, y menos pensemos que debemos cumplir una encuesta para ser encasillado en un área de la iglesia para servir.

El don por tanto es un regalo que viene al creyente a través de un llamado interno del Espíritu Santo para servir a los demás de una forma específica y a pesar de nosotros.

Por ejemplo ser pastor es un llamado, es un don a la iglesia y a la persona, no por ser orador en el mundo el cristiano esta si o si llamado a predicar, a pastorear o a exhortar, puede ayudar y mucho, suele ocurrir tal vez, pero el don es puesto por Dios en la persona que él quiere, incluso si la persona académicamente no es apta para ese ministerio. Dios hace como quiere con cada hermano en la congregación y de forma especial, pero el hermano debe desarrollarlo de forma  responsable en su iglesia local.

¿Cómo saber cuales es mi don?

Lo primero es no preguntarte ¿de qué soy capaz? Aunque seas capaz. Debes iniciar mirando tu real interés  ¿es tu interés servir a pesar de donde el señor te llame a hacerlo, aun que esto sea limpiar baños?, pues bueno para esto necesitas orar y estar dispuesto a servir por el bien de los demás, no el tuyo. El foco de el don que Dios da no esta inicialmente en tus capacidades, sino en lo que Dios quiere hacer conmigo. Luego ponte a disposición de tus ancianos y pregúntales si ellos ven algunas capacidades en ti para desarrollar alguna tarea, por qué te caracterizas. Por último mira donde está la necesidad, es común que Dios sea quien la envía a tu puerta, por ejemplo te puedes estar quejando de la frialdad o apatía de tus hermanos, del “poco amor”, la poca preocupación, pues bueno el señor te estará llamando a servir en esa área, ve donde tus ancianos y presenta alguna propuesta para servir ene so que a tu te incómoda, por ultimo pide a tus ancianos que puedan confirmar ese llamado de Dios, pues ellos te ayudaran a ver si efectivamente hay un don de Dios en tu vida para atender dichas situaciones.

¿Qué pensarían del hombre que a fin de mes recibe su sueldo, pero lo gasta en comer y beber con sus amigos, emborrachándose, mientras que su esposa e hijos quedan desprovistas de recursos básicos y teniendo que hacer tareas que no les competen además de las que si les competen, como salir a trabajar o a pedir?  Es lo mismo que ocurre cuando no administras, no usas bien tus dones en tu congregación, estas malgastando tus dones y dejando desprovistos a tus hermanos.

  1. Dos conjuntos en los cuales servir.

11 El que habla, que hable conforme a las palabras de Dios; el que sirve, que lo haga por la fortaleza que Dios da,

Pedro ahora muestra dos grandes grupos, dos áreas de acción en cuanto al cómo se desarrollan los dones que Dios da a su iglesia. No es mi intención ponerme a estudiar cada uno de los dones que pueden ya estar pensando, tampoco es el de Pedro, sin embargo si es la intención de Pedro dejar en claro que existen dos tipos de familias en cuanto a los dones que se deben ejercer dentro de la iglesia. El primer grupo es el de quienes ejercen su don a través de la voz.

1.El que habla, que hable conforme a las palabras de Dios

Existen hermanos que Dios ha llamado a aconsejar a otros, hermanos que Dios equipa para enseñar, para predicar, para exhortar, o incluso para animar a otros.  Quien está llamado a hablar, es decir, a administrar un don que tiene involucrado el hablar, con el fin de servir a sus hermanos, este debe hacerlo conforme a las palabras de Dios. Esto suena simple,  quizás suena lógico, sin embargo amados hermanos esto es algo muy delicado, pues no es solo repetir las palabras que están en las escrituras, sino que esto es también estudiar las escrituras, comprenderlas y luego llevarlas a otros de manera entendible, con horas de oración y dependencia del espíritu para que este haga la obra en la iglesia. Debes prepararte de forma especial trabajar duro, escudriñar las escrituras.

Muchos quieren y desean pararse aquí y exponer, la mayoría no tienen idea lo que esto significa, como estos dones son visibles la carne se comienza a desesperar para usar estas vitrinas y así alimentar el ego personal. Si no hablas teniendo un don puesto por Dios, así como de acuerdo a lo que Dios dijo, tu nombre está en el primer lugar de los más buscados. “Puedes estar usando el nombre de Dios, pero al no hacerlo conforme a las palabras de Dios estarás corriendo el riesgo de enviar a personas al infierno debido a una mala interpretación de las escrituras” (Paul Washer) A los falsos profetas los debían matar, por falsos, mayor condenación tiene quien es maestro dentro de la congregación, por tanto no es cualquier cosa y si no es solo predicar el día domingo, sino que al aconsejar a algún hermano debe estar en armonía con cada palabra de Dios.

No importa nuestra opción, es la palabra de Dios, inspirada por Él, lo que debemos exponer. Si esta no viene de la palabra de Dios es inútil, no hay riqueza, no hay un ejercicio adecuado del don que Dios da, por tanto no hay edificación para la iglesia entera.

Colosenses 3

16 Que la palabra de Cristo habite en abundancia en vosotros, con toda sabiduría enseñándoos y amonestándoos unos a otros con salmos, himnos y canciones espirituales, cantando a Dios con acción de gracias en vuestros corazones.

1 Tesalonicenses 2

Pues nuestra exhortación no procede de error ni de impureza ni es con engaño; sino que así como hemos sido aprobados por Dios para que se nos confiara el evangelio, así hablamos, no como agradando a los hombres, sino a Dios que examina nuestros corazones. Porque como sabéis, nunca fuimos a vosotros con palabras lisonjeras, ni con pretexto para lucrar, Dios es testigo, ni buscando gloria de los hombres, ni de vosotros ni de otros, aunque como apóstoles de Cristo hubiéramos podido imponer nuestra autoridad.

Tienes el don de hablar, ¡Úsalo! ¡Trabaja! ¡Gloria a Dios, sirve al Señor con este don!

  1. el que sirve, que lo haga por la fortaleza que Dios da,

El segundo grupo de dones esta dentro de la categoría del servicio, efectivamente exponer las palabras de Dios es un servicio a la iglesia, sin embargo aquí el énfasis esta sobre el servicio que prestan los diáconos, ese servicio arduo de administrar todo recurso material en la congregación.

Hermanos, se espera que una iglesia tenga un departamento de cocina, un depto de niños, un depto de ancianos, un depto de futbol, un depto de todo…Son medidas buenas para servir dentro de la iglesia con un orden o instancias formales, pero el principio y énfasis de la escritura es que todo servicio debe desarrollarse independientemente a que existan o no instancias formales dentro de la congregación. Si Dios te ha llamado a servir en lo que sea a tu congregación, pues bueno hazlo, adelante. Dios te pedirá cuentas por este don.

Muchos de nosotros llegamos a este lugar, quizás a veces nos quejamos por el color, el aroma, el frío, el calor, el baño, el papel higiénico, las servilletas, los vasos etc…sin embargo debemos estar agradecidos de los hermanos que ya están desarrollando sus dones y están aquí en la mañana primero que todos nosotros, a pesar del frío, y así sirven en este lugar para que tengamos donde poder sentarnos y así escuchar palabra del Señor. Si estos hermanos no están desarrollando sus dones difícilmente la palabra del Señor podrá correr libremente en medio de la congregación.

Podemos oír ver el culto en nuestro lugar gracias a la obra de otros que están aquí sirviendo.

¡Gloria a Dios por ustedes amados hermanos, ¡anímense!, ¡No se cansen de hacer el bien a todos, mayormente a los de la familia de la fe, pues a su tiempo cegaremos ! Y como dice el texto es el Señor quien les seguirá fortaleciendo seguir obrando en su casa de oración.

Es así como se ve la multiforme gracias de Dios. Dios dispensa su bendición que viene a través de evangelio a través de cada uno de los miembros de la iglesia quienes son diferentes, estatus, colores, tamaño, carácter etc…pero además tienen distintos dones, los cuales no deben ser rechazados, sino que se complementan y muestran un cuerpo sano, un cuerpo unido, desarrollándose en armonía.

Romanos 12 Nuestros deberes cristianos

 Porque en virtud de la gracia que me ha sido dada, digo a cada uno de vosotros que no piense más alto de sí que lo que debe pensar, sino que piense con buen juicio, según la medida de fe que Dios ha distribuido a cada uno.

¿Te llamó el Señor a hacer aseo? Gózate entonces, no pienses que eso es menor, así como tampoco pienses que mereces algo, según tus ojos, mejor, pues Dios nos manda a tener claridad en cuanto a nuestra medida de fe, la cual Dios nos dio.

  Pues así como en un cuerpo tenemos muchos miembros, pero no todos los miembros tienen la misma función,  así nosotros, que somos muchos, somos un cuerpo en Cristo e individualmente miembros los unos de los otros.  Pero teniendo dones que difieren, según la gracia que nos ha sido dada, usémoslos: si el de profecía, úsese en proporción a la fe; si el de servicio, en servir; o el que enseña, en la enseñanza; el que exhorta, en la exhortación; el que da, con liberalidad; el que dirige, con diligencia; el que muestra misericordia, con alegría.

Usemos estos dones, levantémonos, sirvámonos unos a otros. Dejemos de quejarnos de la iglesia y comencemos a servir a la iglesia.

  • El fin de nuestro servicio a través de los dones.

para que en todo Dios sea glorificado mediante Jesucristo, a quien pertenecen la gloria y el dominio por los siglos de los siglos. Amén

Cristo servidor y expositor, de verdad en amor.

¿Cuál es el fin de todo esto? Pues si recordamos los receptores originales de esta carta estaban en una situación muy estrecha, de mucha aflicción, y además ya venían los vientos del futuro muy cercano burlándose en sus caras con los aromas del fuego, de los látigos, del martirio, la muerte. Pedro inspirado por el Espíritu Santo les escribe para que estén sirviendo a la espera de esos momentos. A pesar de que era posible perder la vida, los trabajos, los hijos, esposos etc… Pedro quiere que los hermanos se ocupen en cuanto a su espera de quien verdaderamente importa; Cristo. ¿Cómo nos encontrara Cristo en su regreso? ¿Escondiéndonos o sirviendo en su casa espiritual?

Hermanos tenemos el ejemplo de Cristo quien vino a este mundo y sirvió con sus palabras, el hablaba siempre conforme a las palabras de su Padre, así demostraba sometimiento a su Padre, pero no era solamente lo que él hablaba, pues también Cristo hacía y con sus manos en el servicio físico, siendo el ejemplo de diácono, de entrega de acción, el mismo fue quien misericordiosamente sanó a muchos enfermos, alimentó a muchos hombres e incluso lavó los asquerosos pies de sus discípulos, incluido su traicionero “amigo cercano”: Judas, este último se fue a traicionar a Cristo con sus pies limpios.

 Nuestro Señor incluso cargó su cruz, siendo que era nuestra cruz, y no solo la cargó llevándola al Gólgota, sino que además murió en ese lugar sirviendo así  sus palabras, pero ejemplificado al dar su misma vida, en esto es glorificado el Padre, pues a través de la obra de Cristo se manifiesta su misericordia y su bondad lo que nos lleva a caer de rodillas y adorar…

El propósito de Pedro es por lo tanto la gloria de Dios. La meta de Pedro es la gloria de Dios. La meta de tu vida debe ser la gloria de Dios, cuando te levantas en la mañana debe ser siempre la gloria de Dios. Lo que debe quemar tu corazón siempre debe ser la gloria de Dios, que su nombre sea exaltado, que su nombre sea levantado, en medio del mundo su nombre debe ser lo único adorado. Esto debe quemar nuestro corazón y  es esto lo que debe animar nuestro servicio en medio de la iglesia local.  Dios es glorificado cuando sirves a tu iglesia con tus dones, Dios es glorificado cuando abres tu boca conforme a la escritura. Dios es glorificado cuando tus manos sirven conforme a la escritura.

Dios es glorificado, es exaltado, pues de un montón de pecadores, de egoístas y de hombres soberbios levanta un cuerpo nuevo, uniéndolos en amor, en bondad y en sostenimiento mutuo.

En Efesios 6 vemos que Cristo santifica a su iglesia, que la prepara con el fin de que esta sea blanca, sin mancha ni arruga, tal cual vimos en Apocalipsis 21, esto será así, pero esto ocurre a través de la obra de Cristo en su iglesia, cuando su iglesia es responsable en el uso de sus dones la iglesia se va preparando para presentarse blanca, sin mancha, sin ninguna arruga ante su Señor.

Dios es glorificado, pues mientras que las instituciones del mundo caen, se dividen, desaparecen, la iglesia prevalecerá siempre, la iglesia no será destruida, la iglesia se mantendrá en pie, sin embargo esto ocurre cuando una iglesia busca la gloria de Dios a través del ejercicio de los dones. De lo contrario la iglesia se divide, desaparece y refleja al mundo un monstruo, es una vergüenza. Estamos llamados a mostrar la obra de Dios en medio nuestro, la belleza del Señor a través de nuestro servicio ¡así se glorifica a nuestro Señor!

Es por esto que es tan importante la membresía activa y responsable en la iglesia local, así se edifica la casa de oración para Dios. Deseamos presentarnos sin mancha y sin arruga como un cuerpo unido para recibir a Cristo, entonces trabajemos con nuestros dones aquí y ahora.

Aplicación final

Es cierto que las aflicciones, las circunstancias dolorosas debido a la persecución de los incrédulos, nos ahogan, nos cansan, por lo mismo debemos servirnos unos a otros. El señor ha establecido que edificara su casa de oración, por lo mismo ha dado dones a cada uno de sus hijos debemos usarlos amados hermanos por el bien de tus hermanos y para la que la gloria de Dios sea exaltada.

La iglesia no es venir a un lugar, sino que es ser parte de un cuerpo de hermanos. La iglesia no fue diseñada como un cine o un teatro en el cual se presenta un espectáculo y nosotros venimos a ser entretenidos, a mirar y evaluar, a hacer críticos y luego retirarnos diciendo “no me gustaron los himnos, el  culto, la predicación”. La iglesia es un lugar para servir, no para mirar un show.

Hechos 2

43 Sobrevino temor a toda persona; y muchos prodigios y señales eran hechas por los apóstoles. 44 Todos los que habían creído estaban juntos y tenían todas las cosas en común; 45 vendían todas sus propiedades y sus bienes y los compartían con todos, según la necesidad de cada uno. 46 Día tras día continuaban unánimes en el templo y partiendo el pan en los hogares, comían juntos con alegría y sencillez de corazón, 47 alabando a Dios y hallando favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día al número de ellos los que iban siendo salvos.

Esta iglesia no es un ideal nada más, por el poder del Espíritu Santo y debido a lo que Dios había hecho.  He aquí hombres pecadores como tú y yo que servían al Señor con sus dones.  Anhelamos esta realidad, esta iglesia ejecutando los dones de la palabra de Dios y del servicio físico. ¿Qué que ellos sean distintos a nosotros?, en Cristo Jesús absolutamente nada.  Solo a través del evangelio esta iglesia será una luz y sal en medio del mundo, siendo capacitados por Él. Dios nos use, nos levante y edifique su Iglesia.