El Mismo Sentir

1 Pedro 3:8-12 LBLA

En conclusión, sed todos de un mismo sentir, compasivos, fraternales, misericordiosos y de espíritu humilde; no devolviendo mal por mal, o insulto por insulto, sino más bien bendiciendo, porque fuisteis llamados con el propósito de heredar bendición. 10 Pues:

 

El que quiere amar la vida y ver días buenos, refrene su lengua del mal y sus labios no hablen engaño. 11 Apartese del mal y haga el bien; busque la paz y sigala. 12 Porque los ojos del Señor estan sobre los justos, y sus oidos atentos a sus oraciones; pero el rostro del Señor esta contra los que hacen el mal.

 

Resumen Sermón anterior.

Seguimos en la carta de primera de Pedro a los hermanos del Asía Menor.  Una iglesia que estaba sufriendo debido a la persecución social, sicológica, de las ideas, con discriminación, burlas, injurias, humillaciones, persecución no física, pero sí la de un dolor agudo y constante en el corazón. Todo esto por ser luz en medio de un mundo oscuro, ellos levantaban la bandera del evangelio en medio de este lugar. Estos hermanos, en cosa de meses o años, serian objetos para el placer y la entretención en el coliseo siendo el alimento de los leones, sus cuerpos eran vestidos con pieles de animales desatando mayor furia por parte de los leones. Estos hermanos serían  bañados de aceite y puestos como antorchas humanas iluminando los patios de la casa de Nerón, el rey de ese entonces. Serían entregados por sus hijos, hermanos, padres e incluso por sus mismos esposos. Sin embargo estos hermanos debían hacer brillar la luz de Cristo en medio de este lugar.

Pedro les escribe para animar a estos hermanos, enseñándoles a vivir en medio del sufrimiento que estaban experimentando, y que sería más fuerte aun, pusieran sus ojos en Cristo. Pedro les invita a alabar al Padre, pues él les bendijo con toda bendición espiritual, salvándolos de pura gracia, edifica toda la carta sobre el fundamento que es el evangelio de la gracia, sobre la obra de misericordia que Dios ya ha hecho y sobre la maravillosa y sorprendente misericordia de Dios y como él da vida a los muertos junto con esperanza viva, así  Pedro empieza animarlos y a exhórtalos a llevar una vida conforme al evangelio de la gracia. Pedro no queda solo con el hecho de invitar a los hermanos a mirar la gran obra de redención, sino que también les llama a no quitar sus ojos de la esperanza, ese día glorioso cuando Cristo venga en la nubes y nos reunamos con él en el cielo.

En resumen estos hermanos son animados a vivir en un tiempo específico, el cual es temporal, a pesar del dolor y del sufrimiento, esto con el fin-propósito de anunciar las virtudes de quien les llamo de las tinieblas a su luz admirable, pero también ellos deben poner sus ojos, su esperanza en la eternidad, la verdadera casa de los extranjeros y peregrinos, ese lugar donde Cristo fue a prepararnos morada. Así Pedro pasa a exhortar también a los hermanos a algo más tangible o vivible, y externo. Los hermanos entendieron el propósito de su nueva vida, pero como lo debían  hacer, como lo ponían en práctica, entonces Pedro les habla en lo práctico enseñando el sometimiento a grupos de creyentes, primero a los ciudadanos a someterse al rey, a sus gobernantes, puestos por Dios, luego a los esclavos (amos, autoridades laborales),  luego habla a las mujeres a someterse al Señor y en consecuencia así se someten a sus esposos y por último se dirige a los esposos, a los hombres quienes deben someterse al Señor y así amar a sus esposas como Cristo amo a su iglesia y deben tratarla como vaso más frágil, honrando al Señor a través de un trato digno hacia sus mujeres. Ahora Pedro se dirige a todos los creyentes, pero como si fueran un cuerpo, un grupo de hermanos, que tienen un único propósito.

I.La Iglesia debe ser un refugio de gracia.

En conclusión, sed todos de un mismo sentir, compasivos, fraternales, misericordiosos y de espíritu humilde; no devolviendo mal por mal, o insulto por insulto, sino más bien bendiciendo, porque fuisteis llamados con el propósito de heredar bendición.

Pedro se dirige ahora a todos los creyentes y finaliza no su carta, sino que finaliza al desarrollo de la pregunta ¿Cómo debemos vivir?, esto lo hace dirigiéndose a todo creyente del Asia Menor, destinatario de la carta, les habla a adultos, ancianos, niños, solteros, casados, todos quienes han confesado el nombre de nuestro Señor Jesucristo cuyas ropas han sido lavas por la sangre del cordero, ellos son sus destinatarios y hermanos. Pedro no se dirige a los pastores de la iglesia, tampoco a los diáconos o a los padres como cabeza de sus hogares, Pedro se dirige a cada creyente que puede y debe obedecer a su Señor. Pedro les da herramientas con las cuales deben realizar su servicio en medio de un mundo contrario a la iglesia. A pesar de la condición en que ellos estaban, a pesar del dolor, a pesar de la persecución, así como ellos debemos cumplir con el propósito dado por Dios. Nuestro éxito ministerial, eclesiástico no se mide por el conocimiento que la iglesia pueda tener de la palabra, que es importante, pero si queremos ser una iglesia exitosa debemos vivir y medir si existe de acuerdo a la obediencia que la iglesia tiene conforme a la verdad de la palabra de Dios. Esto es lo que Pedro hace en estos versículos, él desea que estos hermanos sean exitosos en cuanto a su tarea, la de anunciar las virtudes de Aquel que nos llamo de las tinieblas a su luz admirable. En tu trabajo, donde estés recuerda este es tu propósito, en tus relaciones matrimoniales recuerda este es tu propósito. Pedro les dará entonces cinco puntos para que estos hermanos puedan vivir la realidad de la iglesia de Cristo y así puedan, como un gran cuerpo, cumplir con el propósito dado por Dios a todo creyente.

  1. Lo primero que Pedro manda es a que dentro de la iglesia, en el núcleo de la vida del cristiano, a diferencia del mundo, debemos tener el mismo sentir, dice sed todos de un mismo sentir. El mundo es perverso, el mundo es malévolo, el mundo es diabólico, el mundo es indolente, el mundo es antipático, pero la iglesia no debe ser así. La iglesia debe ser un lugar donde el cristiano pueda descansar, pueda ser bendecido, capacitado y consolado, así enviado a cumplir con su tarea. La iglesia no es el mundo, pero la iglesia debe ir a bendecir al mundo. Por lo mismo es importante  atender a lo que Pedro aquí les ordena y esto es tener el mismo sentir. Este mismo sentir va mas allá que una simple reunión de personas, va mas allá de cumplir con la asistencia el día domingo cantando y escuchando su palabra, mucho mas allá de nuestros propios deseos e intereses, Pedro está diciendo que la iglesia debe tener en todo un mismo propósito, un mismo fin, unidos por la misma meta en cada miembro. Independientemente a las barreras sociales, económicas, profesionales o de carácter; todos debemos tener el propósito que Pedro ya había mencionado.   Anunciar las virtudes de Aquel que nos llamo de las tinieblas a su luz. Al levantarte en la mañana, cuando te estás duchando, cuando estas arreglando a tus hijos, cuando estas atrasado, no se te olvide que vienes a la iglesia con el mismo propósito de tus hermanos y es eso lo que importa. Podemos, y de hecho tenemos, diferencias de opiniones, de colores políticos, algunos prefieren comer en la mesa, otros en el sillón, algunos prefieren locomoción otros solo auto, algunos tienen preferencia de equipos de fútbol rivales etc…existen muchas diferencias, y Dios no se complica por eso, la diversidad en cuanto a gustos, a labores, profesiones, intereses es algo que nutre a la iglesia, es bendecido por el Señor, sin embargo estas deben ser puestas, ser usadas,  al servicio del Señor dentro de la comunidad local con el fin de anunciar las virtudes de nuestro Señor al mundo, usándolas en medio de mis hermanos con amor y entrega.

Este es el “sentir” al cual Pedro hace referencia, y es el que debe estar en la iglesia, es lo inicial para los otros puntos; El cristiano debe vivir con ese sentir de tener el mismo propósito, por tanto soy un servidor entregado, postergándome con el fin de que la gloria de Dios sea exaltada, así como mi Señor Jesucristo lo hizo. Debemos servirnos, considerando a nuestro hermano como superior a nosotros mismos. No debemos ser sabios en nuestra propia opinión, no debemos ser altivos, si no que así como nuestro Señor se humillo a sí mismo, nosotros debemos poner nuestras vidas en el servicio de nuestros hermanos. Hermano no vienes a la iglesia para ser servidos, olvídate, la iglesia no es un mall o una tienda donde esta todo preparado para que te atiendan a ti, recuerda que tu vienes a servir a la iglesia. Solo con este sentir la iglesia permanecerá firme con su propósito, así las puertas del hades no prevalecerán, tu vienes a servir.

Una ilustración que nos ayuda en esto es el equipo de fútbol, distintas posiciones, pero un solo objetivo.  O también tenemos el ejemplo de una orquesta son distintos tonos o instrumentos, pero en conjunto suena una sola melodía.

No debes y no tienes ninguna autoridad para que la iglesia vaya de acuerdo a tu tono, para imponer tus ideas, ninguna autoridad tenemos de hacer esto. Tradiciones, historias religiosas, por pesadas y largas que sean, no deben jamás ser impuestas en la iglesia, esa autoridad es solo de Cristo, la cabeza de la iglesia y así como Él se humillo para lavar los pies de sus discípulos, debes lavar los pies de tus hermanos en esta iglesia de Cristo.

Así el equipo de fútbol será victorioso, la orquesta se oirá bien y también así la iglesia podrá dar testimonio al mundo como un solo cuerpo con un solo propósito.

Esto hace arder a nuestro orgullo, ir a servir a otro, es mejor pasar. Sin embargo entendamos amados hermanos  que en nuestra humillación hay exaltación de Cristo, cuando servimos Él está siendo atendido, pero con nuestro orgullo solo hay basura para el Señor y pensamos que le estamos dando una ofrenda agradable. Lo contrario a esto es decir, al no tener el mismo sentir, estamos viviendo en  división. Muchos caemos en esto, en salirnos de nuestra parte del muro y así dejar de edificar,  muchos dejamos nuestro puesto en esta tarea y comenzamos a vivir para nosotros mismos. Algunos por el bien de la iglesia comienzan a ver las deficiencias de sus pastores y a comentarlas con sus hermanos, quizás los desaciertos de sus diáconos, de sus hermanos y la mejor excusa es “el bien de la iglesia”. Es tan delicado esto y pasa tan desapercibida la división, que quizás no lo hablas con nadie, pero en esos lugares más privadoS, por ejemplo habitación matrimonial es el mejor lugar para murmurar sin freno y es así como la lengua toma control de tu cuerpo. Esto es decisión y así estás haciendo  labor de Satanás.

No se trata de pensar que no hay problemas, pecados o cosas que se han hecho de mala forma, jamás existirá una iglesia libre de manchas, sino que el punto es, por el bien del señor, acércate con el sentir que hubo en Cristo Jesús y busca la paz junto a tus hermanos.

Su palabra nos manda  a vivir en la unidad que Cristo ya gano por nosotros en la cruz, las puertas del hades jamás prevalecerán en contra de la iglesia, por tanto tienes la opción de estar dentro de la congregación o fuera, como un divisor.

Hermanos amados la sangre de Cristo fue derramada en la cruz para tener UN pueblo para sí, un cuerpo, no desmembrado, el no derramo su sangre para tener partes como un brazo, una pierna, y otro miembro por acá. El señor derramo su sangre para tener UN cuerpo, completo y lo quieras ver   no el Señor si tiene a su cuerpo siendo edificado, pues su plan y su decreto jamás será impedido.

El Señor murió por su iglesia como un todo, un pueblo para sí el cual Dios ha unido y en el cual debes luchar con tal de guardar el mismo propósito a pesar de las diferencias, el cual es anunciar las virtudes de su Señor y Rey.

Pedro vuelve a hablar de este sentir de Humildad en el quinto punto de esta exhortación, haciendo una especie de sándwich donde tenemos primero la gracia de Dios, luego los mandatos de Dios y por último vemos nuevamente el ejemplo y la gracia de nuestro Señor. Nuestro actuar, en obediencia debe estar siempre sostenido por la obra de Cristo, no son nuestros méritos.

  1. Lo Segundo es ser compasivos, compasivos, esta palabra llama a los hermanos a vivir poniendo su vida en lugar del prójimo, nuestro Señor Jesucristo es nuevamente la ejemplificación perfecta de esto, pues él fue movido a compasión y así actuó y no solo para creyentes, también para quienes eran incrédulos Él fue hombre, así como tenía también su naturaleza divina, pero sirvió como hombre a sus hermanos. Mateo 20:34

Entonces Jesús, movido a compasión, tocó los ojos de ellos, y al instante recobraron la vista, y le siguieron.

 

¿Cuándo fue la última vez que viviste así?, ¿Cuándo fue la última vez que obraste conforme a la voz de Dios? El te mostró la necesidad de tu prójimo, puso en tus manos los recursos para ayudar, pero sin embargo deseaste gastar en ti mismo, amando más tu comodidad, tu placer, tu descanso, pero tu hermano sufría en necesidad total de algo que tu usaste sin ninguna necesidad real y sin ningún derecho ante Dios. Ni siquiera tu cuerpo te pertenece, es un recurso para el uso del pueblo de Dios. Así nos pasa hermanos, somos amadores de nosotros mismos y de esta forma despreciamos al Señor en nuestra propia congregación, quien se entrego por nosotros.

  1. En tercer lugar vemos que el llamado de Pedro a esta iglesia, a pesar de su situación, pues el sufrimiento del cristiano no anula los mandatos de Dios. Así ellos deben amarse de forma familiar. Ellos, debían entender que eran hijos de Dios, un pueblo adquirido por Dios y parte de su familia, así que deben conducirse con ese amor fraternal.

Estos hermanos estaban siendo hostigados por el gobierno, sus jefes, en su vida matrimonial, por tanto la iglesia debe ser ese hogar de amor y paz para el cristiano. ¿Que esperaría uno de estos cristianos de su iglesia? Pues lo mismo que deseas que hagan contigo también.

El cristiano está llamado a ser la familia de su hermano cristiano. Deben conducirse con ese amor fraternal, pues en Cristo somos todos hijos de nuestro Padre. Pero esto no debe ser poesía, pues en nosotros esta el linaje real de Cristo, tenemos la naturaleza del hijo en nosotros. Somos adoptados no solo de forma legal, sino que el pone su naturaleza en nosotros siendo verdaderos hijos de Dios. Por tanto debemos fortalecer ese lazo familiar para que sea solido en medio de nuestras relaciones. Debemos tener tal cercanía que podamos gozarnos con la alegría del prójimo y podamos dolernos con el dolor del prójimo sin dobleces, sin fingimiento.

  1. En cuarto lugar se nos exhorta a ser misericordiosos. En la iglesia en ese núcleo central para el creyente en cuanto a relaciones, en nuestro andar, en nuestro trato debe existir la misericordia, y para que ella exista se presupone que existe el pecado. Recordemos que misericordia es no recibir el castigo que si merecemos debido a nuestras faltas. Cristo fue objeto de nuestro castigo, nosotros pecamos, pero él fue castigado. Este sentir de misericordia debe estar en la iglesia cuando hay pecado. Esto no es una tarjeta de libertad para el pecado en medio de la hermandad, lo que si debemos hacer es no dar al otro lo que si merece, entregar bendición cuando su corazón está arrepentido, cuando ha gastado sus lagrimas debido a su pecado.

Este término alude a los intestinos, a algo interior, profundo. Es bien raro entenderlo, pero el fin es que debemos perseverar en amor, en servicio hacia nuestro prójimo, ver las consecuencias triste que arrastra de su pecado y ayudarlo en todo lo posible desde nuestro interior, de manera sincera, no ficticia.  Si no siente debes igual servir, Pedro no enfatiza a sentir para servir, sino que está diciendo que debes procurar hacer las cosas desde tu interior, doblegando tu carne y así levantar a tu hermano caído.

  1. Por ultimo hay un llamado a mantener un espíritu humilde. Si hay algo difícil en nosotros es esto, mantener la humildad en primer lugar sabiendo que somos indignos, pero no como el mundo que se dice ser humilde, sin embargo ellos lo toman como un valor agregado a quienes dicen tener mucho valor en sí mismos y además se agregan un factor más de humildad. La escritura dice todo lo contrario, fuimos sacados del muladar, ese lugar donde iba a parar el excremento pues no existía el sistema de alcantarillado, desde ese lugar nos saco el Señor y nos puso en su mesa como príncipes. Por tanto esto es algo que nos cuesta, vivir con esto en mente y así ser humildes. Tener este espíritu desde nuestro interior. Somos indignos, éramos y seguiremos siendo indignos del amor de Dios. El evangelio es maravilloso y gloria damos a Cristo por su vida, muerte y resurrección pues gracias a él hoy el Padre nos mira como justos y con esto en mente debemos salir y servir a nuestros hermanos. Es por lo mismo que Pedro así ha iniciado hablando con el sentir que apunta a Cristo, es hacía la cruz donde apunta la flecha de Pedro aquí y así nos manda a vivir con este sentir de humildad.

Antes del quebrantamiento es la soberbia, Y antes de la caída la altivez de espíritu Proverbios 16:18

 

Cuando nuestra soberbia se encuentra en las nubes, de donde quien se lance moriría de inmediato pues la altura es increíble, como decía un hermano, vendrá el quebrantamiento en tu vida.

16 Seis cosas hay que odia el Señor, y siete son abominación para El: 17 ojos soberbios, lengua mentirosa, manos que derraman sangre inocente, 18 un corazón que maquina planes perversos, pies que corren rápidamente hacia el mal, 19 un testigo falso que dice mentiras, y el que siembra discordia entre hermanos. Proverbios 16:18

Estas cosas inician con el orgullo, todo parte con esos ojos soberbios, la altivez que es característica de Satanás, con lo que fue tentada Eva, y es con lo mismo que hoy luchamos y como dice el texto, esto acarre discordia, divisiones, desde el corazón soberbio y orgulloso.

Arrepintámonos de esto, no hay otra vuelta que dar. Ante el Señor el titulo que tengas es basura. Es solo la gracia de Dios quien permite que el hombre disfrute de bienes, pero no somos superiores a nadie. Tengamos el mismo sentir.

Conclusión primer punto.

Con estas cosas podemos concluir que Pedro ha llamado a estos hermanos a tener un claro concepto de sí mismos y así les ha llamado a servir a sus prójimos, a sus hermanos en su iglesia,  ha dado las medidas necesarias para que la iglesia viva con éxito para él Señor.

El dicho popular dice que no hacer las cosas como debe ser hechas es atornillar para ataras, no avanzar. Sin las marcas que Pedro aquí ha dado no están en la iglesia, estamos destruyendo la iglesia. No dejemos a nuestra iglesia pendiendo de un hilo para que en cualquier momento caiga debido a nosotros.

Esto nos incomoda, pues debemos morirnos a nosotros mismos y veamos donde él Señor nos está mandando a servir. Debemos morir a nuestra timidez, perseverar en esta timidez es pecado, pues no estás relacionándote con tus hermanos, pues debemos comenzar a relacionarnos. Debemos morir a nuestro orgullo, pues debemos someternos a otros, debemos morir a nuestra avaricia y dar no de lo que nos sobra, pues debemos dar a otros, debemos morir a nuestro placer el cual ponemos encima de nuestros hermanos, morir al yo primero, al yo segundo y al yo tercero y debemos comenzar a vivir por el tú primero, tú segundo y tú tercero. Debemos morir a muchas cosas, pues nos relacionaremos con personas diferentes por ejemplo en profesiones, el gerente debe someterse al carpintero, el doctor debe someterse al barrendero, el académico matemático debe someterse al lustra botas de la población. Y todos ellos se someten al Señor. Se deben cuidar, amar, perdonar, exhortar, animar, bendecir….etc. La iglesia debe ser entonces una muestra de la gracia derramada en cada uno de sus miembros y como un solo cuerpo deben bendecirse.

Es así como se ve una iglesia bíblica.

Hermanos muchos quieren iglesias bíblicas, pero cuando sus vidas deben ser bíblicas prefieren huir. Hermanos sin vidas bíblicas no hay iglesias bíblicas.

Si podemos concluir estos cinco puntos la palabra nos llama a tener el mismo sentir de nuestro Señor Jesucristo, Dice en Filipenses 2

1 Por tanto, si hay alguna consolación en Cristo, si algún consuelo de amor, si alguna comunión del Espíritu, si algún afecto entrañable, si alguna misericordia,

completad mi gozo, sintiendo lo mismo, teniendo el mismo amor, unánimes, sintiendo una misma cosa.

3 Nada hagáis por egoísmo o por vanagloria, sino que con actitud humilde cada uno de vosotros considere al otro como más importante que a sí mismo, no buscando cada uno sus propios intereses, sino más bien los intereses de los demás. Haya, pues, en vosotros esta actitud que hubo también en Cristo Jesús, el cual, aunque existía en forma de Dios, no consideró el ser igual a Dios como algo a qué aferrarse, sino que se despojó a sí mismo tomando forma de siervo, haciéndose semejante a los hombres. Y hallándose en forma de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. 

 

Filipenses 2:3-8

Es esto lo que debe emular con todas las fuerzas la iglesia local. Es a esto hermano a lo que tu vienes día a día a esta congregación es por esto por lo que vives si eres cristiano, este es tu fin , este debe ser tu sentir; Ser un Cristo Jesús para en medio de tu iglesia.

¿Qué has dejado por el Señor?, Cristo Jesús dejo el cielo, los palacios celestiales, la adoración celestial y no solo bajo al mundo, sino que también se vistió como siervo lavando los pies de sus discípulos incluso de un traicionero.

34Un mandamiento nuevo os doy: que os améis los unos a los otros; que como yo os he amado, así también os améis los unos a los otros. 35 En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si os tenéis amor los unos a los otros. Juan 13

Podemos pensar en todo esto y sabemos que es algo difícil e imposible en nuestra carne y debilidad, es complejo vivir así, pues además de nuestro entorno nos invita día a día a vivir para nosotros mismos, para esto existe la iglesia, Él no nos dejo solos, Él ha salvado un grupo escogido para que vivan como un solo pueblo especial. Pero recordemos que Pedro ya ha dicho que todo esto es para quienes han nacido de nuevo, quienes han sido renacidos para una esperanza viva. Ellos son los que pueden llevar esta carga con gozo y alegaría, ellos han nacido de nuevo y tienen la semilla del evangelio en su corazón por tanto esto no es una carga terrible, es un privilegio servir al señor en medio de tu iglesia.

Hermanos si estas conscientemente de que esto debes hacerlo y en realidad  no te interesa, no estás dispuesto a involucrarte con los hermanos de esta iglesia local en donde Dios te ha puesto,  a vivir como tu familia y servir aquí en medio te invito a arrepentirte, pues estas así rechazando la sangre de Cristo.

El ejemplo de Pablo y Pedro.

Miremos a Pablo quien era de acuerdo a (Filipenses 3), si alguien se podía jactar, pues tenía familia, reconocimiento, conocimiento, un nombre alto en medio de los judíos, pero para Pablo todo esto era basura.  Ante el Señor todas estas cosas son regalos de Dios a pesar de ti, diplomas, un currículo nutrido, pero por la causa de Cristo, para Pablo esto era basura.  Y este Pablo se humilla, debe servir siendo primero confirmado por otro, no se paro y salió auto enviado, lo que vemos es que Pablo se humillo para desarrollar su ministerio. En nuestro sistema esa humillación y confirmación debían venir de otro que fuera aun más orgulloso, soberbio, más poderoso, mas conocedor, más capacitado en fin…Pero no es así en la Biblia, Pablo se somete a un  pescador, a un hombre del vulgo, a un hombre que hablaba sin pensar, se somete quien había sido encomendado a apacentara las ovejas del Señor, Pablo con toda su pompa, su currículo se humilla y se somete a Pedro. (Gálatas 2:9)

Gloria a Dios por tu currículo, tus logros, tus talentos, tus habilidades, tus riquezas y posición, sin embargo debes someterte también en servicio a tus pastores, diáconos y hermanos. Es así como se debe ver una iglesia de Cristo. Este es el sentir de un creyente en medio de su congregación, buscar la comunión, buscar la confirmación, la exhortación y servir a los otros como si fueran superiores a sí mismo para que las virtudes del Señor sean anunciadas al mundo.

II.Tratando al mundo con gracia.

 

no devolviendo mal por mal, o insulto por insulto, sino más bien bendiciendo, porque fuisteis llamados con el propósito de heredar bendición. 

 

Se repite la dinámica de Pedro, primero debemos vivir como iglesia con este sentir, no en el claustro, en alguna montaña aislados del mundo, sino que este sentir nos debe llevar hacia la tarea de salir al mundo y obrar con gracia.

No podemos dar algo que no tenemos, sin embargo lo que tenemos de Dios debemos darlo al mundo perdido.

El sentir de la iglesia debe salir hacia la bendición del mundo. En la iglesia, luego de lo visto, no debería haber mal por mal o insulto por insulto, sé que he sido causante de su odio hacia mí, así como ustedes han sido causa de mi odio hacia ustedes, sin embargo aquí en la iglesia esa ley no aplica. La ley de la obra, si lo haces mal tienes castigo, si lo haces bien tienes bendición. No, pues la iglesia vive por la ley de la gracia, si obras mal hay gracia para el perdón y la restauración. Esto es lo que Pedro ahora pasa a mencionar.

Es el mundo quien les da maldad e insultos, pero los cristiano deben vivir con la ley de la gracia para con el mundo. Debe el mundo ser bendecido conforme a la ley de la gracia.

Pensemos entonces como reaccionamos, ¿Qué hay en nuestros corazones? Pues como vivimos para con el mundo es reflejo de lo que vivimos dentro de la iglesia.

Jesús lo enseño diciendo que lo que hay en nuestro corazón saldrá desde nuestra boca. Y así es en la iglesia, este gran cuerpo en su corazón debe haber el sentir de Cristo para que eso salga al mundo.

Si estos puntos, estas marcas en las cuales debemos perseverar,  no están en nuestro corazón viviremos de manera contraria a la voluntad del Señor siendo una vergüenza,  su nombre será ridiculizado y su iglesia será como cualquier institución humana, como cualquier grupo de hombres reunidos sin ninguna relevancia.

Quienes nos persiguen, ultrajan, maldicen deben ser tratados con gracia.

 

Introduciéndonos al tema del sufrimiento.

Pedro con esto nos comienza a introducir en un tema que vendrá en esta carta, el sufrimiento, pues si estas cosas están en nosotros, ese sentir de nuestro señor y además vivimos conforme a este sentir, es decir, la ley de la gracia con los incrédulos tendremos una respuesta que es el ataque de la sociedad. Hasta aquí, el versículo 8 y ahora con el 9, Pedro nos está mostrando cómo debe vivir la iglesia para anunciar las virtudes de Dios y junto a esto también nos ha comenzado a introducir al tema del sufrimiento y como debe vivir la iglesia en medio del sufrimiento. Pero el foco de Pedro aquí es que  una iglesia que vive con gracia, responderá y dará gracia al mundo, a pesar del dolor causado parte de los enemigos.

Cuando miramos nuestra vida y vemos que éramos enemigos de Cristo, insultábamos al Señor, éramos malvados, hombres despiadados, solo con un vistazo hacia tus obras pasadas y ver cómo era  tu corazón, el cual era no pasivo, sino que activamente vivía en contra del Señor. Al hacer este ejercicio puedes ver como el Señor tuvo  misericordia y te cuido incluso para no caer en lugares peores, así él te ha traído para ser parte de su familia, una obra completa de gracia. De esta forma es como debemos ir y mirar al mundo, con compasión. Quienes están en el mundo son activamente enemigos del Señor, pero deben ser tratados con gracia.

Es por esto que predicamos el evangelio, no lo hacemos para cumplir y con el fin de que los incrédulos queden ser sin excusa en el día del juicio y simplemente sean eliminados. Lo hacemos con el fin de que los incrédulos conozcan a nuestro Señor, que sean salvados de la ira venidera.

Lo que luego ocurra es otra cosa y Dios sabe quiénes justamente perecerán, pero nuestra predicación debe ser con gracia, debemos dar de gracia lo que de gracia recibimos.

"Pero Yo les digo: amen a sus enemigos y oren por los que los persiguen" Mateo 5:44

Pablo también lo expuso de forma clara en Romanos 12:

17 No paguéis a nadie mal por mal; procurad lo bueno delante de todos los hombres.

18 Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres.

Aquí Pedro llama a sus hermanos exactamente a lo mismo. El llamado de la palabra es tan radical que llama a estos hermanos que, de acuerdo a muchos comentaristas, estaban respondiendo el mal trato también con maltrato, estaban tomando la venganza en sus manos. Pero Pedro les dice que dejen de hacer eso.

¿Cómo respondemos a nuestros enemigos?, ¿Cómo respondemos a quienes nos maldicen? , Como enfrentamos la discriminación debido a nuestro cristianismo?, ¿Qué hay en nuestro corazón, que anida allí y sale cuando un impío incrédulo se burla de nosotros?

Debe la respuesta a todo esto es perdón, gracia y oración por sus almas.

Todos estamos necesitados del evangelio de la gracia, creyentes e incrédulos, todos somos aun pecadores. Unos para perseverar, otros para ser salvados, pero recordemos que nuestra posición no es tan diferente a la de los incrédulos, seguimos aun pecando y necesitados de la gracia del Señor, por lo tanto debemos dar de gracia lo que de gracia hemos recibido.

¿Cómo es nuestra reacción ante un homosexual, grupo que hoy en día esta pisoteando a Cristo?, ¿Ante el feminismo contrario a la cruz?, ¿Cómo reaccionamos ante los asesinos de bebes, los abortistas?

Debemos pedir la justicia a nuestro Dios, claramente debemos anhelar la justicia santa de Dios, sin embargo esa justicia no es la excusa para odiar, maldecir, insultar a estos hombres que se perderán de no venir a Cristo. No es excusa, para nada. Aunque nos cueste y sufrimos por esto, pero recordemos que este es nuestro llamado.

Somos llamados a esto.

El plan maravillosos de nuestra vida no es aquí en la tierra, si Dios no ha permitido tener un buen pasar es solo su misericordia, pero no debemos acostumbrarnos a esto, no debemos dormirnos en el sillón del cristianismo light y cómodo de nuestra generación (que por cierto no es el cristianismo, pues vive y se conforma con cosas del mundo antes que con la gloria de Dios). En Chile tenemos cierta libertad y tranquilidad, pero no nos acostumbremos a esto, pues no es la realidad del cristianismo, debemos prepararnos para el sufrimiento.

La realidad es que en la tierra y debido a anunciar las virtudes de nuestro Rey vendrá la persecución, debemos prepararnos para ellos. Vamos a sufrir por la causa de nuestro Señor.

Así Pedro esta exhortando a esta Iglesia, ¿Estás preparado para el sufrimiento? ¿Estás hoy sufriendo debido a tu fe y vida? O ¿sigues el molde del mundo?. ¿Estás viviendo discriminación, sin buscarlas, sino que debido a ser luz en medio de tu trabajo?

Este es nuestro llamado, salir de la comodidad, amarnos en un mismo sentir y así salir a bendecir a quienes nos persiguen. Con este llamado, de acuerdo a Pedro, debemos mirar la herencia. Esa herencia mirarla y motivar nuestro andar de acuerdo a eso que Cristo ya gano, pues es una herencia, no una comisión a ser pagada, sino que un regalo inmerecido. Cada vez que estés sufriendo, padeciendo, siendo discriminado, impotencia por un mal trato, recuerda que ese sufrimiento honra a Dios y así estarás trabajando para que otro conozca al Señor y por otra parte mira la herencia que esta esperándonos en la gloria.

Dios no es un ser implacable para con sus hijos, es quien al saber de nuestra condición nos anima a seguir adelante mirando esa herencia inmarchitable, incorruptible e incontaminada y esta se encuentra ya reservada en los cielos y además estas siendo guardado por Dios para llegar hacia ese lugar heredado.  Esa habitación celestial no se compara a los sufrimientos pasajeros, pues estaremos en la presencia de quien quiso nuestras almas redimir.

III.En conclusión, un llamado a clamar al Señor.

10 Pues

El que quiere amar la vida y ver días buenos, refrene su lengua del mal y sus labios no hablen engaño. 11 Apartese del mal y haga el bien; busque la paz y sigala. 12 Porque los ojos del Señor estan sobre los justos, y sus oidos atentos a sus oraciones; pero el rostro del Señor esta contra los que hacen el mal.

Pedro concluye y sustenta su enseñanza con la misma palabra de Dios. Diciendo que para concluir con estos mandatos es necesario recordar cosas que son fundamentales.

En medio del dolor buscamos explicaciones constantes en cuanto al porque nos sentimos vacíos, infructíferos, sombríos, tristes, si hemos creído en Cristo como Señor y Salvador, hemos confiado solo en él con el fin de alcanzar perdón, vida nueva y eterna. Y aun así hemos confesado nuestros pecados de forma sincera nos hemos arrepentido, pero tenemos lapsus de tiempos con pasajes bien oscuros y tristes. ¿Por qué estoy así?...Tengo a mi Señor, a mi familia, mi iglesia…pero ¿Qué pasa? Te preguntas…Bueno existen varias respuestas, una es que Dios este obrando en su soberanía, así como ocurrió con Job. Otra opción es que aun tienes pecados inconfesados, oculto, el cual sigues guardando en tu corazón y esto ha vuelto tus verdes prados en sequedades de verano o quizás estas así porque has dejado de sufrir como cristiano, porque aun vives conforme al molde del mundo y aun buscas tu tranquilidad en las soluciones parche que el mundo entrega. Vives de forma contraria a lo que Pedro está diciendo en esta su carta.  Pedro usa el salmos 34 y responde a esta interrogante, pues desea que los hermanos vivan en gozo incluso en medio del dolor, del sufrimiento, pero que tengan gozo pues están haciendo el bien, pero ¿cómo hacerlo, es algo verdadero eso de vivir en vida abundante, a pesar del dolor?

Como conclusión debes vivir, como la palabra de Dios lo expone, y como Pedro lo presenta aquí:

  1. refrene su lengua del mal y sus labios no hablen engaño.

 

Tener una doble vida con una lengua totalmente desenfrenada, articulando mentiras o generando con tus palabras divisiones dentro de la congregación. Tomando la justicia con tu boca y usando tu lengua como arma para atacar al mundo mientras que el testimonio de Cristo es puesto como blanco de burlas por los hombres. Traerá a tu vida dolor, no puedes seguir con esto, mientras destruyes a otros, tus propios pies están corriendo hacia la destrucción.

El hombre bueno de su buen tesoro saca cosas buenas; y el hombre malo de su mal tesoro saca cosas malas. Y yo os digo que de toda palabra vana que hablen los hombres, darán cuenta de ella en el día del juicio. Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado. Mateo 12:36

En medio del dolor ¿quieres vivir una vida gozosa, reposada, en una verdadera felicidad, que viene desde Cristo? Pues debes comenzar a hacer lo que la palabra esta mencionando.

  1. Apartese del mal y haga el bien

 

Tal vez aun guardes esa vida que tenías como incrédulo, vives aun en compañía malvada, aun tus mejores amigos y relaciones más intimas son los impíos, enemigos de la cruz de Cristo, burladores. Quizás aun te rodeas de hombres sangrientos, lujuriosos de quienes han decidido seguir en una cruzada abierta en contra de Dios. Vives aun no revolcándote en tus pecados, pero si teniendo comunión con quienes se revuelcan en sus pecados, es imposible no salir sucio, contaminado. Tu cabeza aun la llevas al yugo donde los impíos se sirven.

Huye, pues, de las pasiones juveniles y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que invocan al Señor con un corazón puro. 2 Timoteo 2:22

 

¿Por qué sigues sufriendo, sigues viviendo de esa forma? Si quieres tener buenos días, de disfrutar de ser un hijo de Dios entonces apártate del mal, dejen la maldad, refrenen su lengua, que sus labios no hablen mas engaños. Y también hagan el bien.

 

  1. haga el bien; busque la paz y sigala.

No basta solo con no hacer lo malo. Muchos se jactan diciendo “No soy como aquel borracho o como ese adultero, como era ayer”. Sin embargo el fuego del infierno abrazara a quienes hacen lo malo, así como a todo aquel que no hizo lo bueno, pues prefirió amarse a sí mismo.

Pedro cita Salmos con la intención de invitarte a dejar de lado el yo, y ponerte a trabajar en el bien de los demás.

¿Cuánto tiempo inviertes en hacer el bien?, ¿Cuántos minuto, horas tienes en tu agenda para orar por y con  tus hermanos e incluso por quienes te ultrajan?, ¿Cuánto tiempo entregas al acto de buscar la paz cuando estás en un conflicto? Y ¿Cuánto tiempo has dejado en tu agenda para servir al evangelio de Jesucristo en medio de un mundo contrario, y así, con esa verdadera paz, vivir?

No se trata de solo no hacer lo malo, sino que estamos llamados por la palabra de Dios a hacer lo bueno.

 

Busca la paz. La ira es un crimen tanto para uno mismo, como para el que es objeto de ella.

Y síguela. Búscala; persíguela con anhelo. Es posible que la pierdas pronto -no hay nada tan

difícil de retener-, pero haz lo que puedas, y si la enemistad aparece, que no sea por tu culpa.

Vete tras la paz cuando ésta se escabulle; haz la decisión de no tener un espíritu contencioso.

La paz que así procuras te será devuelta en tu propio seno, y será una fuente de consuelo

perenne para ti.

(Ch. Spurgeon, Tesoro de David)

 

Un llamado a clamar al Señor.

 

12 Porque los ojos del Señor estan sobre los justos, y sus oidos atentos a sus oraciones; pero el rostro del Señor esta contra los que hacen el mal

 

Hermanos. Hasta aquí hemos visto como debe anunciar el cristiano las virtudes de su Señor, este es su propósito y debe ser realizado en primer y viendo como un núcleo a la iglesia de donde debe salir una onda expansiva de la gracia de Dios al mundo impactando a los incrédulos, a los enemigos a todo el mundo, a través del evangelio de la gracia.

Pero Pedro también desea que para llevar a cabo esta tarea, la cual es difícil e imposible para nosotros, usemos de el recurso por el cual seremos escuchados y transformados para servir en medio de cualquier circunstancia; La oración.

Gracias a Jesucristo y a su obra es que somos hijos de Dios y hoy, gracias a su obra también, somos escuchados por Dios. Miremos hermanos la belleza de la palabra de Dios y del recurso que tenemos, estos hermanos no tenían dinero, recursos muy escasos, amigos en el gobierno, estaban sufriendo, pero a través de este salmo recuerdan que  tienen trato directo con el creador, su Padre y Señor.

¿Has pensado que en todo lugar y momento el Señor esta mirándote, todas tus obras, tu corazón que es duro en muchas ocasiones? , recuerda que gracias a Cristo, esto no lo hace para esperar tu caída y así pisarte como una cucaracha inservible. Sino que lo hace para cuidar tu andar, para ayudarte en tus tropiezos y también para guardarte hasta el final?

¿Has pensado que Dios se digna, es misericordioso y desea escuchar cada una de tus oraciones por mas desordenadas o incluso desesperadas que estas sean?

¿Has pensado que el creador del universo, quien sostiene todas las cosas, es cual Padre que al escuchar el grito de sus hijos acude en ayuda pronta?

El texto es maravilloso pues Pedro cierra esta sección con esa esperanza gloriosa que viene a ser un broche de oro, pues todo lo que estamos viviendo, nuestros sufrimientos, la desesperanza, nuestros dolores, están siendo mirados por nuestro Señor quien nos está cuidando y además escucha nuestros llantos, nuestras palabras.

Los que hacen mal.

Todos esto es gracias a Cristo, quien no esté en Él, debe saber que el rostro del Señor esta contra los que hacen el mal.

¡Oh, pobre pecador!, tú tienes una carga insoportable de pecado y culpa dentro de tu alma, que

te está oprimiendo hasta el infierno, y, con todo, no la sientes; tienes la ira de Dios colgando

sobre tu cabeza por el hilo de una vida corta, y es posible que se te caiga encima antes de un

año, quizá un mes, pero que no ves ahora; si la vieras, entonces gritarías como se oyó en el

campo de Bosworth: «¡Un caballo!, ¡un caballo!, ¡un reino por un caballo’» Y tú exclamarías:

«¡Nadie sino Cristo! ¡Nadie sino Cristo! ¡Diez mil mundos por Cristo!» 

(James Nalton)

Gloria damos al Señor los creyentes pues nuestro Señor nos cuida y nos atiende, pero quienes hacen el mal están pendiendo del tiempo del Señor quien derramara su ira y así ellos serán condenados.

Hermanos gocémonos y vengamos al Señor en acción de gracias por su palabra e instrucciones los cuales, mediante nuestro Señor Jesucristo y el Santo Espíritu, podemos llevar a cabo, no son gravosos, son los caminos por los cuales debe andar el cristiano, esta es la vida de quien está sufriendo y vera vida abundante en Cristo, pero también esto es lo que ha sido rechazado por quienes seguirán viviendo bajo la ira de Dios, pues han decidido hacer el mal.

Oh que Dios nos ayude amarnos, a amar al mundo, a ser compasivos, misericordiosos y así a predicar el glorioso evangelio de Cristo. Y que Dios salve a quienes hoy están perdidos. Dios traiga convencimiento de pecado y un profundo deseo de tener a Cristo o de lo contrario no tener nada.

Amén.